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Bóer sufre, León sangra

[email protected] Sobrevivió el Bóer en un partido permanentemente confuso con un final angustioso, y ahora los leones que no han podido rugir como pretendían, sudan copiosamente, hasta por sus huesos. No es como si en León anunciasen el fin del mundo, pero estas dos derrotas consecutivas han producido llagas que podrían no cicatrizar. Todo ha […]

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Sobrevivió el Bóer en un partido permanentemente confuso con un final angustioso, y ahora los leones que no han podido rugir como pretendían, sudan copiosamente, hasta por sus huesos.

No es como si en León anunciasen el fin del mundo, pero estas dos derrotas consecutivas han producido llagas que podrían no cicatrizar.

Todo ha sido difícil para los Indios, que han sufrido mucho. El haber estado muy temprano en desventaja, primero 3-0 y anoche 2-0, y sentirse terriblemente presionados en cada cierre de juego, los ha obligado a dormir con sus sistemas nerviosos alterados.

Pero los leones están sangrando más allá del esfuerzo desplegado, y aunque regresan a casa para realizar tres juegos, lo hacen cojeando preocupantemente.

Se esfumó otro probable duelo de pitcheo. Miguel Pérez estuvo caminando descalzo entre las brasas con su destreza averiada, y el poder de Luz Portobanco fue carcomido por el oportuno bateo de la tribu.

Pérez vio circular a 14 hombres en seis entradas, y Portobanco a 12 en cuatro innings y dos tercios. Se imaginan cuánta agitación fabricando inseguridad.

Ofensivamente, el factor decisivo fue el cohete del receptor indio Kelly Ramos impulsador de dos carreras en el cierre del quinto, que facilitó al Bóer una ventaja de tres.

La pizarra se movió 6-3 y el Bóer no necesitó “algo más”, excepto manejar la presión con el relevo de Ricardo Gómez, porque el ruidoso resurgir de los Leones se quedó corto en el inicio del noveno, y el marcador final quedó sellado 6-5.

Defensivamente, el viraje de Miguel Pérez, que sacó de circulación a Yosvany Almario en el inicio del segundo inning, con León tratando de ampliar el 2-0, adquirió una importancia mayúscula, porque inutilizó la agresividad de Ronald Garth y Ofilio Castro, que continuaron con hits consecutivos.

La presión creció peligrosamente tanto en el terreno como en las tribunas, con el cepillazo de Lenín Aragón impulsador de dos carreras con sólo un out en el noveno inning de los Leones.

Quedó claro que en este tipo de series no podés confiar más que en tus brazos firmes, y mantener tu bullpen lo suficientemente caliente como medida preventiva.

Con un pitcheo tan incierto, sólo en un turno al bate, el de León en el cuarto inning, no vio gente en las bases. Lamentablemente los rugidores, que han logrado golpear en frío a los Indios dos veces, no han podido sacar provecho de las mejores oportunidades que se han presentado más adelante.

Sandor Guido se ponchó en el primero con hombres en segunda y tercera, y Esteban Ramírez falló con las bases llenas. En el segundo episodio, con dos circulando, Justo Rivas se precipitó sobre el primer lanzamiento y provocó otra frustración.

Esteban se ponchó dos veces con posibilidades de empujar, y pese a ser el subcampeón de bateo fue reemplazado por el productor de dos carreras, Aragón, en el noveno.

El Bóer ha sufrido, pero se ha impuesto dos veces, en tanto el León se encuentra sudando y sangrando.

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