La escritora J.K. Rowling, quien reside en Edimburgo, Escocia y que escribe sus textos a mano, se encontraba ocupada en la creación de su última novela de Harry Potter cuando se quejó el mes pasado que tenía dificultades para encontrar papel para escribir.
“Hay que tener cuidado con lo que uno desea, porque se puede convertir en realidad”, señaló la escritora. “Desde que me quejé que me era difícil encontrar papel para escribir, ahora me encuentro inundada de papel. Algunos enviaron una sola hoja, mientras que comerciantes de la industria del papel me mandaron una gran cantidad de libretas con el nombre J.K. ROWLING impreso”, dijo.