- Sindicatos afines y opositores al Gobierno adelantan que paralizarían al país si no es significativo el incremento del nuevo salario mínimo
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Los gremios de trabajadores del país están dispuestos a hacer bulla a finales de esta semana si no logran un incremento del 25 por ciento en el salario mínimo y no se garantiza la estabilidad laboral en las instituciones gubernamentales.
Luis Barbosa, uno de los líderes del Frente Nacional de Trabajadores (FNT), afín al Ejecutivo, adelantó que si no hay resultados “satisfactorios” en la sexta sesión de la fijación del nuevo sueldo mínimo, que acontecerá el próximo jueves en el Ministerio del Trabajo (Mitrab), iniciarán una jornada de protestas a nivel local.
“Si no se logra un acuerdo se convocará a nivel nacional hasta una huelga masiva e indefinida”, recalcó Barbosa.
Entretanto Antonio Jarquín, representante del Congreso Permanente de Trabajadores (CPT), opositor al Poder Ejecutivo, señaló que están dispuestos a unirse al FNT en la demanda laboral.
Aunque al mismo tiempo expresó que “hasta no ver no creer. Quisiéramos ver si el FNT va a ser consistente entre lo que expresan con lo que hacen”, dijo.
El Gobierno y el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) proponen entre un 10 y un 10.4 por ciento de aumento salarial.
Hecho que es mal visto por los sindicatos descritos pues aducen que con ese porcentaje no cubren el costo total de la canasta básica, de 53 productos, que alcanza los 3,500 córdobas con la inclusión del alquiler de vivienda.
Mientras tanto los sindicatos de Trabajadores y Empleados de la Empresa Portuaria Nacional (EPN), anunciaron ayer que mantendrán plantones en la entidad en reclamo de 40 despidos.
El Sindicato Autónomo de Trabajadores y Empleados de la EPN y el Sindicato Lolo Molina, afín al Gobierno, incluso manifestaron que expondrán sus denuncias ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), la Asamblea Nacional y la Curia Arzobispal.
El presidente ejecutivo de la EPN, Virgilio Silva, no se pronunció al respecto.
Filemón Bonilla, secretario general del Sindicato Lolo Molina, de tendencia sandinista, indicó que las intenciones de la actual administración de la EPN es “desarticularizar a los sindicatos, después caerle al convenio colectivo y hacer una negociación al gusto de sus intereses”, por eso se mantendrán firmes.