- Una mujer decidida. Lucero Millán vive enamorada del teatro y de su familia
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De carácter fuerte, directa, amable y decidida. En 1979 abandonó su país natal, México, para iniciar un nuevo proyecto de vida en nuestro país. Lucero Millán es fundadora, junto a su ex esposo Enrique Polo, del Teatro Justo Rufino Garay.
Durante la revolución en Nicaragua trabajaba en un comité de solidaridad en México. Cuenta que habían decidido venir por un año para aprender de la situación que se vivía en ese momento y aportar un poco con sus conocimientos; sin embargo, el trabajo, el país y la gente la enamoraron y hasta hoy lleva 27 años en Nicaragua. Un país te pertenece más cuando eliges vivir en él, señala muy orgullosa.
Desde niña hacía teatro en la calle junto a un grupito de amigas pero también se inclinó por la declamación; incluso, ganó un concurso a nivel estatal en el Estado de Sinaloa México, cuando tenía 11 años.
A través del arte de la declamación me acerqué al teatro y cuando entré a estudiarlo, me di cuenta de que no quería hacer otra cosa, señala. Perteneció a la compañía de teatro del Estado de Sinaloa; luego, en la ciudad de México, estudió literatura dramática y teatro; además, se ha especializado como maestra de actuación y directora de teatro. Hasta el momento ha dirigido más de 30 obras, es promotora de arte contemporáneo y la presidenta del Festival Internacional de teatro, monólogos, diálogos y más.
Fuera del teatro Lucero se declara una mujer enamorada de su compañero. Su hijo mayor vive fuera del país, mientras que su hija comparte con ella el amor por el teatro, ella es la luz de mi vida.
Es amante del cine alternativo y cada vez gusta menos del cine de Hollywood. Le gusta leer y entrenar a diario, un actor que no entrena, empieza a morir.