Libros
“Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer”.
Estacionamientos
No voy a decir que en las ciudades desarrolladas de Norteamérica los estacionamientos públicos o privados son efectivos; no hay necesidad de irse tan al Norte. En la misma Centroamérica desde hace ya varias décadas las capitales y ciudades más importantes tienen un sistema de estacionamiento satisfactorio.
Acá en Nicaragua, por la misma cultura a corto plazo que aprendimos, nadie se hace responsable de regular el crecimiento del comercio en referencia a los estacionamientos asignados que cada quien debe tener para sus clientes y para sí mismos, de tal manera que vemos una proliferación de bares y restaurantes en zonas residenciales, donde el único espacio disponible para estacionar es la calle.
En el sector de Plaza España hay aproximadamente 10 “negocitos” relacionados a teléfonos celulares que no ofrecen parqueo a sus clientes, por lo cual el carril derecho de la vía sirve de estacionamiento bajo la siempre complaciente mirada de la Alcaldía y la Policía Nacional. Invito a LA PRENSA que investigue si esos pequeños negocios con grandes ganancias pagan los impuestos correspondientes y si lo que ofertan es de procedencia legal.
Por último, los negocios que se pueden llamar formales también violan las normas de estacionamientos: la calle principal de Altamira está llena de comercios sin estacionamientos. En la calle principal de Bolonia solamente un restaurante de carnes, una óptica, dos librerías, un negocio de candados y un banco tienen sus propios estacionamientos (mis disculpas si hay otros); ahí hay centros de copias, bares y restaurantes, hasta embajadas sin estacionamientos, parece que la filosofía es “que busquen donde estacionarse, ese no es mi problema”.
¿La solución? Obligar a los comercios a presentar las alternativas de estacionamientos antes de dar el sí a los permisos de construcción u operación. A los ya existentes, negociar la adquisición de terrenos o casas que puedan ser demolidas e instalar estacionamientos públicos y privados cobrados, pagar por estacionarse es lo más normal en el resto del mundo. ¿Y a los que aún así quieran dejar sus vehículos donde les plazca? Pues aplicar multas, utilizar grúas para llevarse los carros y hacer que escarmienten por sus actos. Los ingresos percibidos por las infracciones aliviarán a las instituciones, eso se los aseguro. Pero ¡ojo!, en caso que el alcalde Marenco quiera (y lo dejen) ser el sucesor del presidente Ortega en un mediano plazo, aplicar estas sanciones no sumará votos de una parte de la población, pero eso ya es su decisión.
Ricardo Narváez R.
Cardenal
Me dirijo, en carácter personal, al señor Miguel Obando y Bravo: como laico católico comprometido con mi Dios y mi Iglesia católica, a quien gloría pertenecer desde hace ya 54 años porque amo a mi Señor y a mi Iglesia católica, en las que las puertas del infierno nunca prevalecerán. Dice la Biblia que es maldito el hombre que confía en otro hombre. El Cardenal ha servido muy dignamente al señor Ortega y a su camarilla desde mucho antes de las elecciones, dando espaldarazos cada vez que puede. Pero esto no es más que un golpe a la Iglesia como los que se han venido dando últimamente con el “descubrimiento de la tumba de Jesús” o la película El Código de Da Vinci, etc.
En mi carácter personal considero al Cardenal non grato para seguir siendo pastor de ovejas católicas, no confesaría mis pecados con él, por el contrario, voy a orar por su alma ya que se la vendió a los nuevos señores, al becerro de oro que hizo el pueblo israelita, ojalá su engaño dure poco.
Juan S. Robles
Alemán
No es justo crucificar a toda Nicaragua ni condenar su futuro por salvar a Arnoldo Alemán. No puede pregonar la reconciliación quien ofende e insulta a otros dirigentes liberales, porque éstos no se le arrodillan o le besan la mano, ni mucho menos decir que ayudará a reducir la pobreza si cuando fue Presidente no tuvo la capacidad de hacer lo que hoy ofrece.
Todo es demagogia en su discurso, lo único que quiere es volver a ser Presidente de la República, pero no es capaz de darse cuenta que la mayoría de la gente no lo quiere, que Nicaragua no lo necesita, que sólo va a dividir y desperdiciar el voto de un pueblo que lo repudia y ya no confía en él mayoritariamente. Sólo su círculo de hierro cercano de incondicionales son los que aplauden y vitorean que puede volver a gobernar, en lugar de hacerle ver que sólo se convertirá en otro desastre para los nicaragüenses.
El señor Arnoldo Alemán debería irse a su casa y dejarnos en paz, que ya mucho daño nos ha hecho y su culpabilidad de que Daniel Ortega haya regresado al poder con el 35 por ciento que le regaló; no se la podrá quitar de encima jamás.
Marlon José Navarrete Espinoza
“Arnoldo viene…”
Matagalpa se inquieta por tantos comentarios tantos comentarios y cosas raras acerca de que el doctor Alemán ya está libre y pronto viene. Este acontecimiento no tendría ninguna importancia si no fuera por las raras cosas que provoca: Fátima Alejandra, una niña de 11 años, que cursa su primer año en el colegio San Francisco de Asís, mandó a los medios de comunicación locales una carta, preguntando, ¿cuál era el capital de Alemán cuando llegó a Alcalde?, ¿a cuánto subió cuando llegó a Presidente?, ¿se presentaron suficientes pruebas por las acusaciones que se le hicieron de corrupción?, ¿por qué sus acusadores nunca se interesaron en que regresara lo perdido? ¿por qué sólo los que roban para la comida están en la cárcel?
El danielismo local está contento con esta visita. De seguro prestarán sus “recursos” para que la reafirmación del pacto sea un éxito. Mientras todo esto pasa se continúa pregonando la unidad entre PLC y ALN y todo indica que resultará peor la medicina que la enfermedad.
Arnoldo Alemán y su círculo de confianza jamás le fallarían a Daniel Ortega, en su desmedida ambición de perpetuarse en el poder y entonces… la noche oscura o década perdida, que tanto combatió el cardenal Obando, se recordará como un mal cuento de muñequitos.
“El gobernante falto de juicio es terrible opresor; el que odia las riquezas prolonga su vida”. Proverbios 28;16.
Leopoldo Villalta López
Reglas de Tránsito
El domingo 26 de marzo regresaba a mi casa en compañía de mi esposa y mi hija de 9 años. Circulaba de Este-Oeste sobre la Carretera Norte . En las inmediaciones de Quinta Nina, al llegar a un semáforo, noté la presencia de dos policías de Tránsito. Dado que encontré el semáforo en verde, lo pasé tranquilamente. Después de cruzar dicho semáforo uno de los policías me hizo la señal de que me parara. Pensé: “Debe ser algún chequeo de rutina”. Saludé al oficial y a continuación le pasé los documentos que regularmente piden (licencia, circulación, etc.). El oficial me saludó y a continuación me leyó un artículo de la Ley de Tránsito referente al cruce con luz preventiva. Luego de la lectura del artículo le comenté al oficial que entendía perfectamente el artículo, pero que cometía un error, ya que al pasar el semáforo éste estaba en verde. Le expliqué que me resultaba ilógico pasar el semáforo en amarillo o en verde estando dos oficiales de Tránsito de frente y visibles.
Buscando otro argumento con qué defenderme, le pregunté al oficial: “Me podría usted explicar porqué a los buses y taxis …”. En ese momento el oficial me interrumpió y me completó la oración” … se pasan la luz amarilla o roja y no los multamos ?” y luego se autorrespondió: “Esa son las orientaciones del comisionado Avellán”. Acto seguido el oficial de Tránsito me entregó mis documentos y dio la vuelta. Entendí que me dejaba ir y arranqué en mi carro.
Me dije, hasta dónde llegan algunos policías con tal de dar una mordida, será ésta la explicación de porqué los buseros y taxistas violan de manera constante las leyes de Tránsito.
Edén Torres T.
Lleno de temores
Creo que el presidente Daniel Ortega no quiere despachar desde la Casa Presidencial porque teme que pueden haber micrófonos ocultos en ese edificio y que la CIA pudiera escuchar todo lo que habla con sus allegados. También pienso que teme que en el trayecto de su casa a la Casa Presidencial algún francotirador le pueda disparar, como hicieron con Pedro Joaquín Chamorro cuando iba de su casa hacia LA PRENSA.
Realmente Daniel Ortega parece demostrar que vive lleno de temores.
Róger Sánchez