Antes que naciera, su mamá tenía el nombre perfecto para ella: Arena del Mar, sin embargo, su papá la nombró Marina Soledad en honor a las dos abuelas. Ella misma cuenta entre risas que tuvo mejor suerte que la de su hermano Túpac Amaru.
“A mi mamá le encantan los nombres raros”, explica con cierta picardía al inicio de la entrevista.
Marina Soledad Espinal Espinoza representa a León y el año pasado ganó Señorita Verano en esa ciudad. Al conversar con ella se nota que es muy comunicativa y espontánea. A sus 18 años estudia segundo año de Medicina en la ciudad universitaria.
“Decidí estudiar Medicina porque es una carrera que ayuda a las personas necesitadas y al desarrollo de nuestro país”, dice emocionada, como imaginando ser una gran doctora.
Espinal confiesa que la mayor dificultad que ha enfrentado en el certamen es la lejanía de su familia y al contarlo se le ponen los ojos llorosos. Según dijo, ha sido criada en un ambiente con “mucho calor humano”, sin embargo, por el concurso se trasladó a Managua donde vive en una casa que alquila junto con otras dos muchachas.
Toda su vida escolar la cursó en un colegio de monjas donde aprendió su frase favorita: “Es una locura no ser lo que se es con la mayor plenitud posible”.