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Una fachada a distancia de una escuela costarricense. (LA PRENSA/T. ROTHSCHUH)

Niños de la frontera van a escuelas ticas

La integración de las comunidades limítrofes con Costa Rica ha sido una promesa constante, avivada por el conflicto del río San Juan y las campañas electorales, pero la realidad es que muchos niños nicas asisten a las escuelas ticas porque son “bonitas”, mientras que las de este lado son feas [doap_box title=”Al otro lado de […]

  • La integración de las comunidades limítrofes con Costa Rica ha sido una promesa constante, avivada por el conflicto del río San Juan y las campañas electorales, pero la realidad es que muchos niños nicas asisten a las escuelas ticas porque son “bonitas”, mientras que las de este lado son feas
[doap_box title=”Al otro lado de la raya” box_color=”#336699″ class=”archivo-aside”]

Resolver los problemas que enfrenta la población que vive en comunidades fronterizas con Costa Rica, para la alcaldesa sandinista de San Carlos, Marisol McRea, es un reto que deben enfrentar todos los sectores desde el Gobierno Central hasta las municipalidades.

“Cuando desarrollamos la campaña para las elecciones municipales identificamos que de la raya hacia Costa Rica están las buenas escuelas, los maestros, el agua, la luz, todo llega y de la raya para acá están los problemas”, reconoce McRea.

Agregó que con el objetivo de brindar atención especial a las comunidades fronterizas, el Concejo Municipal declaró zona especial la Costa Sur.

En ese sentido, aseguró que desarrollan un plan de mejoramiento de las viviendas, con la entrega de zinc y han presupuestado la construcción del puente Santa Elena, con un costo de 80 mil córdobas, parte de ellos corresponde al seis por ciento de las transferencias que aprobó el Legislativo para los cuatro municipios fronterizos.

McRea asegura haber recibido un millón 700 mil córdobas, y aún están a la espera que el Ministerio de Hacienda y Crédito Público desembolse el otro seis por ciento, con lo que pretenden impulsar programas de beneficios a esas comunidades, entre los que cuentan la educación, salud, puentes, caminos de penetración, entre otros.

“El tema de la educación es tan sensible, pues es injusto que nuestros niños lo primero que aprenden es el himno costarricense, y con el MECD y todas las instituciones debemos sentarnos para definir y ejecutar un plan estratégico”, apuntó la jefa de la comuna sancarleña.

Compromisos de candidatos

Sergio Romero Guido, candidato a diputado propietario de ALN-PC
“Como riosanjuaneño me siento con el deber de establecer una comunicación , coordinación con el Gobierno, todas las instituciones y organismos, e integrar a la sociedad para promover el desarrollo en las comunidades fronterizas, no se trata sólo de construir escuelas, sino de crear fuentes de empleo, una educación de mejor calidad, dando más oportunidad a los niños”.
Carlos Fernando Olivas, candidato a diputado propietario del PLC.
“La educación es una inversión social y tenemos en ese sentido un problema muy serio, porque nuestra población está ayunando de educación y desarrollo. Lo importante es ver a Río San Juan de manera integral, como un todo. Me comprometo a promover leyes que ayuden a paliar las necesidades en la educación, para que se presupueste no sólo el campo de la infraestructura, sino también la calidad de la educación, aunque se vea un sueño pero podemos impulsar la Universidad Estatal a Distancia para que campesinos y gente humilde de esas comunidades fronterizas formen profesionales: médicos, abogados…”
Luis Coronel Cuadra, candidato a diputado propietario por el FSLN.
“Me comprometo a hacer toda la gestión que esté a mi alcance con el Gobierno, Asamblea Nacional, empresa privada y cooperación externa para fortalecer la educación en las comunidades fronterizas, el problema obedece a una falta de atención a nuestros pobladores, mi compromiso es mejorar la atención porque falta de todo: educación, salud, infraestructura social y productiva”.

Registros

1,200 alumnos se registran en escuelas de San Carlos, El Castillo y San Juan de Nicaragua.24 escuelas existen en las comunidades fronterizas de Río San Juan con Costa Rica.17 escuelas, en su mayoría de tablas, fueron construidas por la comunidad.99 por ciento refleja el informe oficial sobre la retención escolar.

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CORRESpONSAL/RÍO SAN JUAN

Ella camina todas las mañanas como media hora para llegar a la escuelita y “abrigar” a sus 33 “pollitos”. Comenzó con 48, pero 15 desertaron el año pasado y se fueron para la escuela tica que está a unos 30 minutos de la nicaragüense, porque además de poseer una mejor infraestructura, obtienen muchos beneficios, aunque ahí aprenden el himno, cultura e historia de otro país.

Ha hecho “de tripas corazón” para retener a los alumnos, ha vivido momentos difíciles como cuando un padre de familia le ha dicho que no mandará más a su hijo a la escuela porque se le acabó el cuaderno y ella compra uno si puede o ha tomado hojas papel bond y las ha engrapado: “Tome, aquí va a escribir, no importa, pero mándelo a la escuela”, le dice.

Martha Martínez Trejos es la joven maestra de la Escuela Rubén Darío de la comunidad La Ñoca, jurisdicción de El Castillo y fronteriza con Costa Rica, quien retrata la cruda realidad que vive la niñez nicaragüense en esa zona de extrema pobreza.

Dice que cuando llegó a esa escuelita lo primero que tuvo que recuperar fue la confianza de los padres de familia, pues una de las causas que motivaron la deserción era la inasistencia de los maestros “un día venían, otro no, por ello los padres decían que eran irresponsables y así sus hijos no iban a aprender, que preferían mandarlos a la escuela tica”.

Pero para ella hay otra verdad de la deserción de los niños: las escuelas de las comunidades del vecino país cuentan con una atractiva infraestructura, tienen piso, canchas deportivas, se les garantiza la leche y el desayuno, les atiende un odontólogo y les dan paquetes escolares.

En contraste con las que están de este lado, en territorio nica, están semicerradas con madera, el piso es de tierra, no tienen ni un balón para jugar, y en marzo no recibieron desayuno, carecen de materiales didácticos y cuadernos, pues los paquetes escolares alcanzan, según ellos, sólo para la niñez de la ciudad.

Ejemplo de esto son Jessica y José dos hermanitos que cursan el sexto y cuarto grado respectivamente. Diariamente se levantan a las 5:00 de la mañana para partir hacia la escuela tica de La Trocha. Dicen que tardan como una hora caminando y en estos tiempos llegan “chapaleando lodo”, “Estudiamos allá porque la escuela es bonita, nos dan cuadernos, zapatos bolsos y hay una cancha para jugar, aquí (la escuela nica) es fea, pobrecita”, manifiesta Jessica, mientras reconoce que se sabe “bien deletreado el Himno de Costa Rica”.

ESCOLARES DESMOTIVADOS

La maestra de La Ñoca dice que el desayuno escolar se les agota y sumado a la falta de cuadernos y materiales didácticos, los estudiantes se sienten desmotivados. Ella dice haberse enterado que el organismo español Global Humanitaria distribuyó uniformes y paquetes escolares en las escuelas de la ciudad de San Carlos, “debieran pensar en los niños de las comunidades del campo, pero aquí llega sólo lo que da el MECD (Ministerio de Educación, Cultura y Deportes)”, señala.

Refiere haber escuchado que aumentarían las transferencias en los municipios fronterizos y las expectativas de invertir en las necesidades educativas, pero señala que aún están a la espera que esos beneficios lleguen.

Para ella, “los gobiernos y políticos se acuerdan de las comunidades fronterizas cuando suena el conflicto del río San Juan o las campañas electorales, debieran cumplir con lo que prometen, como no cumplen la gente está desencantada y no quiere votar”, manifestó.

UN BALóN PARA JUGAR

La radiografía de una u otra escuela es casi la misma. En la comunidad de Medio Queso la mayoría de estudiantes llegan descalzos, sin uniforme y lucen ropa desgastada, algunos cargan mochilas, otros llevan en sus brazos los cuadernos. El clamor unánime sobre lo que más quisieran es: ¡un balón para jugar!

Judith Caldera Sánchez, la maestra, indica que inició el año con 29 alumnos, pero tres se fueron a la escuela tica de La Trocha, “es que allá están en mejor estado y les garantizan mejores condiciones, aquí ni dio el desayuno escolar para todo el mes de marzo”.

A juicio de la educadora, “las promesas de mejorar las escuelas han quedado en promesas, no hay ningún cambio, ahora que vienen a pedir el voto, debieran ser serios, que hagan realidad lo que prometen”.

Teresa Lazo Gaitán, de 13 años, cursa el quinto grado en la escuelita de La Ñoca. Ella es una de las tantas que años atrás caminaba durante una hora para llegar a la escuela tica, “allá es más bonita, de concreto, me daban uniforme, de todo y hasta me calzaban las muelas”, recuerda.

QUIEREN ESCUELAS COMO LAS TICAS

No obstante, sus padres lamentaban el trajín diario, por lo que “mi papá prestó la casa y allí fue primero la escuelita, después en el terreno se hizo la escuela, lo que ahora pedimos es que la mejoren, que la forren toda, manden sillas, cuadernos, hagan una cancha como hay en las escuelas ticas y que no falte el desayuno”.

María Leoncio Lazo Lazo es un ñoqueño que desquitó con trabajo los tres mil colones que debía pagar la familia por tres niños que iban a la escuela tica, “además de pagar con trabajo, mi madre llevaba hasta cuajadas, pero con el esfuerzo de la comunidad levantamos esa escuela de madera, sólo nos dieron el zinc y allí se ha quedado, pero ya los carajillos tienen escuela y no tienen que caminar bastante y correr tanto peligro”, apunta, aunque lamenta que lleguen hasta sexto grado, pues no tienen recursos para mandarlos a estudiar secundaria a la ciudad.

TODOS PROMETEN, PERO NADIE CUMPLE

“Pero viera usted, ahorita no han venido, pero siempre vienen a hacer promesas de campaña, nosotros ya no queremos meternos con nadie, porque tanto uno como otro prometen y a la hora llegada no cumplen, gracias a Dios vivimos en la frontera y tenemos trabajo en Costa Rica”, expresó Leoncio.

Ruth Tórrez Díaz tiene dos hermanos que diariamente van a estudiar a la escuela tica, y reveló que este año no están pagando porque no les dieron comida, “dicen que las escuelas allá son más bonitas, pero no es bonito que estén aprendiendo el himno, la cultura e historia tica”.

Para la delegada del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes (MECD), Silvia Salgado, en las comunidades de los municipios fronterizos de San Carlos, El Castillo y San Juan de Nicaragua el panorama no es tan crítico, pues dice que lograron una matrícula inicial de mil 210 estudiantes y actualmente existen mil 200 para una retención escolar del 99 por ciento.

Señala que cuentan con 24 escuelas, tres de ellas construidas por el Fondo de Inversión Social de Emergencia (FISE), cuatro por Fundación Amigos del Río San Juan (Fundar) y reconoce que 17 fueron levantadas con apoyo de la comunidad.

Salgado asegura que a los alumnos de las escuelas fronterizas se les entregan textos escolares, la educación es gratuita, se les garantiza desayuno escolar a través del Programa Integral de Nutrición Escolar (PIME).

De acuerdo con la funcionaria también el organismo Fundar provee atención médica cada dos meses a 532 niños de Los Guatusos, lápices y cuadernos a los niños de escasos recursos económicos.

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