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El Padre Juan Hüber logró organizar a las Cooperadoras Salesianas y otras personas que apoyaron la fundación del Centro Juvenil y la construcción de los talleres, campos deportivos y el templo. ()

Centro Juvenil Don Bosco 50 años de educar y formar

La Congregación Salesiana fue fundada por San Juan Bosco en Italia. La venida a Nicaragua fue gestionada por doña Elena Arellano Chamorro. Los dos primeros salesianos nicaragüenses fueron Narciso Sequeira Arellano y Adolfo Zambrana Delgadillo. Los salesianos se instalaron en Granada en 1912, en 1926 Masaya, en 1956 en Managua: primero fue en el barrio […]

  • La Congregación Salesiana fue fundada por San Juan Bosco en Italia. La venida a Nicaragua fue gestionada por doña Elena Arellano Chamorro. Los dos primeros salesianos nicaragüenses fueron Narciso Sequeira Arellano y Adolfo Zambrana Delgadillo. Los salesianos se instalaron en Granada en 1912, en 1926 Masaya, en 1956 en Managua: primero fue en el barrio Campo Bruce y luego fundaron el Centro Juvenil Don Bosco

“Se nos ha propuesto hacer, con la ayuda del Señor y de San Francisco de Sales, una prueba de ejercicio práctico de caridad con el prójimo. A continuación haremos una promesa, y después, si fuera posible, haremos un voto al Señor. A los que hagan esta prueba y a los que la harán más tarde, se les dará el nombre de salesianos”, dijo Don Bosco.

Era el 21 de enero de 1854, en Turín, capital del Piamonte, en Italia. Día en que San Juan Bosco decidió la fundación de la Congregación Salesiana. Estaban con él cuatro jóvenes, entre ellos Miguel Rúa, quien sería su sucesor y Juan Cagliero, el primer salesiano consagrado Obispo y luego Cardenal, Delegado Apostólico en Nicaragua de 1908 a 1915.

Nació Don Bosco el 16 de agosto de 1815 en el pequeño y pobre caserío de Becchi, en el Piamonte. Luego de haberse ordenado sacerdote inició su apostolado con un grupo de jóvenes y humildes albañiles en 1841. Fundó lo que él llamó Oratorios, especies de hospicios para niños y jóvenes huérfanos y abandonados. A partir de 1853 creó los talleres de zapatería, sastrería, encuadernación, imprenta y cerrajería.

DOÑA ELENA ARELLANO

Aunque nunca se casó, era conocida en Granada como doña Elena o Mamá Elena. Elena Arellano Chamorro nació en 1836, consagrada a la educación, convirtió su casa en el Colegio de Señoritas. Su hermana Luz se había casado con don Fernando Sequeira Luna, padre de Narciso, considerado el primer salesiano centroamericano, nació en Granada el 14 de julio de 1851, falleció en Sevilla, España, el 28 de septiembre de 1923.

Resulta que doña Elena enviaba a España e Italia a jóvenes con vocación religiosa. Primero fue a Narciso, su sobrino. Después fue Adolfo Zambrana Delgadillo, el segundo en ingresar a la Congregación Salesiana. Era originario de Niquinohomo, residía en Granada cuando conoció a doña Elena, quien lo envió a Barcelona, España. Nació el 2 de abril de 1880, falleció el 4 de diciembre de 1900, cuando apenas había cumplido 20 años, antes de morir se le permitió emitir sus votos religiosos.

Doña Elena realizó gestiones para que vinieran a Granada órdenes religiosas dedicadas a la educación. El 31 de enero de 1888 falleció Don Bosco en Turín, doña Elena estaba en París, viajó de inmediato a Italia, pudo ver el cadáver y conversar con monseñor Juan Cagliero, quien le prometió que los salesianos se establecerían en Granada. En junio de 1893, don Narciso Sequeira Arellano escribió a don Rúa, el sucesor de Don Bosco, solicitando la llegada de los Salesianos, se le respondió que no era posible, luego él viajó a España, ingresando en la Congregación Salesiana.

El 20 de agosto de 1896 vino a Nicaragua el primer sacerdote salesiano, P. Ángel Piccóro, enviado por don Rúa para explorar la posible venida de los salesianos a Granada, llegó por Corinto y partió el 2 de septiembre por el puerto de San Juan del Norte. Doña Elena envió varias cartas a don Rúa insistiendo en la llegada de los salesianos y de las Hijas de María Auxiliadora.

En enero de 1897, por gestiones de doña Elena, el Presidente, general José Santos Zelaya López, escribió a don Rúa, ofreciendo ayuda de su gobierno para que vinieran los salesianos a Nicaragua y “se encarguen de la necesaria e importante obra de catequizar a los indígenas y ladinos de pueblos remotos que viven sumidos en la mayor ignorancia. De esta manera la orden cumplirá sus fines y hará un bien positivo a la humanidad y en especial a éste país”.

Doña Luz Arellano de Sequeira falleció el 17 de noviembre de 1910, su hermana Elena el 11 de octubre de 1911. Los restos de ambas están en la Capilla del Colegio María Auxiliadora, donde fueron trasladados en junio de 1937. En marzo de 1912 empezó a funcionar el Colegio Don Bosco, en Granada. En 1926 siguió Masaya. En 1956 le correspondió a Managua recibir a la Congregación Salesiana.

CENTRO JUVENIL DON BOSCO

En 1956, la familia de don Adán Sáenz, originaria de Granada, donó un terreno en el barrio Campo Bruce. Los primeros sacerdotes que vinieron fueron el P. Juan Hübert, como director; el P. Juan Manenti y el Hermano Don Virgilio Vargas. Fundaron una escuela primaria, contando con el apoyo de las Cooperadoras Salesianos, señoras Violeta de Cardenal, Luisa Cardenal, Olga de Cardenal, María Alaníz, Jenny Alaníz, Mireya Cardenal de Abaunza, Rosita Argüello de Pasos.

Para 1960 se proyecta la Radial Santo Domingo que contempla se divida el terreno donado por la familia Sáenz en Campo Bruce y se decide el traslado a una propiedad de 21 manzanas, situada más al sureste, un terreno que entonces estaba rodeado de solares donde pastaba el ganado y allí mismo se ordeñaban las vacas. La comunidad salesiana creció siempre bajo la dirección del P. Hübert, además del P. Rodolfo Ibler, P. Florindo Rossi, P. Carlos Martínez y Hno. Santiago Billekens.

Comienzan a surgir los campos deportivos, los talleres, bajo la dirección del P. Hübert, un extraordinario sacerdote que entregó su vida al servicio de Dios y los nicaragüenses. Originario de Alemania, hacía toda clase de gestiones para el Centro Juvenil Don Bosco. Consiguió en Alemania una máquina impresora Heidelberg y cuatro pequeñas de la misma marca y una guillotina. Con el apoyo de don Santiago Billekens, los señores Pedro Méndez y Manuel Lira, montaron el taller donde han pasado tantos alumnos y es una de las áreas productivas.

El padre Hübert animó en su vocación a jóvenes como el P. Foster Cerda, el diácono Félix Pedro Avendaño, a monseñor Juan Abelardo Mata, Obispo de la Diócesis de Estelí. El P. Hübert con las Cooperadoras Salesianas organizó cantidad de actividades para aumentar los talleres, logrando la construcción de la Escuela de Artes y Oficios. Salía a recaudar fondos, viajando en buses, acorde con su vida de austeridad. Después de ser director, estuvo en Panamá, Alemania, regresó a Granada hasta que volvió al Centro Juvenil Don Bosco, donde falleció en 1987. Fue sepultado en Granada.

EL PADRE ROSSI

Era habitual ver al P. Florindo Rossi montado en un tractor nivelando el terreno para los campos deportivos. Su tenacidad logró el cambio en las 21 manzanas del Centro Juvenil Don Bosco. Participaba en las obras constructivas, acompañado por don Luis Membreño y los estudiantes sembró los árboles que ahora dan sombra y frescor al Centro. Impulsó el deporte en sus distintas disciplinas y categorías. El terremoto de 1972 fue una prueba, junto con el P. Antonio Martín, enfrentaron la tarea de construir nuevas instalaciones.

Para 1969, el padre Florindo Rossi consigue tractores y niveladoras con la Alcaldía de Managua y el Ministerio del Trabajo para nivelar las 21 manzanas de terreno y hacer los campos de juego de los muchachos. Fueron dos años de arduo trabajo haciendo siete cuadros de baseball, siete canchas de football, tres canchas de basketball y una de voleibol. Más adelante se construyeron las metas de futbol y los back stop de baseball, se soldaron y sembraron los parales los cuales después de treinta años aún funcionan.

Otro sacerdote que dejó huella en el Centro Juvenil fue el P. Mario Fiandri. Impulsó el deporte, logró la construcción de campos y canchas, una época en que surgieron peloteros de la talla de Nemesio Porras. El P. Miguel Alvarado Pineda, fue director del Centro tres años, luego estuvo en Masaya y dirigió la Ciudad de los Niños, en Santa Tecla, El Salvador, donde falleció. Nacido en Holanda, el Hermano Santiago Billekens fue determinante en la instalación de los talleres.

El P. Orlando Calero ha ocupado importantes responsabilidades en la Congregación Salesiana, nicaragüense, tiene varios años de estar en el Centro, donde, a pesar de su edad y limitaciones físicas, continúa prestando sus servicios al Señor, fiel a los principios de Don Bosco. Otros nombres que se recuerdan en el Centro son: el P. Joaquín Montero, P. Rafael Melgar, P. Mario Fajardo. P. José Manuel Guijo, director en la década de 1980. En 1986 fue uno de los que prepararon el Congreso Eucarísticos Nacional.

Los Hermanos Bernabé Flores y José Martínez, el P. Pepe Leo. Uno de los directores Oscar Julio Vian, es ahora Obispo del Petén, en Guatemala. Hermano Víctor Julio Arias, a él se debe el auge de los talleres, después del terremoto de 1972. Hermano Oscar Pereira, estuvo a cargo de los talleres por 10 años y también promovió el fútbol. P. Luis Ángel Gómez, P, Luis Alberto Jiresta, P. Agustín Vásquez.

Hermano Fernando Murillo, un gran maestro en el taller de ebanistería. P. Michel Giorgio. Hermano Francisco Barrios. P. Guido Maroti. Hermano Virgilio Vargas, uno de los fundadores. P. Juan Manenti. Hermano Pedro Chico, estuvo a cargo de la imprenta. P. Vindel Hernández, chontaleño. P. Juan José Guzmán. Hermano Fabio Arce, falleció a temprana edad en el Centro Juvenil. P. William Arguello, actual director.

Actualmente forman la comunidad Salesiana del Centro Juvenil Don Bosco, los sacerdotes William Argüello, Germán Escamilla, Mariano Miranda, Orlando Calero y el Hermano Rodrigo Méndez. El conocido popularmente como el “Padre Carlitos”, el P. Carlos Martínez García, tiene 37 años de estar en el Centro Juvenil Don Bosco. Nació en Granada el 10 de julio de 1929, fue uno de los que impulsó el béisbol, ahora en la Comunidad Salesiana es una especie de utility. Fue valiosa su ayuda para elaborar este reportaje.

Además de las señoras mencionadas, hubo otras personas que de distintas formas contribuyeron a lo que es ahora el Centro Juvenil Don Bosco. Figuran: doña Pastora Romero de Coses, don Julio Cardenal, ingeniero Jaime Chamorro Cardenal; señoras Juanita Poessy de Argüello, Angélica Benard de Vivas, Luisa Emilia Salvatierra, Julia Lara, Rosario Coronel de Sánchez, Gloria Chávez de Rodríguez Serrano.

Han contribuido la Compañía ESSO, el matrimonio Morow, USAID, Salesian Missions, Fundación W. K. Kellogg, Canadian Food For Children, FISE, Alcaldía de Managua, Gobierno de Nicaragua, Unión Europea, Agencia Española de Cooperación Internacional, Organización LANKIDE de España, CIPIES de España, Procura Misionera de Bonn Alemania, Club Internacional de Rotarios, Paebanic, Cisco Systems, Don Bosco de Austria, Cooperación Austriaca para el Desarrollo, Proyecto Base II, entre otros.

Desde que, en 1853, Don Bosco abrió los primeros talleres de zapatería y sastrería han pasado 153 años. Ahora, en el Centro Juvenil hay bordado digital, servicios de impresión de alta calidad, clases de sistemas, talleres de carpintería, ebanistería, mecánica, panadería. A pesar de la diferencia de años, pareciera verse a Don Bosco martillando una suela o ensartando una lezna.

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