- Los pactos desde los generales Jerez y Martínez. El injerencismo norteamericano en las elecciones presidenciales. Infantería de Marina controló directamente las de 1928 y 1932. El “Pacto de los Generales” en 1950 y el Kupia-kumi en 1970. El régimen somocista, los golpes de Estado y los fraudes electorales. Cuando le silbaron a Somoza García “Se va el caimán”. Una tarjeta llamada “Magnífica”.
Hubo un período de nuestra historia, en que para ser ciudadano con derecho al voto había que poseer una propiedad de cien a trescientos pesos según determinase la ley, o una industria, profesión u oficio que al año produjera el equivalente. Para ser candidato a Presidente de la República, entre otros requisitos, poseer un capital de cuatro mil pesos libres, y para senador, un capital que no bajara de dos mil pesos.
El peso tenía un alto poder adquisitivo, sólo una pequeña minoría era poseedora de tal cantidad, al extremo que en las elecciones para Director Supremo de Estado en 1853, solamente concurrieron 490 electores, fueron considerados votos dobles, resultó ganador don Fruto Chamorro con 296 votos. El 28 de febrero de 1854 se decretó la nueva denominación de República de Nicaragua y el Jefe de Estado pasó a Presidente de la República.
Don Fruto Chamorro se convirtió el 1 de marzo de 1854, en el primer Presidente de Nicaragua, se aumentó de dos a cuatro años el período presidencial, contemplando la reelección en forma alterna. El 22 de enero de 1854 se había instalado la Asamblea Nacional Constituyente que desde entonces se convirtió en un instrumento para elegir a los gobernantes a su conveniencia, como ocurrió en 1939 con Anastasio Somoza García, y en 1974 Anastasio Somoza Debayle.
ENTRE ELECCIONES Y GUERRAS
La elección de don Fruto Chamorro originó una guerra civil que lo obligó a tomar la jefatura del Ejército y surgió una nueva forma de gobernante, al depositar la Presidencia en José María Estrada, quien asumió en forma provisional a la muerte de don Fruto, gobernó en forma irregular hasta su asesinato en Somotillo el 13 de agosto de 1855. Al mismo tiempo se había hecho elegir Supremo Director Provisorio, Francisco Castellón, en León.
Durante el período del filibusterismo bajo el mando de William Walker, hubo las más variadas formas de elecciones entre los legitimistas y democráticos, dándose el caso de haber en determinado momento tres presidentes, José María Estrada, Patricio Rivas y Walker que se hizo elegir Presidente y asumió el gobierno, con sede en Granada, desde el 12 de junio de 1856 hasta el 1 de mayo de 1857.
El 12 de septiembre de 1856, legitimistas y democráticos, encabezados por los generales Tomás Martínez Guerrero y Máximo Jerez Tellería, firmaron en León lo que se podía considerar el primer pacto que dio lugar a que por única vez en la historia de Nicaragua asumieran ambos la Presidencia de la República, en lo que se llamó el “gobierno chachagua”.
Se eligió una Asamblea Constituyente y por su medio es electo Presidente el general Martínez, el que al igual que el general José Santos Zelaya López se reeligió dos veces, hasta el año 1867, cuando asume don Fernando Guzmán Solórzano y se inicia un período de alternabilidad, ejerciendo la Presidencia Vicente Cuadra, Pedro Joaquín Chamorro Alfaro, Joaquín Zavala y Solís, Adán Cárdenas del Castillo y don Evaristo Carazo.
El 1 de agosto de 1889 fallece en Granada a consecuencia de un accidente ferroviario don Evaristo Carazo, le sucede en la Presidencia el senador Roberto Sacasa Sarria, quien se lanza a la reelección que provoca un levantamiento armado que termina con el llamado Período de los Treinta Años. Se da en julio de 1893 la Revolución Liberal, que lleva a la Presidencia al general José Santos Zelaya López, mediante reformas y constituyentes prolonga su mandato hasta 1909. La Ley Electoral sufrió reformas los años 1898, 1899, 1900, 1906 y 1908.
PRESENCIA USA
A partir de la nota del Secretario de Estado norteamericano, Philander Knox, que provoca la caída y exilio del presidente Zelaya López, los Estados Unidos inician un injerencismo en la política nicaragüense y en su sistema electoral, incluso el levantamiento de Juan José Estrada en Bluefields, con el apoyo de los conservadores Adolfo Díaz Recinos y Emiliano Chamorro Vargas, es plenamente apoyado por el cónsul norteamericano Thomas P. Moffat.
Se firman los “Pactos Dawson”, llamados así por Cristhoper Dawson, agente especial enviado a Nicaragua con el objetivo de señalar a los políticos nicaragüenses cuál era la voluntad imperial. Uno de los puntos fue el de excluir la presencia del zelayismo. Se impuso el dominio sobre las finanzas del país, Clifford D. Ham, ciudadano norteamericano, fue nombrado Recaudador de Aduanas de Nicaragua. Estrada fue obligado a renunciar sustituido por Díaz Recinos.
Los ministros plenipotenciarios norteamericanos, acreditados en Nicaragua, se convierten en los grandes electores, hasta la sede diplomática llegan los políticos criollos en busca de la voluntad imperial que los haga Presidente de la República. Ya no es John H. Wheeler, el ministro residente, apoyando a su compatriota, el filibustero Walker, no hace falta, el entreguismo es tan grande que en 1911 el presidente Díaz Recinos propuso que constitucionalmente los Estados Unidos pudieran intervenir “en nuestros asuntos interiores a fin de mantener la paz y la existencia de un gobierno legal y dando al pueblo una garantía de honrada administración”.
Le correspondió a Elliott Northcott, imponer la política del dólar y de las cañoneras, la ejecución de los “Pactos Dawson”, determinante en el proceso electoral para convocar a una Asamblea Constituyente. El injerencismo norteamericano fue tal que su candidato Adolfo Díaz Recinos, obtuvo el 91.2 por ciento de los votos, sin embargo la Asamblea eligió Presidente al general Luis Mena Solórzano que provocó la llamada “Guerra de Mena” y la intervención militar norteamericana en Nicaragua.
En 1916, las elecciones controladas desde la residencia del ministro americano, como gustaban llamarle los políticos granadinos, llega al colmo que su candidato Emiliano Chamorro gana con el cien por ciento de los votos, impone además para el período siguiente a su familiar, don Diego Manuel Chamorro Chamorro, quien gana con el 74 por ciento de los votos, pero que al fallecer en 1923, permite el ascenso del vicepresidente don Bartolomé Martínez.
LA LEY DOOD
En 1923, el Departamento de Estado norteamericano, decide enviar a Nicaragua a un experto en asuntos electorales, Thomas Dood, profesor de la Universidad de Princeton, se aprueba la llamada Ley Dood, que permite a las fuerzas militares de ocupación intervenir en los Comités Electorales. Esta ley se aplica en las elecciones del 5 de octubre de 1924. Sería reformada en abril de 1925.
El resultado no corresponde a los planes del Departamento de Estado, bajo la Presidencia de don Bartolomé Martínez se establece una coalición llamada “Pacto de Transacción” entre conservadores y liberales que lleva como fórmula a don Carlos Solórzano Gutiérrez y al doctor Juan Bautista Sacasa Sacasa, otro sector del Partido Conservador apoya la candidatura del general Emiliano Chamorro Vargas. La primera fórmula obtiene el 57.2 por ciento de los votos y la segunda el 34.2.
“EL LOMAZO” DE EMILIANO
La fórmula Solórzano-Sacasa, asume el 1 de enero de 1925. El 25 de octubre de 1925, el general Chamorro Vargas se toma la fortaleza de la Loma de Tiscapa, en el llamado “Lomazo”, obliga la salida del doctor Sacasa Sacasa y gobierna de facto. El 16 de enero de 1926, el presidente Solórzano renuncia ante el Congreso Nacional que eligió al general Chamorro Vargas, al no ser reconocido por los Estados Unidos, tuvo a su vez que renunciar y fue electo de nuevo Adolfo Díaz Recinos. Las piezas de este ajedrez político fueron movidas con presión y precisión por Charles C. Eberhardt, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en Nicaragua, también fue determinante Lawrence Dennis, encargado de Negocios. Durante ese período se dieron las pláticas libero-conservadoras en el buque de guerra Denver, en Corinto.
Durante el gobierno del presidente Solórzano Gutiérrez se organiza “La Contabularia Nacional”, una especie de ejército, lo que estuvo a cargo de la Infantería de Marina que preparaba su retiro que se realizó el 31 de agosto de 1925. Esta fuerza militar, igual que sería después la Guardia Nacional, tuvo su papel en las elecciones presidenciales como una continuidad de las fuerzas de ocupación, tan es así que todos sus primeros jefes fueron militares norteamericanos, en el caso de “La Contabularia” el mayor Calvin B. Carter.
LA REVOLUCIÓN DE LA COSTA
El 2 de mayo de 1926 se inició en Bluefields la llamada Revolución Constitucionalista. El 4 de mayo de 1927, bajo la sombra de un árbol de espino negro, en Tipitapa, el jefe militar de los liberales, el general José María Moncada Tapia, llega a un acuerdo con el enviado del presidente Calvin Coolidge, Henry L. Stimson. Se inicia la gesta del general Augusto C. Sandino. Uno de los puntos de “El Espino Negro” es la realización de elecciones presidenciales el 4 de noviembre de 1928.
La injerencia norteamericana llega al descaro que el presidente Coolidge nombra al general Frank Ross McCoy para supervisar las elecciones, la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua el 17 de marzo lo nombra presidente del Consejo Nacional de Elecciones. Mc Coy sólo permitió que participaran los partidos liberal y conservador. El general Moncada Tapia resultó ganador. Las elecciones de 1928 estuvieron bajo el control de 294 oficiales y 5,285 marinos, más el apoyo de 24 aviones, incluyendo siete anfibios, todos bajo el mando del brigadier general Logan Feland.
Bajo la sombra del general Moncada Tapia surge como una especie de delfín, Anastasio Somoza García. La influencia militar en las elecciones se hace patente en el acuerdo que firman el 5 de noviembre de 1932 en la Legación Americana, los candidatos a Presidente y Vicepresidente de la República, dando su apoyo a la Guardia Nacional.
El 6 de noviembre de 1932, las elecciones son supervisadas por el contralmirante de la infantería de marina, Clark H. Woodward. El doctor Juan Bautista Sacasa Sacasa obtiene el 58.6 de los votos y Adolfo Díaz Recinos el 41.4. El 2 de enero de 1933, Anastasio Somoza García es nombrado Jefe Director de la Guardia Nacional. Los marinos se marchan de Nicaragua, dejando a su representante criollo, bajo el amparo del ministro americano Matthew E. Hanna, en especial de la señora Hanna.
El 21 de febrero de 1934, Somoza García ordena el asesinato del general Augusto C. Sandino. Para 1935 expresa sus aspiraciones presidenciales, tiene el impedimento constitucional de ser casado con la sobrina del presidente Sacasa Sacasa, doña Salvadora Debayle Sacasa. La ambición del Jefe Director de la Guardia Nacional es grande, que le comenta al ministro americano, Arthur Bliss Lane, la posibilidad de un divorcio temporal para poder ser candidato presidencial por el Partido Liberal. En mayo de 1935 inicia su campaña política, el 17 de septiembre en un gran banquete sus partidarios le proclaman y un magistrado de la Corte Suprema de Justicia, aconseja “la violación de la Constitución”.
En mayo de 1936, el embajador norteamericano Boaz W. Long, informa al Departamento de Estado que la candidatura de Somoza García, aunque sea para el año 1940, se interpretará como un premio de los Estados Unidos por haber asesinado a Sandino. Tratando de evitar un golpe de Estado, el 9 de mayo, se reúnen Emiliano Chamorro Vargas y Crisanto Sacasa, para proponerle una terna de candidatos presidenciales al general Somoza García, para que éste escoja al que será el próximo Presidente de Nicaragua, la propuesta es rechazada, se da el golpe y el presidente Sacasa Sacasa renuncia el 9 de junio y sale al exilio.
SOMOZA GARCÍA PRESIDENTE
Electo Presidente el doctor Carlos Brenes Jarquín, se da un Decreto el 15 de junio de 1936, anunciando elecciones generales el 8 de diciembre. En noviembre Somoza García renuncia como Director de la Guardia Nacional, asume temporalmente el coronel J. Rigoberto Reyes, fue la única vez que ocupó el cargo militar alguien que no pertenecía a la familia Somoza. Somoza García como candidato del Partido Liberal Nacionalista obtiene 117,000 votos; Leonardo Argüello Barreto, en una coalición del Partido Conservador y el Partido Liberal Constitucionalista 1,096 votos. El gobierno norteamericano le felicita por su elección.
El 1 de enero de 1937, Somoza García, asume por primera vez la Presidencia de Nicaragua. El 17 de agosto de 1938, el Congreso Nacional se declara disuelto. La Asamblea Nacional Constituyente aprobó una nueva Constitución Política el 22 de marzo de 1939, se eleva de cuatro a seis años el período presidencial, comenzando el primero de mayo, así prolongó su mandato hasta 1947. En mayo de 1939 viajó a los Estados Unidos, gran recibimiento del presidente Franklin Delano Roosevelt que le da un liderazgo en Centroamérica, como representante de los intereses norteamericanos. Fue cuando al Presidente norteamericano le dijeron “Mr. President he’s a son of a bitch”, a lo que respondió: “Of course, but he’s our son a bitch”, otra versión es que la frase fue: “He is a son of a bitch, but he is our”.
En otra maniobra política, Somoza García, el 8 de diciembre de 1941 rompe relaciones con Japón, Italia y Alemania, suspendiendo una serie de garantías constitucionales. Aunque la Constitución prohibía la reelección para el año 1944, se inicia una campaña para reformarla. Caen los dictadores Tiburcio Carías, en Honduras, y Maximiliano Martínez, en El Salvador; en Nicaragua esos hechos tienen mucha repercusión y se dan grandes manifestaciones que son reprimidas, muchos son encarcelados o salen al exilio.
El 6 de diciembre de 1945, Somoza García se hace dar un banquete en el Club Internacional, al que asisten centenares de oficiales de la Guardia Nacional. El 31 de diciembre, los Partidos Liberal Independiente y Conservador rechazan toda forma de continuismo y deciden combatir cualquier régimen dictatorial. El 6 de enero de 1946, en la explanada de la Loma de Tiscapa, le ofrecen un banquete a Somoza García. En su discurso anuncia que no habrá reforma Constitucional, para postularse a la reelección.
La Guardia Nacional mantiene una constante represión, numerosos estudiantes son encarcelados y torturados. Son electos candidatos el doctor Leonardo Argüello Barreto por el Partido Liberal y el doctor Enoc Aguado por los Partidos Conservador y Liberal Independiente. El 2 de febrero de 1947 se realizaron las elecciones, fue evidente el apoyo mayoritario para el doctor Aguado, sin embargo al finalizar el escrutinio, patrullas de la Guardia Nacional se posesionaron de las urnas. El resultado oficial fue 104,804 votos para Argüello Barreto y 64,904 para Aguado.
El 1 de mayo de 1947, el doctor Argüello Barreto, asume la Presidencia de la República, en la toma de posesión, en la explanada de la Loma de Tiscapa, el público le silba a Somoza García la música del popular porro colombiano “Se va el caimán”. El 4 de mayo se anuncia la reestructuración de la Guardia Nacional, uno de los cambios es el traslado a León del mayor Anastasio Somoza Debayle. El 26 de mayo, el presidente Argüello Barreto es derrocado y sale al exilio. El 15 de diciembre de 1947 fallece en México, donde todavía están sus restos. El gobierno declara duelo nacional. Primero asumió don Benjamín Lacayo y luego el doctor Víctor Manuel Román y Reyes.
“EL PACTO DE HONOR”
En la historia de los procesos electorales, figura un singular documento que refleja las imprevisibles intimidades de la política nicaragüense. Cuando se propuso que el Congreso Nacional eligiera Presidente al doctor Román y Reyes y Vicepresidente al doctor Mariano Argüello Vargas, pese a que el primero era familia de Somoza García, éste los obligó a firmar un documento llamado contradictoriamente “Pacto de Honor”.
Fue una condición impuesta para que pudieran asumir los cargos presidenciales, ambos en documentos separados y con la firma de Somoza García, se comprometieron a nombrar Jefe Director de la Guardia Nacional y Ministro de la Guerra y Anexos, al general Anastasio Somoza García o a la persona que éste designara, a sostener la candidatura presidencial de Somoza García para el próximo período Constitucional o en su defecto, la candidatura de la persona que éste escogiera, se firmaron el 12 de agosto de 1947. El 15 de agosto fueron electos por la Asamblea Nacional Constituyente.
El 22 de enero de 1948 se firma la nueva Constitución. Se mantiene el período por seis años. El Arto. 169 tiene un texto de premonición, señala respecto a la toma de posesión, que si el cesante no concurriere a hacer el depósito, el Presidente del Congreso dará posesión al electo. El presidente Román y Reyes fallece en Estados Unidos el 6 de mayo de 1951, Somoza García en su condición de senador vitalicio, es electo Presidente de la República.
El 26 de febrero de 1948, se firmaron los pactos entre Somoza García y el doctor Carlos Cuadra Pasos, no se admitía la reelección presidencial para el período inmediato. El Pacto establecía el período presidencial del doctor Román y Reyes hasta el 1 de mayo de 1952, se convocaba a elecciones conforme la Ley Electoral Dood. El 3 de abril de 1950, Somoza García firma un nuevo pacto con el general Emiliano Chamorro Vargas, se le conoce como el “Pacto de los Generales”. El 15 de abril de 1950, el doctor Román y Reyes publicó un Decreto aprobando el Pacto.
En cada hecho importante de nuestra historia, sobre todo en períodos electorales, está la presencia del águila imperial, unas veces clavando las garras en la débil piel de nuestra nacionalidad, en otras ocasiones haciendo vuelos rasantes, como en la visión dariana de la Oda a Roosevelt. El águila cambia de apellidos y fechas pero sigue siendo la misma, se llame Wheeler, Baker, Northcott, Eberhardt, Hanna, Lane, Long, Whelan o Trivelli.