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La reforma electoral que el Presidente electo Daniel Ortega habría prometido el pasado 14 de noviembre a representantes del Sistema de las Naciones Unidas, debería incluir la eliminación total de la reelección presidencial, subir a 45 el porcentaje para declararse Presidente y establecer un número de votos específico para elegir a cada diputado del congreso, consideraron ayer juristas, analistas y diputados de las fuerzas emergentes.
Una ayuda-memoria de la reunión celebrada a las 5:30 p.m. del 14 de noviembre, en poder de LA PRENSA, refleja que Ortega habría mencionado que promoverá una reforma electoral, aunque sin entrar en detalles.
El jurista Gabriel Álvarez, el analista Alejandro Serrano Caldera y la diputada por la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), María Eugenia Sequeira, manifestaron que es vital la eliminación de la reelección presidencial.
“La prohibición absoluta de la reelección sólo cosas buenas puede traerle al país y obligaría a los dirigentes políticos a detener esa tentación que ha menoscabado tanto la institucionalidad democrática”, sostuvo Álvarez.
La semana pasada, el ex mandatario liberal Arnoldo Alemán (1997-2002) anunció su interés por postularse nuevamente en los comicios del 2011.
Alemán está condenado a veinte años de prisión por fraude al Estado y es señalado por pactar con el propio Ortega una serie de reformas constitucionales que produjeron la partidización de los poderes Electoral y Judicial, también de la Fiscalía y la Contraloría.
“Para Nicaragua ha sido un daño la reelección, un elemento pernicioso, eso no admite ninguna discusión, la reelección en Nicaragua ha sido un elemento que ha ocasionado muchísimo más daño que cosas positivas”, añadió Álvarez.
RECUERDAN PELIGROS
Serrano Caldera, analista y filósofo, señaló que Nicaragua (un país caracterizado por dictaduras) se diferencia notablemente de países como Colombia y Costa Rica, donde se reformaron las constituciones para permitir la reelección presidencial.
“Debería abolirse el tema de la reelección, porque aunque en sí mismo no sea un tema a considerarse intrínsecamente malo, hay países donde funciona bien, en Nicaragua la reelección ha sido la causa de todos los males políticos, o por lo menos de una buena parte de los males políticos que hemos padecido”, argumentó Serrano Caldera.
Víctor Hugo Tinoco y Dora María Téllez, dos de los principales representantes del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), denunciaron ante distintos medios de comunicación poco después de las elecciones, que uno de los supuestos intereses de Ortega en reformar la Constitución y la Ley Electoral era permitir la reelección presidencial inmediata.
SUBIR EL TECHO A 45
Por su parte, la diputada electa María Eugenia Sequeira confirmó que para la ALN es importante una reforma que suba a 45 el porcentaje necesario para obtener una victoria presidencial.
Mediante reformas constitucionales acordadas por Ortega y Alemán, quedó establecido que un candidato presidencial gana las elecciones si obtiene el cuarenta por ciento de los votos o el 35 por ciento si el segundo lugar está a más de cinco puntos.
Ortega ganó los comicios del 5 de noviembre con el 37.99 por ciento de los votos a favor y el 62.01 por ciento en contra, de acuerdo al reporte final del Consejo Supremo Electoral (CSE).
“El sistema (electoral) de ahora renquea, hace agua, no fortalece la democracia y diría que es un problema urgente y debió modificarse antes de las recientes elecciones”, indicó Álvarez.
El MRS también expresó su interés en elevar a 45 el porcentaje que le brinde el triunfo a un candidato presidencial.
CONTRA PARTIDIZACIÓN
Asimismo, Serrano Caldera manifestó que una eventual reforma constitucional y electoral debería incluir, entre otras cosas, la despartidización del CSE y todas sus estructuras.
“Sería importante modernizar la Ley Electoral, despartidizar el Consejo Supremo Electoral, establecer los procesos electorales entre los diputados y las presidenciales en períodos diferentes, para evitar que el liderazgo nacional arrastre al de las diputaciones, en ese sentido creo que debería pensarse en la posibilidad de una reforma electoral”, dijo Serrano Caldera.
“Todas las leyes que se realizaron bajo el pacto de Daniel Ortega y Arnoldo Alemán, es necesario que se reviertan, independientemente de que ahora esté Daniel Ortega en el poder”, añadió Sequeira.
REINGENIERÍA ELECTORAL
Mientras, Álvarez afirmó que la reingeniería constitucional y electoral también tendría que revisar la elección de los diputados, como establecer una cantidad específica de votos para que una persona resulte escogida para representar a su localidad.
Un reportaje especial publicado ayer en LA PRENSA, detalla que en la legislación actual no existe una normativa para decidir cuántos votos se requieren para resultar diputado.
“Uno de los sistemas es ese, señalar que por cada tantos habitantes se va a asignar un escaño (…) Ese es un modelo que respeta más algunos principios y no creo que quepa decir que es un modelo mejor que otros, pero sí que el valor del voto de cada ciudadano es mucho más respetado, para el principio de igualdad, establecer un escaño por cada cantidad de habitantes”, dijo Álvarez.
En la actualidad, el único departamento que escoge a un diputado es Río San Juan, que de acuerdo al censo de 1995 tenía 70,143 electores, lo que podría ser considerado como el número de votos para resultar electo diputado y permitiría reducir de setenta a 54 los legisladores departamentales.