- Concejal hispano destaca aportes de nicaragüenses a la economía de Massachusetts
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Boston, MassachusettsEspecial para LA PRENSA
La comunidad nicaragüense en Massachussetts izó su bandera por décimo año consecutivo en el City Hall Plaza, en Boston, este septiembre, aunque este año la izaron a media asta en señal de duelo, por los más de cien muertos que dejó en Nicaragua el huracán Félix.
Marcos Torres, representante del Alcalde de Boston, Tony Menino, agradeció la presencia de los nicaragüenses en la Alcaldía de esa ciudad estadounidense y resaltó que en el City Hall Plaza siempre habrá un pedacito de Nicaragua, para que los nicas lleguen a celebrar su independencia.
El principal concejal hispano en el Consejo de Boston, Félix Arroyo, destacó la labor de la comunidad nicaragüense en diferentes áreas económicas de Massachusetts y les recordó, con palabras del poeta Rubén Darío, que “si pequeña es la Patria uno grande la sueña”.
Jóvenes nicaragüenses mostraron los bailes folclóricos de su tierra de origen y el presidente de la comunidad, Alfonso Hernández, declamó poemas.
“Yo invito a mis hermanos a que nos pongamos la mano en el corazón para que nos desprendamos de un poquito y lo enviemos a nuestros hermanos caribeños, que han perdido todo en este desastre natural”, pidió Hernández al recordar los estragos que causó el huracán el cuatro de septiembre pasado en la Región Autónoma Atlántico Norte (RAAN) de Nicaragua.
“Recordemos que en estos momentos tan críticos es cuando se conoce el verdadero valor del ser humano, ayudando a sus semejantes, desprendiéndonos, no de lo que nos sobra, pero sí de lo que nuestros hermanos necesitan urgentemente para paliar un poco el dolor ocasionado por la naturaleza”, agregó.
CRITICAN PERSECUCIÓN MIGRATORIA
El presidente de la organización de nicaragüenses en Massachusetts también se refirió a los problemas que enfrentan los hispanos indocumentados en Estados Unidos, al ser perseguidos por Migración.
“Ellos siguen atacando a nuestra gente, porque sólo a nuestra gente (hispana) es a la que persiguen; nos quieren hacer la vida imposible, más no saben que sin nuestras manos sus cosechas y economía se paralizan”, afirmó Alfonso Hernández.
A los inmigrantes hispanos los calificó como “gladiadores que cruzan la frontera del desierto, aguantando hambre y sed; muchas veces mueren nuestros gladiadores en el camino por buscar un mejor futuro, para levantar la economía de este país y poder sustentar a los que atrás han dejado”.