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Posoltega vive de las remesas de cada mes

Alcalde afirma que siete de cada diez personas están sin empleo CORRESPONSAL / CHINANDEGA Lucrecia Martínez (74) es una maestra jubilada que vive al cuidado de su madre, Helenita Toruño, de 102 años, quizás la mujer más vieja del municipio. Martínez afirma que 15 personas de su familia residen en Estados Unidos y que muchos […]

  • Alcalde afirma que siete de cada diez personas están sin empleo

CORRESPONSAL / CHINANDEGA

Lucrecia Martínez (74) es una maestra jubilada que vive al cuidado de su madre, Helenita Toruño, de 102 años, quizás la mujer más vieja del municipio.

Martínez afirma que 15 personas de su familia residen en Estados Unidos y que muchos de ellos se fueron en tiempos de la revolución.

“Posoltega tenía vida. En el sesenta o setenta las plantaciones de banano hacía la actividad económica de este pueblo, pero vino la entrega de las propiedades a los trabajadores y a gente que no la podía hacer producir, y con ello la falta de empleo”.

“El huracán Mitch también nos marcó”, confirmó la educadora, quien asegura que sus familiares añoran Nicaragua, “pero ya hicieron la vida en otro país y sólo vienen de visita, aunque están pendientes de nuestra suerte”.

“Por esas remesas, mi madre va al médico cada mes, pagamos los servicios básicos y su alimentación, porque si al joven se le hace difícil un empleo, al viejo le es imposible”, dijo.

DESEMPLEO ABIERTO

Municipalidad y pobladores coinciden que el principal problema que golpea a Posoltega es el desempleo.

“El 72 por ciento de la gente no tiene una fuente de trabajo y ése es un factor por el cual salen de Posoltega a buscar la vida”, reconoce el alcalde Carlos Tercero Huete.

Explica que la desestabilización económica comenzó con el deslave del volcán Casita, el 29 de octubre del 1999. “Aquí nadie quedó estable y la recuperación emocional y económica ha sido lenta”.

“Perdieron sus familiares, perdieron sus casas, perdieron sus enseres, perdieron el sitio y sus parcelas están a diez kilómetros del nuevo asentamiento, pero no tienen financiamiento”, afirma Tercero.

La remesa familiar que llega desde diferentes partes donde se encuentra un posoltegano, ayuda al núcleo familiar pero eso no significa que esa familia sea un grupo sano, porque los padres y los hijos están separados y los adolescentes abandonados, hay un gran desequilibrio emocional.

El pueblo de Posoltega luce con sus calles desoladas y aún no se observa un negocio creciente, que sea producto de que alguno de sus hijos envió dinero para instalar un negocio.

sin TELéFONOS

El Alcalde de Posoltega criticó la incomunicación existente en el municipio. Aunque somos el municipio que está en el centro de los pueblos de Occidente, sólo contamos con 15 líneas convencionales y nos llaman “Patrimonio histórico”, pero nuestros familiares están demandando mejor comunicación con sus familiares de afuera.

Tanto pobladores como productores hacen uso de teléfonos celulares, que encarecen el costo de la comunicación.

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