También en Nicaragua ya se está dando la revolución silenciosa por medio la cual la Internet ha desplazado a la prensa escrita como fuente principal de información escrita o gráfica. Con más de 150,000 usuarios regulares, la Internet dejó detrás el universo de los lectores de los dos periódicos de circulación diaria, hasta la misma LA PRENSA tiene más lectores por la Internet que suscriptores. Datos preliminares de una encuesta de eNicaragua en un universo de 2,400 profesionales y padres de familia con hijos en educación privada muestra, que el 70% de los mismos usa Internet con frecuencia y de todas formas con mayor frecuencia que la lectura de un periódico.
Los cambios, sin embargo, van mucho más allá de la neta sustitución del medio “papel” por el medio “Internet”, pues comienzan a romper un esquema establecido desde tiempos bíblicos: la separación entre los que producen información apta para consumo de masa y esta masa de consumidores pasivos. Con una inversión mínima y costos de producción sustancialmente más bajos que un periódico tradicional, cualquiera pueda poner su servidor de noticias multimedia, con la ventaja estructural de ofrecer un medio de comunicación fácil, bidireccional, interesante en particular para los anunciantes de compra/venta como casas, contrataciones, empleos, servicios y vehículos, pues corta el camino entre oferente e interesado en forma drástica y al mismo tiempo permite ampliar la información presentada. Es solamente cuestión de poco tiempo para que también en Nicaragua las páginas amarillas sean solamente el resumen impreso de información disponible más ampliamente en la Internet. Al echarse a andar el sistema de contratación pública vía Internet, los periódicos perderán también este tipo de anuncios como fuente de ingresos y, con el sistema en línea de anuncios judiciales, vendrá otro golpe.
Si cualquier persona puede actuar como periodista en la Internet, una ley de colegiación de periodistas, en el afán de reservar el ejercicio de la profesión solamente a una supuesta élite de graduados, se vuelve de antemano ridículo como lo es un espíritu elitista de dueños de medios de comunicación, si estos medios ya perdieron su rol destacado. En consecuencia, cualquier prerrogativa legal o beneficio fiscal que se le haya otorgado a los medios tradicionales, debe otorgarse en la misma forma y extensión a la Internet y sus operadores, cuando se lo usa como medio de información. Esto va desde de la protección legal del periodista y del acceso a la información pública hasta reducciones o exoneraciones fiscales.
Que periodistas tradicionales y dueños de medios tradicionales tomen nota: ya son solamente una parte de la Sociedad de la Información, en ninguna manera, su parte más importante.
Director Ejecutivo eNicaragua(AIN)