Equipos de rescate estadounidenses anunciaron ayer el fin de sus tareas de búsqueda de restos y de sobrevivientes tras un tornado que dejó al menos 20 muertos en el Estado de Florida (sureste).
El presidente George W. Bush declaró el estado de emergencia en cuatro condados —Lake, Seminole, Sumter y Volusia— luego de que un severo frente de tormentas sembrara la destrucción en la madrugada del viernes, lanzando personas contra las casas vecinas.
“Es increíble ver cuán destructiva es la intensidad de un tornado”, dijo Charlie Crist, gobernador del Estado de Florida, que ha sufrido diversos huracanes.
Crist también declaró la emergencia en esos cuatro condados y dijo que los residentes de Florida se han unido ante la tragedia.
Trece personas murieron en Paisley y seis en Lady Lake, dijo el portavoz de ese último condado, Christopher Patton.
La cadena de televisión CNN informó, no obstante, que hubo 20 fallecidos, sin dar más detalles.
“Nuestra búsqueda y rescate ha finalizado y ahora pasamos a una etapa de recuperación, asegurándonos de cubrir las necesidades”, dijo a la AFP Jennifer Stan, del equipo de emergencia de Florida.
Varios residentes dijeron haber despertado por la madrugada del viernes a lo que parecía ser el ruido de un tren de carga.
“Me levanté de un profundo sueño. Escuché a un tren que venía y corrí al baño. Un árbol entró por la ventana de la habitación, en donde estaba mi cabeza”, dijo un residente local, David Wholly, al diario Orlando Sentinel.
Usualmente, el invierno boreal es la estación seca en Florida, pero “hay condiciones de El Niño”, dijo Nelson, que cuando está activo produce fuertes corrientes de viento cerca de Florida e inestabilidad en la atmósfera.
Aunque el fenómeno climático protege a la región de la formación de huracanes —como hizo este año— puede provocar violentas tormentas en Florida en invierno. La posibilidad ya había sido advertida al iniciar la estación.