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Dignidad “Es difícil hacer a un hombre miserable mientras sienta que es digno de sí mismo”. Abraham Lincoln (1808-1865) político estadounidense.

Dignidad “Es difícil hacer a un hombre miserable mientras sienta que es digno de sí mismo”. Irán en América Latina La presencia del mandatario iraní Mahmoud Ahmadinejad en la toma de posesión de los presidentes de Venezuela y Ecuador, y su visita a Nicaragua, fue seriamente cuestionada por respetables sectores de opinión pública. No fueron […]

Dignidad

“Es difícil hacer a un hombre miserable mientras sienta que es digno de sí mismo”.

Irán en América Latina

La presencia del mandatario iraní Mahmoud Ahmadinejad en la toma de posesión de los presidentes de Venezuela y Ecuador, y su visita a Nicaragua, fue seriamente cuestionada por respetables sectores de opinión pública.

No fueron para menos los criterios contrarios a esa visita, a la que se tildó de incoherente, desatinada y, sobre todo, contraproducente. Hay razones de peso para ello.

La arcaica guerra santa contra Occidente tiene actualmente en Irán a su mayor punta de lanza, desde cuando se produjo aquella revolución de 1979 encabezada por el ayatollah Jomeini, que instauró, en clima de la mayor crueldad, el rígido fundamentalismo islámico. Bajo la conducción de aquel rabioso clérigo fueron conformadas redes terroristas cuyos abominables hechos estremecieron varias partes del planeta, entre ellas América Latina.

El 17 de marzo de 1992 la detonación de una poderosa bomba destrozó el edificio de la Embajada de Israel en Argentina y averió seriamente varios inmuebles vecinos. Este repudiable suceso originó decenas de muertos y centenares de heridos, además de considerables pérdidas psicológicas y materiales. Dos años más tarde, un atentado semejante, en la misma ciudad de Buenos Aires, en la Asociación Mutual Israelita produjo daños similares.

Como autores de estos execrables acontecimientos se encuentran altos dirigentes iraníes, entre ellos extremistas que laboraban en aquella metrópoli encubiertos como diplomáticos. Se espera que éstos sean capturados por la Interpol, para que la justicia gaucha no quede burlada. Se descubrió que las embajadas de Irán eran una especie de caballo de Troya para fomentar el terror.

Es preciso puntualizar que este gobernante tiene incontenible antisemitismo, que llegó a dudar del holocausto que ocasionara la muerte de millones de judíos debido a las atrocidades de los fascistas alemanes y que abiertamente han expresado su anhelo de que Israel sea borrado del mapa.

Nada recomendable es la carrera armamentista iraní que, junto a la de Corea del Norte y de espaldas al Consejo de Seguridad de la ONU, busca, con obsesión, en este campo, tener en sus manos instrumentos de aniquilación masiva.

La figura de Irán en Latinoamérica aparece como extraña y perjudicial, por decir lo menos, dentro de errónea novelería que debe ser detenida a tiempo, en aras de nuestras legítimas tradiciones occidentales, sensatez en las relaciones internacionales, alejamiento de criminales extremismos, afianzamiento de los derechos humanos, búsqueda de la paz y del progreso.

Franklin Barriga López

Salarios

La reducción de salarios anunciada por el presidente Daniel Ortega es una decisión acertada. No es posible que en el Gobierno de la República haya salarios que sobrepasen los cuarenta mil dólares pagados por agencias internacionales y por otro lado, las agencias noticiosas empalagan a la comunidad internacional diciendo que la mitad de la población vive con un dólar al día.

Los salarios de los funcionarios públicos deben ser fijados por ley y éstos deberán ser revisados año con año considerando la pérdida de valor adquisitivo, la canasta básica y otros elementos como la devaluación de la moneda.

Cuando de dinero se trata hay que hablar y actuar, binomio que puso en práctica Ortega al reducir su salario presidencial en un 68 por ciento, dando así la estocada a sus subordinados y tocándole la campana a los nocivos sobresueldos y jugosas dietas.

Las decisiones en Nicaragua durante mucho tiempo se han tomado al ritmo del nadadito de perro, dando tiempo a que salarios leoninos devoren a la mayoría de los nicaragüenses.

Los médicos y maestros serán por ahora un sector de la población que podrá en alguna medida recibir un estímulo económico de parte del Estado, de los más de 10 millones de córdobas, producto del recorte salarial. Estas profesiones se han visto sacrificadas durante muchos años al no recibir un salario justo por su valioso trabajo y han tenido que tirarse a las calles recurriendo a las huelgas y a la violencia en algunos casos para reclamar sus derechos laborales.

Pedro Rafael Gutiérrez Doña

Democracia participativa

Los consejos de la “democracia participativa” no son más que las intenciones del Frente Sandinista de crear bases subordinadas a ellos para asegurarse ventajosamente el poder. Más que todo es un aparataje legal y propagandístico. Legal porque quieren institucionalizarlos, así éstos tendrán amplio rango de actuación en la vida nacional.

El mismo hecho de llamarla “democracia participativa” es un elemento de propaganda porque atrae más a la gente humilde que piensa que van a poder ser oídos desde esos consejos, desconociendo que sólo van a ser usados como carátula para justificar las acciones que se les vaya a ocurrir a los sandinistas.

Julio Cardoza

Extremos ideológicos

Respecto al artículo de Santos Mercado que fue publicado en LA PRENSA de ayer martes 23 de enero, debo aclararle que Hitler y Mussolini no fueron de izquierda. El nacional socialismo y el fascismo son tendencias de extrema derecha, aunque se digan llamar de alguna manera de izquierda o socialistas. Vea su herencia hoy en día. De hecho muchos de la izquierda europea eran judíos asesinados o perseguidos por las tropas nazis, p or ejemplo Benjamín y Krakauer.

También puede ver los nacionalistas de derecha latinoamericanos como Somoza y Pinochet, para muestra que entre derecha e izquierda igual las diferencias son pocas en materia de derechos humanos y libertades, incluso empresariales. La diferencia entre la izquierda y la derecha política hoy es simple: una visión del mundo diferente que ambos casos se pueden ir a los extremos.

Luis Castillo

Artículo 130 Cn.

Pienso que si la Constitución Política de Nicaragua en el Artículo 130 dice: “En todos los poderes del Estado y sus dependencias, así como en las instituciones creadas en esta Constitución, no se podrán hacer recaer nombramientos en personas que tengan parentesco cercano con la autoridad que hace el nombramiento y, en su caso, con la persona de donde hubiere emanado esta autoridad. Para los nombramientos de los funcionarios principales regirá la prohibición del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad. La ley regulará esta materia”.

Entonces la señora Rosario Murillo de Ortega no debería ocupar dicho cargo, aunque diga que no está en planilla. Bien por ella en querer colaborar con el Gobierno de su esposo, pero es claro lo que la Constitución establece.

No tengo nada en contra de su nombramiento, es sólo que hay que respetar las leyes en que nos regimos. Ortega debe acatar la ley.

Antonio Jarquín

Respetar Constitución

En la campaña electoral el candidato presidencial del FSLN prometió amor, paz y reconciliación y que combatiría la pobreza. Si no cumple produciría gran decepción al 38 por ciento que le dio el voto y al otro 62 por ciento que también abriga la esperanza en que cumpla sus promesas.

No puede haber prosperidad económica, donde no hay democracia y Estado de Derecho. Las dictaduras sólo producen miserias y negación de la libertad, se retira la inversión, los donantes y hasta se pueden restringir las remesas con las cuales subsisten muchos hogares nicaragüenses.

Pretender politizar al Ejército y la Policía es un irrespeto a dos instituciones de nuestro país. El Presidente de la República debe ser el primero en respetar la Constitución, que señala los poderes Legislativo, Ejecutivo, Judicial.

Nuestro país es miembro de la Organización de Estados Americanos, OEA, y firmante de compromisos democráticos del organismos regional, los que se deben respetar.

Los gobernantes que antecedieron al actual gobierno fueron respetuosos del Ejército de Nicaragua y la Policía Nacional, que no tienen bando ni color político, solamente deben estar apegados a la Constitución de la República y a la Patria.

El presidente Ortega debe respetar el honor y la dignidad de nuestro Ejército y Policía Nacional, que sólo se deben al pueblo de Nicaragua; es necesario que ellos se sientan respaldados por los partidos políticos, centrales obreras, empresas privadas, sociedad civil, y por toda la ciudadanía, para que no se dejen utilizar por quienes tienen oscuras ambiciones de poder antidemocrático.

Nicaragua en las actuales circunstancias tiene que estar a la par de los países hermanos: Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá, Belice, cuyos gobiernos han asumido responsabilidades democráticas y construyen un Estado de Derecho, lo cual consolida la democracia al igual que la hermana República de Costa Rica. Nicaragua no puede ser la cenicienta en este proceso de integración centroamericana.

Pretender reformar la Constitución Política para dar paso a la reelección inmediata, significa el inicio de una dictadura y es darle una puñalada a la naciente democracia nicaragüense, a la integración centroamericana, a la patria del general Francisco Morazán.

Luis Solórzano

Cartas al Director

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