- ¿Qué le puede vender Nicaragua a Cuba?, se pregunta
El Presidente de Costa Rica, Oscar Arias, afirmó ayer que los nuevos poderes especiales concedidos por el Congreso venezolano al presidente Hugo Chávez son una “negación de la democracia”.
“Hay una diferencia sencilla entre un dictador y un demócrata: si el demócrata no tiene oposición su deber es crearla, mientras que el sueño del dictador es eliminar toda oposición”, manifestó el gobernante y Premio Nobel de la Paz 1987 en una entrevista en la emisora local Columbia.
Arias criticó el hecho de que Chávez pueda legislar por decreto los próximos 18 meses.
Para un dictador, dijo: “Lo importante es no tener oposición sino un poder absoluto. El demócrata cree que sólo el poder detiene al poder y por lo tanto tiene que existir una división de poderes, ya que es con esos frenos y contrapesos como mejor opera una sociedad”.
La enfermedad del caudillismo
Arias señaló que “en Suramérica tenemos una revuelta en los últimos años”, pues han vuelto en su “apogeo” un “caudillismo y populismo que son enfermedades latinoamericanas, inherentes a nuestra cultura, historia y forma de ser”.
“La diferencia fundamental hoy en Latinoamérica es entre los gobiernos que creen en la necesidad de insertar sus pequeñas economías a la economía mundial y los que creen que no; que pueden ser proteccionistas, que no hay necesidad de buscar mercados y que las alianzas son de otro tipo, como la de Venezuela y Cuba, o Nicaragua y Cuba, que ciertamente no son comerciales”, apuntó.
La alianza con Nicaragua
“¿Qué le puede vender Nicaragua a Cuba?, Nicaragua le puede vender mucho a EE.UU., a China o a la Unión Europea. No sé qué es esa alianza bolivariana más allá del deseo de perpetuarse en el poder, si se puede para toda la vida”, cuestionó el mandatario costarricense.
Arias enfatizó que el camino recorrido por Chile, que ha firmado más de 50 tratados de libre comercio con países de todo el mundo, es el que debería seguir el resto de Latinoamérica, pues así ha logrado convertirse en el país más desarrollado de la región.
Aclaró que él no es partidario ni de las políticas de Chávez, ni de las del Presidente estadounidense, George W. Bush, pues sus “preferencias” políticas en ese país “están con los demócratas”.
“Bush es demasiado belicista, demasiado guerrerista para mi gusto”, declaró.