- Segunda vuelta el domingo
Los ecuatorianos, afectados por la inestabilidad política, asistirán el domingo a la elección presidencial más reñida de las tres últimas décadas, con dos finalistas de izquierda y derecha atrincherados en la misma estrategia: infundir miedo ante un eventual triunfo del adversario.
Los votantes decidirán en segundo turno la contienda entre el magnate bananero Álvaro Noboa —aliado de Estados Unidos y enemigo declarado de Cuba y Venezuela— y el ex ministro de Economía, Rafael Correa, simpatizante y amigo del mandatario venezolano Hugo Chávez. ). 9.2 millones de ciudadanos tienen derecho a votar.
Una encuesta realizada en la segunda semana de noviembre por la empresa Cedatos-Gallup arrojó un empate técnico entre los dos aspirantes, y ubicó en 22 por ciento la indecisión. No han trascendido nuevas mediciones.
Desde cada orilla, Noboa y Correa intentaron atraer el río de los indecisos apelando a la misma arma: propagar el pánico ante un resultado adverso.
El más incisivo fue el millonario de 56 años, aspirante por el Partido Renovador Institucional Acción Nacional (Prian), quien advirtió que un gobierno del izquierdista convertiría a Ecuador en “otra Cuba” y desataría una “guerra civil que terminaría en un derrocamiento”.
“Estoy adelante en las encuestas, pero les digo que Correa pretende armar un gabinete con terroristas y chavistas —lo más extremo de la izquierda—, comunistas que quieren una insurrección”, expresó el magnate durante su cierre de campaña en el puerto de Guayaquil.
“¿Qué crees, que los pobres son brutos? Sabemos que eres comunista y que quieres que corra sangre entre el pueblo, recesión y desempleo, gobernar como un dictador”, agregó.
Casi de manera simultánea, el candidato del movimiento ciudadano Alianza País pedía el voto de los indecisos para evitar que Ecuador sea “una hacienda bananera”. “No queremos ser un pueblo de mendigos ni una hacienda bananera del heredero más rico y engreído del país”, arengó en un mitin en Quito.
El ex ministro de Economía también llamó a los indecisos a “consolidar” el triunfo, e ironizó sobre un pedido similar que hizo Noboa de rodillas al borde del llanto.
“Ecuador vencerá a las chequeras corruptas que quisieron comprarlo”, afirmó.