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ESTE PAR DE JOVENCITAS lució su traje de baño, bajo shorts. (LA PRENSA/U. MOLINA)

Bikinis ausentes

Los shorts y las camisetas predominaron en las playas del Pacífico durante la Semana Santa Una joven de cuerpo definido viste un traje de baño de dos piezas, pero duda en entrar al agua sólo con él. Entonces, se pone un short jeans para cubrir sus piernas por temor a las reacciones de los hombres […]

  • Los shorts y las camisetas predominaron en las playas del Pacífico durante la Semana Santa

Una joven de cuerpo definido viste un traje de baño de dos piezas, pero duda en entrar al agua sólo con él. Entonces, se pone un short jeans para cubrir sus piernas por temor a las reacciones de los hombres que lanzan piropos y clavan sus ojos en el movimiento de su caderas.

Como ella, este verano se vieron miles de jóvenes que por diversas razones dejaron el bikini bajo el short, la falda, las minisetas y en muchos casos, por largas camisetas que casi les llegaban hasta las rodillas.

Las tangas, los trajes de baños extremadamente escotados y los bikinis fueron reemplazados por las licras, shorts y camisetas. No por una vieja moda, sino, según algunas damas, por las fuertes temperaturas, el sobrepeso y el temor a ser tocadas, esto las obligó a sacar del closet aquel “shortsito” que ya no usaban.

San Juan del Sur, playa que antes se definía como un lugar donde se veían bellas mujeres y lindos hombres que modelaban sus cuerpos definidos bajo un atrevido bikini o tanga, se llenó de pareos de colores y shorts que cubrían las piernas de las jóvenes veraneantes y enormes calzonetas que impedían ver los muslos masculinos. ¡La verdad que fue toda una decepción!

Mercedes Urbina, joven de Managua, es una de ellas. Esta joven escondió su bikini tras una camiseta por causa de las fuertes temperaturas, al igual que su hermana Karla y su mamá, mientras Yubelka Rivera de 15 años, y también capitalina, prefirió ponerse un short y sólo dejar la parte superior del bikini, por temor al comportamiento de los hombres que estaban en la playa.

“Realmente me da mucha pena que me enamoren o me falten el respeto por usar un traje de baño”, comentó Rivera.

ELLOS TAMBIÉN

Los jóvenes también lucieron shorts largos en lugar de tangas y al igual que las mujeres consideran que el sol no es apropiado para andar al descubierto. Sin dejar a un lado que algunos confesaron ser penosos en lo que respecta a dejar al aire libre las piernas.

Además habían algunos adultos que prefirieron bañarse con toda su ropa, sin importar terminar empapados, y según ellos, el sol se encargaría de secarlos.

A lo largo de la costa se lograba ver que la mayoría de veraneantes eran hombres, de los cuales algunos estaban en estado de ebriedad, lo que provocaba mayor temor en las jovencitas.

Asimismo, las señoras veraneantes prefirieron usar camisetas largas con licras o shorts hasta las rodillas. Doña Lucrecia Reyes, de Managua, asegura no tener edad para usar un traje de baño y si la tuviera de todas maneras no lo usaría.

“Los hombres no respetan ahora, no pueden ver una muchacha bonita en bikini porque hasta la quieren tocar”, aseguró Reyes, quien cubrió del sol a sus menores con camisetas blancas y varios recipientes de bloqueadores, pues este año la temperatura llegó hasta los 36 grados centígrados.

Cabe recalcar que sí andaban algunas adultas con trajes de baño, pero estas recibían fuertes críticas de antisociales que se burlaban por su contextura física.

En las playas de Casares, La Boquita y San Jorge se logró ver el mismo fenómeno, es difícil encontrar a una mujer con un traje de baño, a no ser que sea una extranjera. Y aún en los extranjeros fue bastante mínimo el caso de los bikinis. Según algunos pescadores de San Juan del Sur, las turistas prefieren visitar las playas privadas ya que se sienten más seguras, y eso les provoca pérdidas en el comercio.

A este fenómeno se suma la playa de Poneloya, en donde Viernes Santo y Sábado de Gloria, se observó muy visitada por veraneantes, no así por bikinis y trajes de baño.

En este sitio, los trajes de baño quedaron ocultos bajo pantalones cortos, largas camisetas, licras de diferentes largos y hasta de pantalones completos.

También fue notorio el hecho de que los varones no se atrevían a lucir sus cuerpos, sino que se amilanaron usando contradictorios “shorts-largos”. Alguno que otro se quitaba los pantalones, la camisa y los zapatos para quedar con pequeñas tangas, ante la mirada curiosa de los y las presentes.

Una vendedora de quesillos que circulaba por el lugar, señaló que “ahora nadie se pone trajes de baño porque no tienen buenos cuerpos. Las mujeres están bien gordas o se les hacen unas llantitas en la barriga y si son los hombres ya no se diga, tienen unas hermosas panzas cerveceras”.

EN GRANADA

Los veraneantes que llegaron al Centro Turístico Lorenzo Guerrero, en Granada, también se sumaron a los shorts y camisetas largas.

Los niños y niñas fueron los más “atrevidos”, quienes se lanzaron a las aguas vistiendo diminutos vestidos de baño, en el caso de las niñas, y pequeñas tangas en caso de los varoncitos.

Cuando una jovencita salía de los vestidores luciendo un modesto traje de baño, las miradas no cesaban y algunos mal educados, hasta se atrevieron a lanzarle piropos y silbiditos vulgares.

“¡Qué barbaridad, ahora ya no se puede bañar tranquilamente, un montón de vulgares son los que vienen a los balnearios, deberían hacer algo para no dejarlos entrar!”, expresó una señora que aparentaba ser la madre de la jovencita y que lucía molesta por la reacción del “público”.

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