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Volver

Soledad está de luto y las dolientes la cercan como si fueran zopilotes picoteando su rostro en vez de darle besos. La tía de ojos gigantes tras esos lentes que parecen lupa, ha estirado la pata y toda la familia se reúne para darle el último adiós, menos Raymunda a quien nunca le sobra el […]

Soledad está de luto y las dolientes la cercan como si fueran zopilotes picoteando su rostro en vez de darle besos. La tía de ojos gigantes tras esos lentes que parecen lupa, ha estirado la pata y toda la familia se reúne para darle el último adiós, menos Raymunda a quien nunca le sobra el tiempo y no ha podido asistir porque ante tantas cosas que le pasan debe deshacerse de un cadáver, atender un restaurante al que llega un grupo de personas que filman una película ¿La de su vida? Tal vez, porque a Raymunda le pasan cosas tan difíciles y en tan poco tiempo que uno piensa no le dará chance de terminar sus quehaceres y menos entender a su hija antes que termine la película.

Los sentimientos de Raymunda son como una montaña rusa, de pronto llora de rabia, poco después de dolor, más tarde de duelo, al poco de nostalgia, y al rato, de decepción. Ha conocido lo espeluznante que puede ser la vida, lo mágico que a veces nos regala y lo tierno que nos da. Es un colocho de sentimientos y trata de manejarlos lo mejor posible.

Volver es la última joya de Pedro Almodóvar de quien no hace falta presentación porque su nombre es más que suficiente para darnos un baño de frescura ante la siempre aburrida, tediosa e insustancial producción de Hollywood, sí, aún con esos nombres de directores recontrafamosos que cada semana nos decepcionan.

Pero mejor vuelvo a Almodóvar y su Raymunda, una especie de Sofía Loren perdida en las calles de una provincia de España donde la mayoría de sus habitantes se han vuelto locos por el viento que les descontrola la mente y los hace ver fantasmas que vuelven porque dejaron cosas pendientes en el reino de los vivos.

La historia es una trepidante aventura, de muertos vivos y de vivos muertos, de mujeres en grandes problemas y fáciles soluciones, con una enferma de cáncer que necesita saber de su madre desaparecida misteriosamente; de Soledad a quien la aterran los muertos y más aquellos que se meten en la cajuela de los vehículos; de Raymunda a quien las complicaciones le llueven como vendaval y una fantasma que necesita un buen tinte de cabello y mucho descanso ante tantos años enterrado en la oscuridad del silencio para volver a resolver lo incompleto.

Espectáculo

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