- Una nueva onda tropical, que durante este invierno ya se cuenta como la número cinco, llega al territorio nacional. El clima sigue caliente por los rayos del sol, pero aún hay remanentes del eje de vaguada que ya provocó serios daños a las vulnerables ciudades de Nicaragua. Esos factores son los que prometen más lluvias, de Este a Oeste, sobre el territorio nacional
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La naturaleza no da tregua y apenas unas horas después de que un eje de vaguada, o zona de bajas presiones, creara un verdadero caos en varias zonas del país, una nueva onda tropical llegó al territorio nicaragüense, de acuerdo con los datos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).
La onda es la número cinco que llega al país y aunque se prevé traiga lluvias “moderadas y con actividades eléctricas”, su relación con la poca nubosidad en el ambiente nicaragüense y el remanente del eje de vaguada, como se le denomina científicamente a las entradas de aire frío que al hacer contacto con vientos cálidos de la superficie terrestre generan mucha nubosidad y precipitaciones lluviosas, podría variar el diagnóstico y provocar lluvias con mayor intensidad, explicó el meteorólogo Carlos Zapata.
La onda tropical número cinco se desplazó ayer de la zona de Panamá al Atlántico de Nicaragua, a una velocidad de 30 kilómetros por hora.
En todo el día de hoy, el fenómeno, considerado como normal durante el invierno, se extenderá sobre el territorio nacional de Este a Oeste, explicó Zapata.
LLUVIA DESIGUAL
De acuerdo con el informe oficial del Ineter, las lluvias del pasado viernes 15 cayeron de forma desigual sobre el territorio nacional.
En Puerto Cabezas y Juigalpa, durante la tarde y noche del viernes pasado, llovió cinco milímetros de agua. Mientras en Ocotal se contabilizaron 5.5 milímetros de agua.
De acuerdo con el reporte, en la zona norte de Managua llovió ocho milímetros de agua. Sin embargo, en la zona del Colegio Americano se calculó hasta 40.9 milímetros de agua.
Luego de varios análisis, el Ineter determinó que las precipitaciones lluviosas durante junio podrían oscilar entre 100 y 250 milímetros para el Pacífico. Mientras, la Región Norte del país podría reportar precipitaciones entre 100 y 150 milímetros.
La Región Central podría variar entre 150 y 250 milímetros. Una cantidad superada por las probabilidades del Atlántico, donde se podrían reportar acumulados de lluvias entre 300 y 500 milímetros.
Para julio próximo, los pronósticos indican mayores lluvias.
MANAGUA LA MÁS AFECTADA
Las lluvias, como ocurre de forma casi tradicional, afectaron seriamente las comarcas ubicadas al sur de Managua. Mientras, los barrios San José Oriental, el María Auxiliadora y la zona de El Paraisito también reportan graves daños en unas sesenta viviendas.
Los datos del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred) en Managua reportan que los mayores daños ocurrieron en los Distritos Tres, Cuatro y Cinco de la capital.
“Los daños reportados en su mayoría son de viviendas anegadas por el agua de la lluvia”, indicó el mayor Norman Sánchez, oficial de turno del Sinapred.
La Defensa Civil también está en alerta por las próximas lluvias en el país, indicó el mayor Ramón Tercero, oficial de turno de Defensa Civil.
De acuerdo con los datos de esa instancia del Ejército de Nicaragua, dos personas fallecieron la noche del viernes pasado en diferentes puntos de Managua, tras ser arrastradas por fuertes corrientes de agua producto de la torrencial lluvia que azotó varias zonas del país.
Aún se desconoce la identidad de uno de los jóvenes fallecidos, mientras las autoridades reportaron que José Calero, de 24 años, también pereció al ser arrastrado por una fuerte corriente cerca del Colegio Lincoln, en el sector de Esquipulas, Carretera a Masaya.
En otras zonas del país, como en Rivas, también se reportaron daños por las recientes lluvias.
La caída de una parte del muro del cementerio de Rivas, daños en equipos de una de las radios locales de esta ciudad, falta de fluido eléctrico, averías en una torre de la empresa Enitel y la interrupción del servicio de internet, fueron algunos de los hechos ocurridos en este municipio.
Mientras, en Ocotal, las autoridades municipales debieron activar, desde el jueves pasado, el Comité de Prevención, Mitigación y Atención a Desastres.
Una tormenta acompañada de fuertes vientos durante la tarde del jueves causó la destrucción total de unas 10 viviendas y destrucción parcial en al menos otras 60 viviendas de Ocotal.
HOSPITAL EN MAL ESTADO
Las pérdidas económicas en el Hospital Roberto Calderón podrían ser de varios miles de dólares si mañana se comprueba que los aparatos de rayos X y de laboratorio no funcionan debido a la humedad provocada por la inundación del viernes por la noche, mientras la lluvia bañaba la capital.
El director del hospital, doctor Ariel Herrera, relató que las corrientes de agua llegaron de los barrios aledaños e inundaron las Salas de Emergencia, Rayos X y Laboratorio.
Agregó que el agua amenazaba con llegar hasta la Sala de Operaciones, pero los doctores, enfermeras, personal administrativo y familiares de pacientes “se unieron” para ayudar a desviar las fuertes corrientes y evitar mayores daños en el centro hospitalario.
El médico agregó que hubo un momento que el agua les llegó hasta las rodillas a quienes se encontraban dentro del Hospital Roberto Calderón .
“No hemos encendido los equipos, vamos a esperar la orden de los técnicos del Ministerio de Salud (Minsa), esperamos que estén en buen estado, porque hay unos que valen hasta 70,000 dólares”, expresó ayer el doctor Herrera.
Según el médico, la inundación se produjo porque muchos tragantes ubicados en los alrededores del hospital estaban obstruidos de basura y eso produjo que el agua se saliera de su nivel y “entrara con fuerza” a varias salas del hospital.
SIN EMERGENCIA
Herrera dijo que la intensidad de las aguas obligó a trasladar a los pacientes de la Sala de Emergencias hasta la Consulta Externa. Aunque el viernes habían 45 personas –en observación y en espera de atención— ayer estaban sólo siete.
Sin embargo, el médico aclaró que por las labores de limpieza que aún realizan y por la falta de equipos la Sala de Emergencias está cerrada y los pacientes son mandados a los hospitales Lenín Fonseca y Alemán Nicaragüense.
“Es que no podemos arriesgar a los pacientes, alguien que viene de emergencia necesita una placa o algún examen y no lo estamos realizando, aquí todavía está sucio, debemos limpiar bien y después vamos a desinfectar las salas afectadas”, aseguró el administrador del hospital, Roberto Rocha.
Ayer cuando se inundó el Hospital Roberto Calderón habían 188 pacientes internos. Noel Reyes, quien lleva varios días en el hospital por una úlcera, era uno de ellos. Aunque el agua no llegó hasta la Sala de Varones él ayudó a repelerla.
Reyes aseguró que el viernes por la noche a lo interno del hospital “todos corrían de un lado para otro” trasladando pacientes y tratando de salvar los equipos del agua.
“Al final todo se controló, pero hay que tratar de que esto no ocurra”, dijo el paciente de 43 años.
LA PRENSA intentó comunicarse con la Ministra de Salud, Maritza Cuan, para saber si otras unidades en Managua o de los departamentos fueron afectadas, pero no respondió a nuestras llamadas telefónicas.
El director del Sistema Local de Atención Integral en Salud (Silais) de la capital, doctor Julio César Caldera, al ser consultado aseguró que sólo en el Hospital Roberto Calderón se reportaron daños. Es conocido que por lo vetusto del sistema de drenaje de los barrios aledaños y de los mismos hospitales o centros de salud, ocurren con frecuencia percances como el sucedido el viernes en la noche.