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El Güegüense

Hoy se cumple el primer aniversario de la proclamación de El Güegüense como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

La Unesco tomó esa decisión tan honrosa para Nicaragua, de acuerdo con la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad, que define como tal “las prácticas, representaciones y expresiones, los conocimientos y las técnicas que procuran a las comunidades, a los grupos y a los individuos un sentimiento de identidad y de continuidad con su historia y su cultura”.

La proclamación de El Güegüense como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad fue la culminación un proceso de tres años que se inició el 31 de octubre del año 2002, cuando Nicaragua entregó a la Unesco un informe sólidamente documentado y respaldado por tres soportes de información fotográfica, musical y visual sobre la puesta en escena del emblemático sainete nicaragüense, informe que legitimó su existencia y originalidad, tal como lo informó LA PRENSA en su edición del lunes 25 de noviembre del 2002.

De manera que al ser declarado y proclamado El Güegüense como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, el 25 de noviembre del 2005, terminó un proceso pero comenzó otro muy importante e indelegable, como es la ejecución por parte de las entidades nicaragüenses —públicas y particulares—, que se dedican a la obra cultural, de todas aquellas acciones que sean necesarias para asegurar la preservación y uso apropiado de esa joya de la corona cultural nacional que es El Güegüense.

Hoy, al cumplirse el primer aniversario de la fecha en la que El Güegüense fue declarado y proclamado como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, LA PRENSA ha unido su voluntad y esfuerzos con el Instituto Nicaragüense de Cultural (INC) y la Universidad Americana (UAM) para hacer una representación de gala de dicha obra —el martes 28 de noviembre corriente—, en cumplimiento del compromiso y la responsabilidad que tenemos todos los nicaragüenses de conservar y promover esa manifestación señera de nuestra identidad cultural nacional, que es El Güegüense.

Acerca de los orígenes, el significado y aún sobre la escritura de la palabra güegüense, se hacen diversas interpretaciones. Y está bien muy que se hagan, porque de esa manera se demuestra el gran interés que motiva el estudio de El Güegüense y la importancia que le confieren los representantes de la cultura nacional y los nicaragüenses en términos generales. Sin embargo, debe llegar el momento, y entre más pronto mejor, de que la autoridad cultural de Nicaragua debidamente facultada por la ley determine los criterios que se deben tener por oficiales acerca del origen, significación, vestuarios, máscaras, música y danzas de El Güegüense, así como el uso de la S o de la C en su escritura y pronunciación, como corresponde a una obra que con toda razón y derecho forma parte del Patrimonio Cultural y Material de la Humanidad.

En realidad, independientemente de las controversias intelectuales que suscita El Güegüense, lo esencial es que esta obra se ajusta perfectamente —y en esto no hay desacuerdo— a lo que establece la citada Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad, o sea que El Güegüense es una obra que procura a todos los nicaragüenses “un sentimiento de identidad y de continuidad con su historia y su cultura”.

La participación del Diario LA PRENSA en este esfuerzo de preservación y difusión de El Güegüense se basa en el criterio de que el rescate, conservación y difusión del patrimonio cultural nicaragüense, tangible e intangible, no sólo debe ser una obligación del Estado sino que también tiene que ser preocupación de los ciudadanos y acción permanente de la sociedad; y de que la función de la prensa no es sólo informar, investigar, opinar y entretener, sino también participar en la educación de las personas y de la sociedad, como lo hace LA PRENSA, por ejemplo, con sus iniciativas de los libros de Valores y de la Convivencia así como con la promoción de El Güegüense con motivo del primer aniversario de su declaración y proclamación como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

Editorial
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