- Que países desarrollados reduzcan subsidios, pide el bloque
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Los países sudamericanos llamaron este viernes en Río de Janeiro a reactivar la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y afirmaron que los países desarrollados tienen que tomar la iniciativa haciendo concesiones.
Los máximos dirigentes de los 12 países (o sus representantes) de América del Sur “reconocieron la urgente necesidad de completar las negociaciones de la Ronda de Doha para fortalecer el sistema multilateral de comercio que contribuya efectivamente al logro de los objetivos de eliminación de la pobreza y la promoción del desarrollo”, indicó un comunicado conjunto.
“En lo que se refiere a las negociaciones agrícolas, instaron a los países desarrollados a que aseguren mayor acceso a los productos de exportación de los países en desarrollo, reduzcan las medidas de apoyo interno y los subsidios con miras a su eliminación”, prosigue.
El Mercosur, formado por cinco de esos países (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela), reafirmó en otro comunicado “que cabe a los países desarrollados la principal responsabilidad de efectuar una contribución sustantiva en todos los capítulos de las negociaciones agrícolas, lo que permitiría destrabar el proceso negociador”.
Destacaron además la importancia de su trabajo conjunto en el G-20 de países emergentes, que lucha contra los subsidios agrícolas del mundo desarrollado.
Las negociaciones de la Ronda de Doha fueron interrumpidas en julio del 2006 y los miembros de la OMC buscan destrabarlas antes de la expiración en julio próximo del mandato (TPA) que el Congreso estadounidense le dio al presidente George W. Bush para negociar acuerdos comerciales en bloque. El G-20 quiere que Estados Unidos y la Unión Europea reduzcan sus subvenciones agrícolas, porque falsean los precios mundiales y penalizan a los campesinos del Sur. Los países del Norte piden a cambio una mayor apertura de los emergentes a los bienes industriales y servicios.
Mucha retórica política
Los presidentes del Mercosur clausuraron el viernes una cumbre de dos días en medio de reproches y polémicas, y con un tono político marcado por las críticas de Bolivia y Venezuela a Estados Unidos.
La reunión, a la que asistieron mandatarios de países del área andina, Surinam y Guyana, logró tibios avances en el objetivo de calmar el descontento de Uruguay y Paraguay, los socios menores del bloque que exigen mejores condiciones para comerciar.
El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, le dio tono político a la reunión al pedir al Mercosur enfrentar el “imperialismo” y al neoliberalismo, postura compartida por su colega de Bolivia, Evo Morales, quien aspira a integrarse al bloque regional como miembro pleno.
“En esta nueva era se impone el retorno de la política, la ideología. No el mercado”, dijo Chávez al sugerir que todos los países tomen el Estado como impulsor de la economía. “Terminó la época neoliberal en América Latina. No permitamos que vuelva y, mucho menos, las dictaduras”, dijo Chávez ante los mandatarios, la mayoría de ellos defensores de posiciones de izquierda.
Los presidentes de Uruguay y Paraguay, por su parte, volvieron a plantear la urgencia de que se mejoren las condiciones de acceso a los mercados y que se respeten, se modifiquen reglas que, según sostienen, favorecen a Argentina y Brasil, los socios mayores del bloque.
“Uruguay reclama justicia en el tratamiento de las asimetrías en los procesos de integración, después vendrán la solidaridad y la generosidad”, dijo el presidente Tabaré Vázquez ante sus colegas.
Uruguay comenzará a discutir un acuerdo comercial con Estados Unidos a fines de este mes. Vázquez ratificó el compromiso de Uruguay con el Mercosur pero volvió a pedir “flexibilización” de sus reglas para poder negociar acuerdos comerciales con otros países.
Lula dio una mano a Chávez
El presidente anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, dio un claro respaldo a Hugo Chávez, al afirmar que “el pluralismo ideológico es totalmente compatible con nuestro proyecto de integración regional”.
“Hay que respetar las diferencias en políticas internas que nuestros países adopten para enfrentar el desafío del desarrollo”, agregó Lula.
También se mostró dispuesto a aceptar como miembro pleno a Bolivia cuando afirmó: “Sean bienvenidos los hermanos bolivianos y todos aquellos que quisieran unirse a nuestro bloque”.