El Festival de Cannes se abrió el miércoles en medio de una constelación de estrellas y desplegando sus galas de inauguración para la película El Código Da Vinci, demolida por la crítica tras ser proyectada la víspera en primicia para la prensa.
El festival fue declarado oficialmente abierto por el actor Sidney Poitier, en medio de numerosas personalidades del mundo del cine que asistían a la velada.
En la sala se encontraban el director de la película inaugural Ron Howard y sus intérpretes Tom Hanks, Audrey Tautou y Jean Reno, así como el escritor Dan Brown, autor del best-seller en el que se basa la película.
La película había sido recibida con un silencio glacial, sólo roto por algunos silbidos, el martes por la noche en el preestreno mundial para la prensa en Cannes, y con una catarata de críticas negativas, cuando no demoledoras.
“Todo ese ruido para esto”, comentaban en sustancia diversos espectadores al terminar la proyección. Por su parte, un periodista español calificó el filme de “mucho menos que una serie B”. En el mismo tono, el norteamericano Peter Brunett, del Boston Globe, dijo: “Es casi tan malo como el libro”.
El periódico especializado Variety escribió que: “Ron Howard y el guionista Akiva Goldsman conspiraron para sacarle todo el placer al melodrama, ofreciendo al público una película opresivamente charlatana”.