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La hoy inspectora general , Comisionada General Aminta Granera, al frente de tropas especiales en el 2001. Ahora es fuerte candidata a ser nombrada Directora General de la Policía Nacional. (LA PRENSA/U. MOLINA)

¿Quién heredará el bastón de mando?

El próximo director de la Policía debe limpiar la imagen de la institución después de cinco años de una administración plagada de escándalos, pero hay más preguntas sobre el próximo Director General. ¿Retomará el camino de la profesionalización o la institución caerá víctima de la politización? [doap_box title=”” box_color=”#336699″ class=”archivo-aside”] AMINTA GRANERA La inspectora general […]

  • El próximo director de la Policía debe limpiar la imagen de la institución después de cinco años de una administración plagada de escándalos, pero hay más preguntas sobre el próximo Director General. ¿Retomará el camino de la profesionalización o la institución caerá víctima de la politización?
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AMINTA GRANERA

La inspectora general de la Policía Nacional, sustituyó en el cargo al asesinado Comisionado General Christian Munguía, en el 2002. En la década de los ochenta Granera estuvo en el Ministerio del Interior donde a finales de la década ocupó el cargo de Jefa del Estado Mayor Central.

A partir de la derrota electoral del FSLN, Granera fue trasladada a la Policía Nacional como jefa de la Secretaría Ejecutiva. A la vez tuvo a cargo la recién creada Comisaría de la Mujer.

Luego fue nombrada Jefa Nacional de Tránsito, cargo en el que estuvo seis años para después pasar a la jefatura de la Policía de Managua. En el 2002 fue nombrada Inspectora General a raíz del asesinato del Comisionado General Christian Munguía.

Ana Julia Guido

Prácticamente en los años ochenta estuvo dentro del Ministerio del Interior, gran parte de los noventa hizo su carrera dentro de Seguridad Personal de la Policía Nacional, donde aprovechó incluso para concluir sus estudios.

De Seguridad Personal pasa a la Dirección de Asuntos Internos, para después pasar a jefa de Seguridad Pública y de ahí es ascendida a subdirectora de la Policía.

Horacio Rocha

El primer cargo de relevancia de Rocha es como jefe de escoltas, donde tuvo una relación muy cercana con el entonces presidente Daniel Ortega. Ese cargo le permitió también ser muy cercano a los presidentes que vinieron después. De jefe de escoltas pasa a ser director de Seguridad Personal, luego sustituye a Aminta Granera como Jefe Nacional de Tránsito y después la sustituye de nuevo como Jefe de Managua. Es nombrado subdirector para sustituir al comisionado general Francisco Bautista, retirado repentinamente por el presidente Bolaños el año pasado.

Orlando Aguilera:

El subdirector que atiende las áreas investigativas de la Policía Nacional, Comisionado General Orlando Aguilera, es originario de Somoto. Su vida partidaria dentro de las filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) la inició en 1976.

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Aguilera fue Jefe de Orden Interior en lo que fue la I Región en la administración sandinista, que comprendía los departamentos de Estelí, Madriz y Nueva Segovia.

De acuerdo a varios miembros del Consejo de Comandantes que conforman la Policía Nacional, Aguilera es el que más perfil policial tiene, aunque es el menos desarrollado entre los actuales subdirectores de la institución.

Después del triunfo de la revolución sandinista, en septiembre de 1981 fue ascendido a capitán. Después de estar como jefe de Orden Interior en lo que fue la I Región, fue jefe de la Policía en Masaya, Matagalpa y León. De este último departamento pasó a ser subdirector general de la Policía Nacional.

Francisco Bautista:

El comisionado general (reenganchado por la Corte Suprema de Justicia después de su reciente retiro), Francisco Javier Bautista Lara, quien es originario de Managua, al momento de darse el triunfo de la revolución sandinista estaba en Chontales, al parecer en trabajo partidario con la tendencia de los terceristas.

Después de 1979, Bautista Lara se inició como oficial de trabajo político en las estructuras del FSLN en la Policía. En marzo de 1980 es nombrado como Jefe del Trabajo Político de la Policía Rural de Managua.

Las expectativas de la ciudadanía por una verdadera investigación sobre supuestos casos de corrupción en el seno policial, en especial el caso más reciente de las regalías a jefes policiales, es la antesala de los debates internos para la sucesión del actual director de la Policía Nacional.

Pero esa no es la única preocupación que tiene que considerar el Presidente de la República al momento de tomar esa decisión, pues dentro de la Policía hay dos fuertes bandos detrás de cada una de las más fuertes candidatas. Al menos una de ellas cuenta con el apoyo decidido del “Círculo de Hierro” de Daniel Ortega, que está tratando “por todos los medios” de lograr su nombramiento.

Y en esta maraña de intereses, Bolaños tendrá también que considerar la opinión de la Embajada de Estados Unidos, que ya ha expresado su interés en el nombramiento por la urgente necesidad de los norteamericanos de asegurarse “un aliado” en la lucha contra el narcotráfico.

CASI SEGURO, SERá UNA DIRECTORA

La inspectora general de la Policía, comisionada general Aminta Granera, y la subdirectora Ana Julia Guido, son sin lugar a dudas las más fuertes candidatas. Incluso, un alto mando policial aseguró que ya el Primer Comisionado Edwin Cordero dijo que su sucesor “será una de las dos mujeres”.

La inspectora general es considerada que por sus apellidos, Granera y Sacasa, está colocada en mayor ventaja ante los otros candidatos de esa institución, ya que son familias conocidas entre los círculos políticos y económicos del país y según la ley el nombramiento es una decisión directa del Presidente.

Según las fuentes, personajes importantes en la vida empresarial y política le han transmitido su respaldo en caso que sea elegida como sucesora de Cordero.

La otra candidata, la comisionada general Ana Julia Guido, a cargo de las delegaciones del interior del país y sobre todo a cargo de la seguridad pública, es señalada de contar con el beneplácito del actual director.

Pero además en los círculos policiales se domina que cuenta con el respaldo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y en particular del ex jefe de la Seguridad del Estado, Lenín Cerna.

El tercer candidato es el comisionado Horacio Rocha, con un año en el cargo administrativo, después del retiro repentino de Francisco Bautista se le señala de haber realizado un buen trabajo con los diferentes sectores de poder en el país, mientras estuvo en el cargo de la Seguridad Personal.

Rocha supo utilizar muy bien su larga permanencia en la Dirección de Seguridad Personal, donde se ganó la confianza tanto de Arnoldo Alemán, como de Daniel Ortega y del propio presidente Bolaños. Rocha es muy cercano a importantes miembros del gabinete actual, e incluso tiene relaciones con al menos un candidato, ya que es consuegro del candidato presidencial del PLC, José Rizo Castellón, sin embargo, se considera que por tener sólo un año en el cargo tiene menos posibilidades que Guido y Granera.

Aunque otros aseguran que la capacidad que Rocha ha demostrado para trabajar bien con cualquier gobierno lo coloca como candidato a “una salida salomónica” ante la decisión de tener que nombrar a Granera o a Guido.

LOS DESCARTADOS

Entre los otros candidatos está el comisionado general Orlando Aguilera, a cargo de las áreas investigativas, considerado con pocas posibilidades en asumir el cargo por sus limitadas relaciones con los sectores de poder. En el 2001 estuvo a punto de pasar a retiro antes de llegar a ser subdirector de la Policía, pero a última hora fue elegido para ascender y el entonces comisionado mayor Luis Enrique Rodríguez fue pasado a retiro. “Él de todas maneras no tiene ningún interés”, aseguró uno de sus colegas.

Francisco Bautista, después de ser destituido sorpresivamente el año pasado, fue reenganchado por orden de la Corte Suprema de Justicia, por lo tanto es legalmente un candidato, pero como no se le ha asignado cargo alguno y únicamente recibe su salario para cumplir con la formalidad, está prácticamente descartado de ser el heredero del bastón de mando.

La Ley establece que el nuevo director de la Policía será nombrado por el Presidente de la República entre los miembros de la jefatura nacional el 5 de septiembre, en la primera ocasión de ejecución de la ley, en 1996. Y tomará posesión de su cargo a más tardar 15 días después de su nombramiento.

LIMPIAR IMAGEN

Independiente de quién sea el próximo director de la Policía, uno de esos cuatro candidatos tiene un reto importante: limpiar la imagen de la institución, opinan especialistas consultados.

Una de las personas que tiene esta opinión es la ex diputada Dora María Téllez.

“Creo que a nadie le gusta pensar que tienen un cuerpo policial que está sujeto a coimas y a tráficos de influencia, creo que todo mundo quiere un cuerpo policial que está digamos peleando, que está luchando contra la corrupción de manera estricta”, opina por su parte la ex diputada Dora María Téllez.

La ex legisladora recuerda que actualmente “hay una enorme corrupción en todas partes y, obviamente muchos están interesados en corromper a la propia Policía. Hay muchos que están interesados en sobornar a la Policía, en sobornar a los policías de tráfico, en sobornar a los policías que tienen que hacer inspecciones, en sobornar a los policías que tienen que hacer controles de orden público… hay muchos que están interesados en activar corrupción en la Policía Nacional”.

El ex jefe de la Policía, Fernando Caldera, sostiene que el presidente Enrique Bolaños tiene una seria responsabilidad a la hora de nombrar al sucesor de Cordero “porque la institución policial que había cuando Cordero asumió no es la misma que hay ahora”.

“Hay una Policía fuertemente cuestionada por la sociedad, hay una Policía deteriorada por la corrupción dentro de sus filas, hay una Policía deteriorada por el pésimo ejercicio del mando de su liderazgo principal”, dijo Caldera.

Al cuestionamiento fuerte de la sociedad, según Caldera, se le agrega que debido al llamado relevo generacional “buenos cuadros” están a punto de dejar la institución por el vencimiento de su tiempo de permanencia (retiro), que es de 30 años.

Sin mencionar nombres sobre cuál puede ser el candidato más idóneo para asumir esa jefatura, Caldera dijo que dentro de los candidatos debe haber uno que tenga un alto sentido de responsabilidad para con la sociedad.

Caldera se apunta porque debe ser “una persona que su transparencia, su honestidad esté a toda prueba… Me parece que este es un momento muy especial en la historia de la Policía (…) si se hace una mala selección podría ser desastroso para la Policía”.

Caldera considera que debería contemplarse que el director sea nombrado desde el mes de junio y no en septiembre cuando el titular asume oficialmente.

El ex jefe Antidrogas, Pedro Aguilar, retirado por Cordero a finales de febrero del 2002 y de la misma promoción de comisionados mayores de dos de los comisionados generales, recordó por su parte que cualquiera de los tres subdirectores y la inspectora pueden aspirar al cargo.

“Yo creo que cada uno tiene su propia fortaleza en cuanto a conocimiento del área que atiende y debe tener su debilidad en relación a las otras que no atiende. Todos tienen conocimientos generales (…) pero el nuevo director tiene como retos que la institución pueda sacudirse los señalamientos de corrupción que han venido afectando hace rato”, dijo Aguilar.

EL PAíS MENOS INSEGURO DEL áREA

El ex jefe Antidrogas cuenta que en la calle ha podido captar los intereses de la ciudadanía, como es mayor beligerancia en la prevención del delito cotidiano y así restablecer la confianza.

Y aunque el discurso gubernamental ha sido que Nicaragua es el país más seguro de la región, para Aguilar también podría decirse que estamos en el país menos inseguro, “es decir, si comenzás a ver cifras de otros lados y son ellas tu referencia para confirmar que estás bien, no hago nada, no es una relación adecuada”.

“Dicen: mal de muchos consuelo de tontos. No podemos sentir que estamos bien porque están mal todos los otros”, indicó el ex jefe Antidrogas.

Aguilar señala que a diario los medios de comunicación muestran imágenes de hechos sangrientos: apuñalados, macheteados y afectados por las pandillas, lo que consideró crea zozobra y lleva inseguridad a los barrios.

“Desde afuera pareciera que ha habido más señalamientos en este último período y que hace falta una respuesta que sea un poquito más beligerante”, dijo Aguilar

El ex subdirector Eduardo Cuadra señala que hablar de rescate es como que se ha perdido, y a su criterio debe hablarse de dar a conocer esa mística que está abajo, pues “es muy duro venir a englobar la institución por hechos aislados”. Y es ilógico pensar que la institución haya sobrevivido si no hubiese esa mística entre sus miembros.

MÁS TRANSPARENCIA Y SEGURIDAD CIUDADANA

Cuadra recomienda al jefe policial que asumirá ese reto en septiembre próximo que debe abrir más las puertas de la institución a la opinión pública, actuar de inmediato y ser transparentes.

“Creo que los manejos de la información no oportuna, transparente, inmediata afectan”, dijo Cuadra quien considera que hubiese sido un costo menor para la institución haber tomado una determinación inmediata en los casos de corrupción señalados.

Y a consideración de Cuadra el próximo director deberá formularse la pregunta: “¿Qué Policía quieren los nicaragüenses?” Y en base a ello planificar sus prioridades. “Podemos entrar al jueguito del crimen organizado, la narcoactividad, el terrorismo biológico, un montón de cosas que se le pueden venir, que son prioritarias, pero para la gente que vive en la comunidad, la gente del barrio lo que quiere es seguridad”, sostiene Cuadra.

Cuadra recomendó al nuevo director que debe atender más los estados de opinión que se generan desde los territorios y recordó a los actuales miembros de la Policía que el lema Honor, seguridad y servicio fue consensuado, no fue impuesto por lo que “si no tiene vocación de servicio no debe ingresar (a la Policía)”.

Amordazados

LA PRENSA quiso conocer la opinión de los cuatro comisionados generales sobre sus metas de llegar a asumir ese cargo, pero el Jefe de Relaciones Públicas de la Policía, comisionado mayor Alonso Sevilla, informó que no habría comentario por parte de ninguno de los mencionados. Extraoficialmente se supo que el Primer Comisionado Edwin Cordero ordenó directamente que nadie hablara.

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