- Físico e informático nicaragüense considera que por medio de la ciencia se puede demostrar
Desde inicios de la civilización a muchos les ha inquietado la idea de que todo lo que conocemos como realidad en cierta forma no lo es. En la antigua Grecia, Platón en su Alegoría de la Caverna describe la realidad como “sombras en la pared”, una especie de proyección, idea que concuerda con la mitología de los aborígenes australianos y su concepto del “tiempo-sueño”. Otro ejemplo es la doctrina del “inmaterialismo”, original del filósofo irlandés del siglo XVIII, George Berkeley, en el cual la realidad corpórea (de las cosas) se reduce a la percepción que de ella tenemos.
Esa misma inquietud también le surgió al ingeniero en Física e Informática, Bernardo Sotomayor, quién no sólo se quedó con la curiosidad, sino que se decidió investigar para encontrarle una respuesta a través de la ciencia a esa inquietud.
Y producto de años de investigaciones y conjeturas concluyó que “hay posibles maneras observables que permiten demostrar que nos encontramos en una realidad un poco diferente a la que se nos presenta”, es decir, en una realidad inmaterial o virtual.
“Las cosas más sencillas de la naturaleza, tales como los componentes subatómicos, se supone que deberían ser fáciles de explicar desde el punto de vista físico y matemático, pero no es así, por lo que se requiere de matemáticas bien complejas para hacerlo. Esto tal vez se deba a que nosotros estamos viendo la estructura de nuestro mundo desde un punto de vista equivocado, entonces la vista se ve compleja”, indicó.
Agregó que después de analizar está situación decidió postular algunas conjeturas de cómo explicarlo, entonces se le ocurrió que “a lo mejor se tratara de una especie de realidad inmaterial”.
Pero lo importante de esta investigación no es sólo conocer si los seres humanos somos capaces de percatarnos que estamos frente a esa realidad, sino de que logremos demostrarlo por medio de la ciencia.
ALGO COMO MATRIX
Un ejemplo, aunque un poco fantasioso, pero sin embargo, explicativo, de una realidad inmaterial es la expuesta en la película The Matrix, donde Thomas A. Anderson (Keanu Reeves) un programador informático durante el día y un hacker con el alias Neo por las noches, que descubre que el mundo en el que creía vivir no es más que una realidad simulada a la que se encuentra conectado mediante un cable enchufado en su cerebro y donde los miles de millones de personas que viven (conectadas) a su alrededor, están siendo cultivadas del mismo modo para poder dar energía a máquinas que se revelaron contra la humanidad y que las utilizan como fuente de energía. Claro está, esto es sólo un ejemplo y es ficción, además, según Sotomayor su modelo metafísico “implica que nuestra realidad es inmaterial pero no necesariamente del tipo Matrix”.
EN TEORÍA ES POSIBLE
Sotomayor señaló que después de considerar la posibilidad de que nos estuviésemos desarrollando en una realidad inmaterial, pensó que era necesario observar “cosas” que con ayuda de la ciencia permitieran demostrarlo. “Empecé a buscar en la física y matemáticas qué cosas nos podrían indicar que viviéramos en este tipo de realidad, las busqué y encontré varias que indican que es así, consecuentemente, formulé el modelo metafísico The Infrareality Conjecture (La Conjetura de la Infrarrealidad, traducido al español). El modelo no es todavía una teoría sino una serie de conjeturas indicativas y sus postulados, que aunque basadas en su mayoría en propiedades físico-matemáticas descritas por la mecánica cuántica (una rama de la física moderna que estudia el comportamiento de la materia a escala muy pequeña) y en el teorema de la informática de Claude E. Shannon, no han sido verificadas experimentalmente”.
Para este ingeniero que laboró en el Laboratorio de Reacción de la NASA, la realidad inmaterial podría estar basada en dos planos diferentes, un plano inferior donde existen todas las cosas en forma numérica (digital) y un plano superior, nuestra realidad, donde son transformadas por una forma de equipo de naturaleza desconocida, o quizás nuestras mismas mentes, para nuestra percepción.
En este caso, de acuerdo con Sotomayor, el equipo tendría límites tal como su ancho de banda en la transformación de las señales digitales mencionadas anteriormente, como explica el teorema de Shannon y las condiciones limítrofes entre los dos planos, cuyos efectos podrían ser observables en nuestra realidad. La constancia de la velocidad de la luz es una de esas limitaciones y la mecánica cuántica nos ofrece otras más.
¿NADA CAMBIARÍA?
Sotomayor considera que de lograr demostrar su conjetura y convertirla en teoría, ese hecho no cambiaría en nada el comportamiento de las personas porque todo seguiría funcionando a como lo hemos venido haciendo por siempre. Es decir, el conocer mejor la estructura de nuestra realidad, no nos libera de nuestras experiencias ni de nuestras responsabilidades ante la sociedad ni a nuestro Creador o su propósito. El hecho de no estar conformados por materia tampoco nos libera ni del dolor físico ni de los sentimientos de felicidad o de tristeza.
Lo único que cambiaría es que el hecho de conocer mejor la estructura de nuestra realidad, nos ayudaría a enriquecer nuestro estudio de la física y mejorar nuestra tecnología. Claro está, que al saber esto, muchos seguramente se preguntarían ¿Quién creó esta realidad? Lo que nos llevaría a responder, como anteriormente, que un ser superior creó un método o quizás un tipo de mecanismo capaz de computar fuera de nuestra realidad para que pudiéramos desarrollarnos dentro de una realidad inmaterial.
Si a usted le interesan estos temas y lee bien el inglés, puede visitar el sitio www.infrareality.org vía su conexión de internet.