- El inconfundible rostro de Albert Einstein “cobra vida” en el primer robot que anda, capaz de expresar sorpresa, alegría, tristeza e ira, una invención que debutó en NexFest, un festival tecnológico celebrado recientemente en Nueva York, en el que se presentó una selección de los últimos avances tecnológicos.
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La conferencia fue un viaje al futuro de la robótica, la seguridad, el transporte y el entretenimiento, incluidos los vehículos híbridos, videojuegos que incorporan realidad virtual y simulaciones y uniformes militares completamente equipados.
En el corredor de robots está Alex Hubo, cuya cabeza, de apariencia humana, fue diseñada por la empresa Hanson Robotics, y su cuerpo por la división Hubo de los Laboratorios Kaist, en Corea del Sur, especializados en el área de robots humanoides.
Actualmente, Hubo no es más que una diversión, pero sus creadores confían que en el futuro sirva de asistencia a los discapacitados.
HUMANOIDES HARÁN LA VIDA MEJOR
“Los humanoides son los robots del futuro. Ellos harán la vida de los humanos mejores y más felices”, dijo a Efe Il Young Han, un ingeniero de Kaist que ha estado a cargo de este proyecto.
No sólo quienes miran a Alex Hubo reconocen fielmente a Einstein en su rostro; el robot también es capaz de identificar a quienes le rodean, gracias a unas cámaras instaladas en sus ojos.
Sus labios se mueven en sincronía con su voz y su rostro se ríe, se entristece, se enoja o se sorprende con suma expresividad.
Si de diseño estrictamente humanoide se trata, la conferencia presenta a Actroid Der, una joven y atractiva mujer japonesa creada por Kokoro, una compañía del Grupo Sanrio —los creadores de Hello Kitty—, en Japón.
Esta mujer fácilmente confundible con un ser de carne y hueso suele emplearse como recepcionista de turistas en hoteles, presentadora de nuevos productos y guía de exhibiciones.
BILINGÜE
Aunque no puede andar, Actroid parpadea e interpreta —sin mover los pies del piso— una danza tradicional japonesa, mientras que su versión interactiva y mucho más avanzada puede entender frases comunes en inglés y japonés.
Actroid tiene un sentido del humor bien robótico, ya que al preguntársele si es un robot, responde con un estereotipado y monótono “Si-soy-un-robot”, acompañado de movimientos rígidos y mecánicos.
Según comentó a Efe el director de Kokoro, Takeshi Mita, Actroid se vende en Japón desde junio del año pasado por 300,000 dólares, aunque también se puede alquilar por 800 dólares diarios.