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En esta foto Rosa Alba está de blue jeans, durante una fiesta familiar realizada antes de su partida hacia Estados Unidos. (LA `PRENSA/CORTESÍA)

Desaparece rumbo a Estados Unidos

CORRESPONSAL/MIAMI Era el 2 de agosto del 2005, día en que Rosa Alba Balladares Chavarría, de 31 años, llena de ilusiones partió de su humilde hogar ubicado en la comarca La Grecia, a tres kilómetros de Chinandega, rumbo a Estados Unidos en busca de un empleo que le habían prometido y que le generaría mayores […]

CORRESPONSAL/MIAMI

Era el 2 de agosto del 2005, día en que Rosa Alba Balladares Chavarría, de 31 años, llena de ilusiones partió de su humilde hogar ubicado en la comarca La Grecia, a tres kilómetros de Chinandega, rumbo a Estados Unidos en busca de un empleo que le habían prometido y que le generaría mayores ingresos para sostener a sus cuatro hijos a los que dejaba al cuidado de su madre.

Ese fue el último día que su familia tuvo contacto con ella y desde entonces se encuentra desaparecida.

Felícitas Balladares Chavarría, hermana de la desaparecida, relató que su familia vive momentos de angustia y en busca de ayuda que les lleve a dar con el paradero de su pariente, hasta ahora no poseen ninguna pista.

“Ella llegó a despedirse, llevó todas sus pertenencias y repartió su ropa, cadenas, anillos, la plancha a la familia, nos dijo que había logrado reunir los seis mil 500 dólares que le cobraba el coyote para llevarla a Estados Unidos, prometió comunicarse una vez que llegara, pero nunca recibimos una llamada”.

SIN EMPLEO

Rosa Alba residía y trabajaba en El Salvador, hacia donde emigró obligada por la falta de oportunidades de empleo en su natal Nicaragua.

“Ella trabajaba en el Restaurante La Luna, en Sacatecoluca, cerca de San Salvador. Constantemente se comunicaba con nosotros y viajaba una vez al mes a Nicaragua para ver a sus hijos, por eso nos parece muy extraño que desde que se fue no se haya comunicado, mi mamá está preocupada”.

Felícitas dice que su hermana laboraba como mesera en el Restaurante La Luna, de acuerdo con la información que ella les suministró. También les dijo que sus patrones le habían ofrecido viajar y trabajar en un Restaurante en Miami, donde supuestamente ganaría más dinero, pero la familia Balladares no conoce a los propietarios del negocio ni sus nombres, tampoco han viajado a El Salvador en busca de información sobre el paradero de Alba Rosa, debido a que no poseen recursos económicos.

“Ese día nos dijo que a El Salvador, de donde partirían hacia EE.UU., pero no nos dio más detalles. Lo que sí sabemos que ella no está en El Salvador, que ella se fue. Nosotros estábamos dando un tiempo para que ella se pudiera comunicar con la familia, pero el tiempo pasa y la angustia crece, porque no sabemos nada de ella”, aseguró Felícitas.

COINCIDENCIAS

Felícitas se comunicó con LA PRENSA tras conocer la noticia de una mujer que fue abandonada por el coyote en el desierto de Texas, en su intento por ingresar a EE.UU.

El hecho se registró hace un par de semanas. La edad, el nombre y el hecho que ambas son originarias de Chinandega, eran elementos coincidentes para la familia Balladares, que por un momento vio una luz de esperanza, sin embargo, se desvaneció tras confirmar que se trataba de otra persona.

El Consulado de Houston dijo que la mujer que fue abandonada en el desierto y la desaparecida, no es la misma persona.

Alba Rosa Ruiz Gutiérrez es la nicaragüense que fue abandonada por el coyote cuando convulsionaba a causa de las altas temperaturas y la larga caminata, horas más tarde fue rescatada por la patrulla fronteriza. Tiene 32 años y es originaria de Chinandega.

El Consulado dice que Ruiz, quien aún permanece en un hospital en Texas, ya fue reconocida por sus familiares que radican en Estados Unidos, por lo tanto descartan que se trata de la misma persona.

“Mi mamá fue a Cancillería y le dijeron lo mismo, que no es la persona que estamos buscando”, dijo Felícitas.

SIN INFORMACIÓN

Edgard Macías, director de Atención a Connacionales en el Consulado General de Nicaragua en Miami, dijo que en los archivos de esa sede no poseen información acerca de Alba Rosa Balladares, ni la han recibido de ninguna dependencia en Estados Unidos, como Inmigración o la Policía.

Alba Rosa Balladares tiene cuatro hijos pequeños de 12, 10, 7 y 5 años, quienes preguntan por su madre.

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