- El nica retiene su corona de la FIB
Enviado Especial/Worcester
Luis Pérez confiaba que su tercera defensa de la corona supermosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) sería anoche una presentación cómoda y sin demasiados riesgos ante el ruso Dimitri Kirilov.
Sin embargo, Pérez batalló intensamente, bregó con muchos problemas defensivos y finalmente se impuso por decisión dividida a Kirilov, en un ajustado fallo que fue abucheado por los miles de aficionados reunidos anoche en el DCU Center de Worcester, Massachussets.
Kirilov resultó un diablo para Pérez.
Con una llamativa velocidad en su ataque, una precisa derecha al rostro, metió en muchos problemas a Pérez, pero una caída en el octavo asalto le permitió al pinolero tomar la ventaja necesaria para regresar al país con esa corona mundial.
Dos jueces vieron ganar a Pérez y uno a Kirilov. Pero lo que realmente se vio anoche en el ring del DCU Center fue a un campeón pinolero afectado por la inactividad, sin precisión en su golpeo, fuera de distancia y con mucho castigo recibido.
Este no fue el Luis Pérez de sus dos presentaciones ante Félix Machado, y quizá estuvo debajo de su nivel mostrado con el colombiano Luis Bolaño, hace un año en el Madison Square Garden de Nueva York.
Y eso se vio desde el campanazo inicial, cuando Kirilov empezó como una tromba sacando sus rápidas manos en combinación que llegaron insistentemente al rostro del pinolero.
Pérez, sin embargo, sacó la mejor parte en esos primeros dos asaltos, pero en el tercero la derecha de Kirilov siguió afectando a la humanidad del nica.
Kirilov también dominó el cuarto asalto, pero Luis ganó un frío quinto asalto y en el sexto comenzó a hacer mucho daño con su golpeo a la zona baja.
En el séptimo, Pérez puso en malas condiciones al ruso con su insistente golpeo a la zona baja, siendo favorecido en varias ocasiones por el referí John Zablocki, quien en ningún momento le llamó la atención por ese tipo de ataque.
Caída clave
La ventaja definitiva de Pérez llegó en el octavo asalto, cuando tumbó al ruso con una derecha abajo y un potente cruzado de izquierda.
Kirilov escuchó el conteo de ocho en el suelo, pero se levantó para seguir en la batalla, demostrando una gran recuperación en los siguientes dos rounds, pero Pérez cerró mejor para defender con muchos problemas su corona mundial, en una noche tormentosa debido a la inesperada eficacia del europeo.
Su condición de campeón, peleador protegido de Don King, esa caída del octavo asalto y especialmente un juez que no le llamó la atención por tirar muchos golpes a los bajos, incluso en las piernas, le permitieron a Pérez mantenerse en la cima con el cinto supermosca en una noche que nunca olvidará.
No quiso hablar
Al momento de conocerse el fallo, Pérez brindó breves declaraciones a la cadena Showtime.
Sin embargo, cuando llegó al camerino su rostro reflejaba el ataque preciso del ruso Kirilov.
Los pómulos hinchados, dolor en todo el cuerpo y su puño izquierdo adolorido, como en la mayoría de sus combates, lo tumbaron en la cama del camerino por más de media hora.
Pérez incluso mostró señales de deshidratación, porque empezó a temblar. En ese momento sus apoderados Rosendo Álvarez y Mario García decidieron llevarlo a un hospital cercano al DCU Center para completar su rehidratación.
Pero Pérez no quiso ir, y decidió quedarse descansando en el camerino, mientras un funcionario de la Comisión de Boxeo local esperaba para tomar las muestras de orina para el examen de doping. “No puede hablar, todo es producto del desgaste”, dijo Rosendo.
Por su parte García aseguró que el agotamiento físico provocó esos calambres en el cuerpo.
“Luis está deshidratado. No es nada grave, pero necesita ir al hospital para una mejor atención”, indicó García, mientras la hija de Pérez, la pequeña Katherine, lucía una clara preocupación por la exigencia a la que había sido sometido su progenitor.
Las tarjetas
Dos jueces vieron ganar a Luis Pérez y uno al ruso Dimitri Kirilov.
Mike Ancona anotó 115-113 a favor del nica, lo mismo David Hess con un 114-113, pero llamó la atención que Ancona favoreció 10-9 a Pérez en el octavo a pesar de la caída de Kirilov, cuando debía anotar una diferencia de 10-8, como sus otros dos colegas.
En cambio Paul Barry anotó 117-110 a favor de Kirilov, una clara ventaja del retador que realmente no ocurrió en el cuadrilátero del DCU Center de Worcester. Para este juez, el nica sólo ganó el primero y el octavo asalto.