- Durante 19 años Julio Rocha López, el cinco veces reelecto presidente de la Federación Nicaragüense de Futbol (Fenifut) ha sido objeto de críticas más negativas que positivas. A pesar que le ha dedicado mucho tiempo al futbol, las controversias giran entorno a su larga presencia como presidente, pero principalmente sobre el grado de transparencia con que administra el futbol nacional
[/doap_box]
Ambiguos manejos en la Fenifut
La trayectoria del presidente de la Federación Nicaragüense de Futbol (Fenifut), Julio Rocha está llena de controversiales acusaciones en su contra, las que siempre esquiva por la alianza con algunos dirigentes departamentales y el respaldo que posee de los directivos de la FIFA como el de su más cercano aliado, Jack Warner, presidente de la Confederación Norte-Centroamericana y del Caribe de Futbol, Concacaf, quien lo ayudó a ser presidente de Unión Centroamericana de Futbol, Uncaf en el 2003, cargo que ostentó hasta este año.
Las acusaciones contra el presidente de Fenifut iniciaron formalmente en el 2002, cuando Ronald Bolaños, presidente de la Asociación de Futbol de Masaya, lo acusó ante la FIFA de malos manejos administrativos.
Bolaños mandó en una carta a la FIFA, en la que denunció las diversas anomalías que supuestamente Rocha cometía en su cargo de presidente.
Por su parte la FIFA respondió ante la solicitud de Bolaños y el 19 de noviembre del 2002 giró una carta a Rolando López Sanders, secretario general de Fenifut para que investigara el caso.
López Sanders, otro aliado de Rocha, no encontró ninguna prueba que culpara a su presidente, pese a los documentos legales que presentó Bolaños.
Bolaños también envió documentos a las oficinas centrales de la FIFA en Zurich, Suiza, para comprobar la culpabilidad de Rocha, pero éstos no aceptaron la correspondencia.
“Envié documentos formales a la FIFA para comprobar los malos manejos que hacía Julio Rocha, pero ellos no aceptan desde entonces correspondencia a mi nombre. Todos sabemos que Julio Rocha y la FIFA son de la misma calaña”, asegura Bolaños.
LA PRENSA se comunicó por correo electrónico con Serge Dumortier, encargado de proyectos FIFA para las Américas, para conocer de qué manera evaluaron el caso de Rocha.
Dumortier contestó lo siguiente: “En relación a su consulta le comento que permanentemente nuestro Oficial de Desarrollo en Guatemala, el Sr. Mauricio Caballeros, supervisa los trabajos del Proyecto Gol, los estatutos, el control de la asistencia Financiera y otros asuntos”.
El 9 de noviembre del 2004 Bolaños denunció nuevamente a Rocha, pero esta vez ante Joseph Blatter, presidente de la FIFA, quien estaba de visita por Nicaragua. Ante las acusaciones, Caballeros se encargó de supervisar el caso.
“Si no mal recuerdo cuando estuvimos en Nicaragua y este señor Bolaños presentó esta queja públicamente, el presidente Joseph Blatter y yo hablamos sobre este asunto y comenzamos a investigar. Yo me encargué del caso y la FIFA asignó a otras personas y no encontramos ninguna prueba contundente, ni física de las acusaciones. Se esperaron las supuestas pruebas y no aparecieron por mucho que estuvimos pendientes”, aseguró Caballeros vía telefónica a LA PRENSA.
Lo curioso del caso es que Caballeros también se le involucró en uno de los mayores escándalos en Guatemala.
En el 2003, cuando es reelecto al cargo de Presidente de la Federación Guatemalteca de Futbol fue acusado de malversación de fondos. El caso fue tan sonado que fue a parar a manos del Contralor General de Cuentas, Oscar Dubón, quien procesó a Caballeros por la falta de 185 mil quetzales de los fondos de la federación de este país.
El Comité Ejecutivo de la FIFA, intervino en el 2004 y decidió levantar la suspensión a la Federación Guatemalteca, la que significaba marginar a la selección de ese país y a los clubes de los torneos internacionales oficiales y amistosos.
Ese mismo año Caballeros salió libre, dejó el puesto de presidente y la FIFA lo “premió” con el cargo de Supervisor del Proyecto Gol para Centroamérica y el Caribe.
Las relaciones de Caballeros y Rocha siempre han sido excelentes, ambos trabajan con la Federación Internacional y ahora con el proyecto de la construcción del Estadio Nacional en Managua.
Personería no aparece
En febrero de 1960, la Federación Nicaragüense de Futbol obtuvo su personalidad jurídica, pero con las reformas a inicios de los años noventa, todas las federaciones nacionales debían registrarse nuevamente, sin embargo los documentos indican que Rocha no lo hizo.
Hasta el momento la declaración oficial que otorga personalidad jurídica a Fenifut no aparecen en La Gaceta, diario oficial del Estado. Sólo están publicados los estatutos que salieron oficialmente reconocidos 22 de abril del 2004.
Asimismo Helen Tijerino, asesora legal del Instituto Nicaragüense de Deportes, IND, confirmó que la Fenifut no aparece registrada en esa institución con personalidad jurídica.
“En el 2006 se pidió al Ministerio de Gobernación una lista de las federaciones que tenían personalidad jurídica y la Fenifut no aparece, sólo la Asociación de Futbol de Masaya. Aunque nosotros hemos insistido que la Fenifut presente la declaración oficial, ellos no la presentan, sin embargo hay indicios que pueden hacernos pensar sobre su personalidad jurídica”, señaló Tijerino.
En términos legales, los indicios no son pruebas contundentes para determinar si una federación tiene personalidad jurídica, a menos que tenga la declaración oficial y en el caso de Fenifut sólo aparecen los estatutos reformados, donde extrañamente mencionan como presidente a Ronald Bolaños, quien realmente preside la Asociación de Futbol de Masaya.
“Aparezco como presidente de la federación de futbol y no sé por qué. Hasta donde yo sé Julio Rocha es el presidente. ¿Para qué fines utilizo mi nombre?, no lo sé, para nada bueno puede ser y por eso llevo dos años en los juzgados, demandando a Rocha por absolución de cargos”, contestó Bolaños.
Tijerino comentó al respecto que tiempo atrás la federación presentó una fe de errata, la cual cambia el nombre de Bolaños como presidente de Fenifut, a nombre de Julio Rocha López.
A nombre de Rocha
Otros de los casos que comprueban la ausencia de personalidad jurídica de esta federación son las propiedades que se compraron con dinero donado de las federaciones alemanas y españolas de futbol y que están a nombre de Julio Rocha: la Escuela de Talentos y las oficinas de la Fenifut.
LA PRENSA entrevistó a Orlando Esquivel, vendedor del terreno de la escuela y explicó que vendió las tierras a nombre de Rocha, porque la Fenifut no tenía personalidad jurídica.
“Hace como unos siete u ocho años le vendí los terrenos de la Escuela de Talentos a Julio Rocha. El problema es que Rocha me dijo que los terrenos eran para la Fenifut, pero como no tenían personalidad jurídica los pondría a nombre de otra persona hasta que estuvieran en regla su personalidad jurídica. Quien se encargó de los arreglos legales de la compra fue una de las hijas de Julio Rocha, que es abogada”, afirmó Esquivel.
Otra de las propiedades que debería estar a nombre de Fenifut son las oficinas centrales de la federación ubicadas en el Reparto Largaespada, aunque el registro oficial de propiedades de Managua decreta: “María de Jesús Gutiérrez, certifica que la propiedad pertenece a Julio César Rocha López por compra hecha a Digna María Laguna”.
Estos hechos ponen en riesgo las propiedades de Fenifut, ya que ninguna de ellas pueden estar a nombre de una federación que no presenta un perfil legalmente reconocido y siendo Rocha propietario oficial podría reclamarlas sin ningún problema.
Conflicto con derechos
En el 2004, Enitel, mostró interés en comprar los derechos de transmisión de los juegos del Campeonato Nacional de Primera División, en el que los clubes serían beneficiados económicamente.
Sin embargo, Julio Rocha interfirió, alegando que los derechos de transmisión le pertenecen a la Fenifut y que por lo tanto la empresa Enitel debía negociar con ellos. Allí empezaron a surgir los problemas.
“Lo que tratamos de hacer fue un bonito proyecto donde pudieran participar la mayor cantidad de empresas posibles y que los equipos tuvieran un respaldo económico extra. Eso funcionó razonablemente bien, pero resultó bastante caro y problemático luego que supimos que negociábamos con la persona equivocada”, explicó Luis Perey, gerente de operaciones de Enitel en Nicaragua.
Según Perey, no existieron problemas entre Rocha y él, pero en ocasiones, los mediadores de ambos fueron algunos directivos como Danilo Abud, presidente del Diriangén.
“Cuando los clubes nos fuimos a huelga, la tensión era más fuerte, no nos poníamos de acuerdo con Julio Rocha y es que no era porque queríamos llevarnos toda la tajada, sino para que la repartición de los derechos de transmisión fuera compartida y no que la Fenifut se llevara la mayoría de las ganancias. En ocasiones yo llegué a ser como un enlace entre Rocha y Perey”, explicó Abud.
Luego que se llegó a un acuerdo, pero al terminar el campeonato, Enitel no quiso renovar el proyecto de transmisión de juegos con Julio Rocha para una segunda temporada.
Esta no es la primera vez que Julio Rocha negociaba los derechos de transmisión de juegos locales con una empresa.
Según Francisco Cuadra, ex vicepresidente de Fenifut, en otras ocasiones el dirigente del futbol pinolero puso a la venta los derechos de transmisión con la filial de TV Power Forever, en Nicaragua.
Asimismo, Ronald Bolaños afirma que Rocha vendió los derechos de transmisión a esta misma empresa cuando Nicaragua está eliminándose para el mundial del 2006.
“Julio Rocha vendió por más de 500 mil dólares los derechos de transmisión a Power Forever, cuando Nicaragua estaba participando en las eliminatorias, incluso ya estaba buscando en México a quién podía venderle los derechos porque él juraba que la selección le ganaría a San Vicente y por ende nos enfrentaríamos con la selección mexicana”. aseguró Bolaños.
La eterna construcción del estadio
Uno de los proyectos más ambicionados de Rocha es la construcción de un verdadero estadio de futbol, con los aportes de la UNAN-Managua, FIFA, Alcaldía de Managua, el Gobierno y el equipo Necaxa de México.
El estadio lleva más de dos años y medio de construcción sin terminar en su totalidad la primera etapa. En octubre del 2006, la federación emitió un comunicado, diciendo que la grama sería puesta en noviembre del año pasado, pero no se hizo porque según Rocha la grama estaba retenida en la aduana.
LA PRENSA consultó a una persona relacionada con el proyecto del estadio, quien pidió que su nombre no fuera revelado.
Esta fuente aseguró que “la grama está en Nicaragua desde octubre del año pasado. Un porcentaje del material lo tiene una de las bodegas de La Meca, otro está en la casa de Lenín Cerna, otra más en la Fenifut. San Alpo dirigido por Roberto Sánchez es uno de los socios de La Meca. Si el contrato dice que la grama debía ser puesta desde noviembre, entonces la empresa constructora San Alpo gana el interés del retraso de la contratación. La pregunta es si Julio Rocha ganó parte de ese interés”, explicó.
Se conversó vía telefónica con Roberto Sánchez, presidente de la empresa de canchas deportivas San Alpo, en la cual negó las declaraciones de la fuente que consultó LA PRENSA.
“La Federación ha tenido algunos atrasos con los movimientos de tierra, pero en ningún momento nosotros ganamos ningún interés. Es cierto que soy uno de los socios de La Meca en Nicaragua, pero eso nada tiene que ver con el estadio, además mi empresa ha trabajado en otras construcciones deportivas en este país y de manera transparente”, señaló Sánchez.
Según lo declarado por la fuente, San Alpo estaría ganando un interés de ocho meses de retraso por una contratación valorada inicialmente en 557 mil doscientos once dólares. Los atrasos causan pérdidas monetarias en el proyecto y aparentemente Rocha no hizo nada para acelerar la construcción.
Ante estas acusaciones, Rocha se limitó a decir en conferencia de prensa que la grama nunca estuvo en casa de ninguna persona y que los siete millones de dólares gastados en el estadio han sido de manera justificada, pero no presentó en el informe documentos que avalen estos gastos.
La grama fue vista a luz pública hace unas semanas, cuando Julio Rocha declaró en un programa deportivo de gran audiencia radial que la grama estaba en Nicaragua, justo después de que LA PRENSA había consultado la fuente de LA PRENSA y que Rocha se negara a una entrevista.
Dentro de los gastos en la construcción del estadio también se encuentra el déficit de 20 mil dólares.
Según los mismos informes de la Fenifut esta cantidad fue utilizada para viajes “necesarios” que realizó Rocha afines al proyecto. Uno de los destinos fue México, donde el club Necaxa donó a la federación los planos del estadio, sin embargo la cifra de 20 mil dólares es aún muy alta para gastos de viaje, tomando en cuenta que lo primordial es invertir en la construcción del estadio.
Pese a todos estos extraños manejos administrativos, Julio Rocha se mantiene en el trono de la Fenifut como un dictador aferrado a su imperio.
Son 19 años esclavizantes, durante los cuales, el futbol es manejado bajo las órdenes de un dirigente que goza de innumerables beneficios personales, un paquete tentador que a nadie le gustaría dejar. Bajo la dirigencia de Rocha, el futbol en su nivel deportivo no presenta signos de vida positiva. Los resultados hablan por sí solos, Nicaragua no ha logrado pasar de una segunda fase de una eliminatoria mundialista y hasta hoy es considerada como la “Cenicienta” de Centroamérica.