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En dos décadas, el mundo ha visto el surgimiento de virus informáticos como Melissa (1999, entre US$ 300 y US$ 600 millones en daños estimados a nivel mundial), I Love You (2000, entre US$ 10,000 y US$ 15,000 millones) o Sobig.F (2003, entre US$ 5,000 y US$ 10,000 millones). Ver Infografia >

En dos décadas, el mundo ha visto el surgimiento de virus informáticos como Melissa (1999, entre US$ 300 y US$ 600 millones en daños estimados a nivel mundial), I Love You (2000, entre US$ 10,000 y US$ 15,000 millones) o Sobig.F (2003, entre US$ 5,000 y US$ 10,000 millones). [doap_box title=”Infraestructura tecnológica” box_color=”#336699″ class=”archivo-aside”] En […]

  • En dos décadas, el mundo ha visto el surgimiento de virus informáticos como Melissa (1999, entre US$ 300 y US$ 600 millones en daños estimados a nivel mundial), I Love You (2000, entre US$ 10,000 y US$ 15,000 millones) o Sobig.F (2003, entre US$ 5,000 y US$ 10,000 millones).
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En desarrollo de nueva infraestructura tecnológica, Latinoamérica es una de las regiones del orbe con mayor actividad. Países como México, Brasil, Chile, Argentina y Colombia avanzan en la adopción de conexiones a Internet de banda ancha, servicios inalámbricos de vanguardia y plataformas para desplegar servicios electrónicos.

Así, con el impulso en la penetración de los servicios de banda ancha, los virus y ataques del pasado reciente poco a poco se irán borrando. “Cuando tienes acceso de alta capacidad a Internet, vas a querer una nueva computadora, una que sea ideal para aprovechar el servicio”, apunta Dan Molina, evangelista y estratega de seguridad de McAfee Latinoamérica.

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H ace 20 años, en enero de 1986, dos programadores de origen paquistaní, Basit y Amjad, abrieron la caja de Pandora del mundo digital: crearon el primer virus informático. Su infecciosa creación, a la que bautizaron como Brain —aunque también se le conoció como (C) Brain— se transmitía a través de un floppy (disco magnético flexible) y afectaba principalmente el funcionamiento del sistema operativo de una máquina.

La mala idea no pasó inadvertida. Por el contrario, potenciada por el vertiginoso avance tecnológico de la última década (Internet, e-mail, comercio electrónico, conexiones inalámbricas), la mala obra se ha consolidado como una amenaza para cualquier persona que usa un sistema informático o de telecomunicaciones.

En dos décadas, el mundo ha visto el surgimiento de virus informáticos como Melissa (1999, entre US$ 300 y US$ 600 millones en daños estimados a nivel mundial), I Love You (2000, entre US$ 10,000 y US$ 15,000 millones) o Sobig.F (2003, entre US$ 5,000 y US$ 10,000 millones).

Durante estos primeros 20 años de virus digitales, Latinoamérica tiene un saldo que incluye tanto el papel de víctima y de victimario. Según expertos de Trend Micro y McAfee —proveedores globales de seguridad informática— un rasgo que distingue a Latinoamérica es el ritmo con que se expone a nuevas amenazas informáticas, lo que depende de la velocidad con que los países van instalando nueva infraestructura tecnológica. Y el avance tecnológico en la región es una tendencia irrefrenable.

“En Latinoamérica se entiende que una empresa puede estar sin computadora; pero sin ella, el negocio difícilmente crecerá”, apunta Alexis Garberis, director para el sector Small Business de Trend Micro Latinoamérica

Por eso, como cualquier otra región del mundo, desde una perspectiva tecnológica, Latinoamérica —que cuenta con casos tan avanzados como Chile y áreas no tan desarrolladas como Centroamérica— no puede alardear de territorio seguro. Incluso, hay detalles que distinguen a las amenazas digitales que se gestan y circulan por la región.

Tecnología

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