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En la micropresa de Los Gauchos queda la basura y el sedimento que antes llegaba a la Laguna de Tiscapa. (LA PRENSA/M. García)

Tiscapa ya no será basurero flotante

Se calcula que la laguna se formó hace 10,000 años en el fondo del cráter. Tiene gran potencial histórico y paisajístico, con mucho atractivo turístico. En 1980 fueron desviados los cauces cayendo en sus aguas basura y sedimento que la contaminaron, causando serios daños a la fauna. Estuvo abandonada por más de veinte años a […]

  • Se calcula que la laguna se formó hace 10,000 años en el fondo del cráter. Tiene gran potencial histórico y paisajístico, con mucho atractivo turístico. En 1980 fueron desviados los cauces cayendo en sus aguas basura y sedimento que la contaminaron, causando serios daños a la fauna. Estuvo abandonada por más de veinte años a pesar de ser declarada área protegida. La Alcaldía realiza obras para que la laguna deje de ser un basurero flotante

Era tradición que los 4 de octubre cayera sobre Managua un fuerte aguacero que los pobladores llamaban el “Cordonazo de San Francisco” por ser el día que se le dedica en el santoral de la Iglesia Católica.

Desde en la noche del 3 de octubre de 1876 comenzó a llover. Viejos pobladores recordaban que entre el 15 y 16 de octubre de 1730 se habían desbordado los cauces que atravesaban Managua y se había producido un aluvión. El pequeño caserío escapó de desaparecer ante las enormes correntadas que bajaban de las sierras de Managua.

Al amanecer del 4 los cauces se desbordaron, el agua arrastró piedras y árboles, inundando varias avenidas, en especial la situada de la actual Avenida Bolívar dos cuadras abajo, también la que queda dos cuadras abajo del Parque San Sebastián. Varias personas perecieron, hubo rescates y acciones heroicas, destacando los jóvenes José Santos y Francisco Zelaya López.

EL PELIGRO DE LOS CAUCES

Las corrientes provenientes de las sierras de Managua siempre fueron un peligro para los pobladores que formaban una aldea de pescadores a orillas del lago Xolotlán. Después del aluvión de 1876, el entonces Presidente de la República, don Pedro Joaquín Chamorro Alfaro, decidió la construcción de algunos cauces.

Calculando la trayectoria de las corrientes bajadas el 4 de octubre, aprovechando la entrada de la estación seca, en enero de 1877, crónicas de la época señalan que se llevó a los presidiarios que estaban en la penitenciaría a construir un cauce en la parte occidental de Managua.

La zanja, tuvo un ancho de diez varas y doce de profundidad, hecha de sur a norte, hasta llegar a la costa del lago Xolotlán. Managua siempre ha estado en constante peligro de que se desborden los cauces. En 1923 entre Asososca y Los Brasiles hubo otro aluvión que provocó serios daños en la vía férrea.

En los años 1931, 1932 y 1933, nuevas inundaciones se produjeron en Managua, subió el nivel del lago y afectó a humildes familias que vivían en la costa. Los cauces estaban en medio de potreros, casi no había casas en las orillas. La guía local comercial de Managua, publicada en 1930, tiene como ejes la Avenida Central (después Roosevelt), apenas habían cinco avenidas a ambos lados, ninguna alrededor de la Loma de Tiscapa, donde se llegaba por caminitos y veredas, hasta que construyó el Palacio Presidencial el Presidente, general José María Moncada Tapia.

Durante todos esos años era frecuente el desborde de los cauces y las inundaciones de los barrios. A veces el tren que venía de Granada no podía pasar de Sabana Grande pues el agua alcanzaba hasta dos metros y medio de altura. Hubo que construir rampas, una de las primeras fue en la avenida que venía del barrio Candelaria hacia el lago, por el barrio Miralago. Cuando bajaba el nivel aparecían cadáveres de animales y hasta de seres humanos en las ramas de los árboles que habían a la orilla de los cauces.

Para septiembre de 1955, las correntadas provocaron que el nivel del lago subiera hasta donde está ahora la parte trasera del Teatro Nacional Rubén Darío. Fue triste ver que las aguas se tragaban el malecón con sus juegos infantiles, clubes nocturnos como el Casino Olímpico y el Copacabana que quedaba dentro del lago.

LA INUNDACIÓN DE 1970

En noviembre de 1970 se produjo una gran inundación que dañó los barrios de La Tejera, Miralago, la Quinta Nina y Acahualinca. Debido a la presión del padre Miguel, ya fallecido, estudiantes de la UNAN y la UCA, el Gobierno se vio obligado a realizar su traslado en lo que se conoció como Operación de Emergencia Nacional (Open), nombre que llevó el nuevo barrio, actualmente Ciudad Sandino.

La falta de cauces, cauces mal diseñados o desviados, como en el caso de la laguna de Tiscapa, ha causado mucho daño a la población, afectando también los recursos naturales. En 1984 hubo problemas a orillas de los cauces, como derrumbes en el cauce del Cementerio Occidental. Se consideró desde entonces que los desagües no eran suficientes para el caudal de las lluvias y también por el desorden urbanístico que todavía impera.

Ya para 1985 se construyeron las primeras micropresas, funcionando entre las primeras la de Villa Fontana. En 1988, el huracán Juana sobrepasó los cálculos y obligó a que miles fueran evacuados, especialmente de las zonas costeras del lago Xolotlán. En 1997, la depresión tropical Andrés causó también inundaciones en Managua. En 1998 se da otra situación, declarándose desastre nacional, debido al huracán Mitch. Cada año se repite el mismo problema y las víctimas son los pobladores de los barrios más pobres y marginados.

EL CASO DE TISCAPA

Conforme el estudio del Plan de Manejo de la Laguna de Tiscapa, el sistema de drenaje pluvial de Managua está constituido por un conjunto de cauces que en la parte alta corren paralelos, en estado natural, con dirección de sur a norte, con un sistema de protección a base de pequeñas presas y cortinas.

Según este estudio, en el año 1980 se construyó el cauce Tiscapa, con el objetivo de interceptar las aguas de los cauces de Jocote Dulce y Los Duarte, y posteriormente las del cauce de San Isidro de la Cruz Verde para descargar todas estas aguas y sedimento en la laguna de Tiscapa. Esto vino a convertir a Tiscapa en un basurero flotante.

El Decreto No. 4291 del 31 de octubre de 1991 declaró la laguna de Tiscapa área protegida. Mediante los Decretos No. 6-96 y 35-2003 se le incluyó en el área del Parque Histórico Nacional Loma de Tiscapa. Sin embargo por más de veinte años la laguna ha sufrido un proceso de contaminación y en la parte donde cae la corriente que proviene del cauce hay un banco de sedimentación de más de 40 metros de profundidad.

A partir del 2003, la Alcaldía de Managua inició un proyecto para rescatar la laguna de Tiscapa, se seleccionó a la firma nicaragüense Fiallos&Asociados para emprender los estudios del Plan de Manejo, utilizando fondos del Programa Socioambiental y de Desarrollo Forestal (Posaf) del Marena, provenientes de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), más fondos propios de la Alcaldía.

Fue así que por vez primera se realizó un estudio que ha permitido entender y conocer la problemática sobre esta laguna, uno de los sitios históricos emblemáticos de Managua. La subcuenca Tiscapa, señala el Plan de Manejo, drena sus aguas en dirección a la laguna y se ubica en la parte central de la cuenca sur. Los cauces principales de la subcuenca son el cauce de San Isidro de la Cruz Verde, el de Jocote Dulce y Los Duarte.

DESTRUCCIÓN Y ABANDONO

Por más de veinte años la laguna estuvo en abandono. Flora y fauna resultaron seriamente dañadas. Los árboles eran cortados y se sacaba gran cantidad de leña. Aves, reptiles y tortugas llegaron casi a la extinción. Hace apenas dos años la Alcaldía de Managua estableció un cuerpo de guardaparques y mayor control en la ejecución del Plan de Manejo, junto con otras instituciones como Marena, Ineter e Inafor.

Pese a la prohibición de establecer asentamientos humanos a orillas de los cauces, desde las instalaciones de la Policía Nacional, en la Plaza del Sol, hay casas a todo lo largo del cauce, dentro del espacio cerrado por una malla, puesta para impedir que eso sucediera. El barrio tiene el nombre del patriota búlgaro, Jorge Dimitrov.

A lo largo del cauce cae el agua servida y echan la basura que va a parar a la laguna de Tiscapa. A eso se agrega que paralelo al cauce hay manjoles que continuamente vierten las aguas negras en el cauce y la laguna se llena de heces fecales, sin faltar perros y gatos en estado de descomposición, más toda clase de material plástico.

Con las obras en proceso de ejecución, la Alcaldía pretende devolver a los managuas un sitio con grandes perspectivas para el turismo, el deporte y la recreación. Un sitio con gran valor histórico y paisajístico, un lugar que es parte de la identidad de Managua y del recuerdo.

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