14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

CARLOS MEJÍA GODOY. (jLA PRENSA/ARCHIVO/J. MOLINA)

Ellos también lloran

Las lágrimas pueden ser muestra de dolor, pero también de alegría. Los hombres ya no están seguros que no deben llorar A lo largo de la historia se ha conocido el famoso dicho de “los hombres no lloran”. Este estereotipo ha sido impuesto desde tiempos inmemorables. Nadie puede decir que nunca lo ha escuchado. Aunque […]

  • Las lágrimas pueden ser muestra de dolor, pero también de alegría. Los hombres ya no están seguros que no deben llorar

A lo largo de la historia se ha conocido el famoso dicho de “los hombres no lloran”. Este estereotipo ha sido impuesto desde tiempos inmemorables. Nadie puede decir que nunca lo ha escuchado. Aunque sea una vez en la vida nos hemos encontrado con alguna persona que se expresa de esta manera.

El hombre es catalogado como el “sexo fuerte”. Es por esta razón que no debe llorar.

No obstante, este estereotipo no afecta ni restringe a quienes no tienen inconvenientes en mostrar sus emociones. Tal es el caso del cantautor nicaragüense Carlos Mejía Godoy, quien dice: “Yo soy un llorón por naturaleza y me siento contento de serlo, porque no me reprimo”.

Mejía cuenta que desde niño siempre ha llorado cuando siente algo. Ha llorado hasta con los muñequitos (dibujos animados de la televisión), y considera el estereotipo de que los hombres no deben llorar como un “complejo del machismo más irracional y primitivo”.

Carlos Mejía recuerda que uno de los momentos en que más ha llorado en su vida fue el día en que regresó a Nicaragua, en octubre de 1979, luego de su exilio en España y México.

“PARA MÍ ES FÁCIL LLORAR”

Otro personaje que no se contiene a la hora de mostrar sus emociones es el presentador de televisión Dino Andino, quien se considera un hombre emotivo, y piensa que la idea de que “los hombres no deben llorar” es producto de una mala formación que tenemos en el país.

Andino cuenta que en sus años mozos podía ver un accidente automovilístico o la muerte de alguien, y lo conmovía, pero no lloraba con facilidad. “Hoy en día, sobre todo si se trata de un niño, para mí es más fácil llorar”, confiesa.

Dino Andino opina que lo más difícil es enfrentarse con la muerte, y dice que el momento más amargo de su vida fue la muerte de su madre. Sin embargo, recuerda que no lloró en el momento, sino muchos meses después, pero no porque no quisiera, sino porque no pudo.

“Mi madre murió en 1984, pero sin embargo, me sucedió algo muy extraño, pues yo no pude llorar en el momento. Pasaron muchos meses y esto me golpeó mucho, porque como yo no podía llorar, no podía descargar todas mis emociones, todos mis sentimientos”.

MACHO POR FUERA,TIERNO POR DENTRO

“Todo ser humano es sensible ante el sufrimiento o la alegría”. Eso es lo que piensa el intérprete caribeño Philip Montalbán, quien no comparte la idea de que “los hombres no deben llorar”; él considera que el ser humano debe tener un balance. “El hombre por fuera es muy macho, muy fuerte, pero por dentro es muy tierno”, afirma.

Philip relata que los momentos que lloró mucho fueron cuando murió su hermano Manuel Hodgson, en enero pasado.

“Yo me considero un hombre de pocas lágrimas. Creo que conforme pasan los años uno llora menos, con más experiencia en la vida, menos lágrimas. Cuando era joven lloraba más, ahora lloro menos, sin embargo no me considero alguien seco”, afirma Philip.

“POR DOLOR Y POR FELICIDAD”

El doctor Carlos Tünnermann Bernheim dice que: “El hombre es un ser que también puede expresar sus sentimientos por medio de las lágrimas”. Él recuerda dos de los momentos en que más ha llorado, uno por dolor, y el otro por felicidad.

El momento más doloroso que ha vivido es la muerte de su padre. Según relata, él se encontraba en San José, Costa Rica, cuando se da cuenta que su padre estaba muy enfermo, y el día que regresó a Nicaragua, su padre se encontraba en agonía. Llegó antes de que muriera, acompañándolo en sus últimos momentos.

El momento que lo hizo llorar de felicidad fue cuando decidió contraer matrimonio con su actual esposa, Rosa Carlota Pereira, con quien lleva 47 años de matrimonio.

Tünnermann dice que: “No hay que avergonzarse de mostrar las emociones… un hombre tiene derecho a llorar y expresarlo públicamente”.

HAY QUE LLORAR

Según el psiquiatra Luis Alonso Molina, el llanto es la expresión de una emoción y que “el hombre está dispuesto a llorar y a demostrar sus emociones, lo que pasa es que el machismo dice ‘el hombre no llora’, y desde pequeños, los padres, los tíos, los abuelos, nos dicen lo mismo, e incluso las mamás y las hermanas. Es una cuestión cultural, algo que se va transmitiendo”.

“Es saludable llorar porque libera energía psíquica, liberás esa emoción, no la reprimís, si se reprime es problema, pues al vivir reprimiendo las emociones se puede caer en problemas de tipo mental, tales como depresión y ansiedad, mejor conocida como nerviosismo”, puntualiza.

Espectáculo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí