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Nicaragüenses en miami se reunieron por segundo año consecutivo para recaudar fondos en beneficio de los ancianos. (LA PRENSA/ J. FLORES)

Miami da más ayuda para ancianos de Chinandega

Mejorarán condiciones del asilo que manejan los franciscanos CORRESPONSAL MIAMI Son personas indefensas, frágiles por su avanzada edad, abandonadas por la sociedad y hasta por su propia familia. Su único refugio: el Asilo de Ancianos Fray Francisco Domínguez, en Chinandega, institución que con grandes limitaciones económicas les abre los brazos para cuidarles y darle el […]

  • Mejorarán condiciones del asilo que manejan los franciscanos

CORRESPONSAL MIAMI

Son personas indefensas, frágiles por su avanzada edad, abandonadas por la sociedad y hasta por su propia familia. Su único refugio: el Asilo de Ancianos Fray Francisco Domínguez, en Chinandega, institución que con grandes limitaciones económicas les abre los brazos para cuidarles y darle el calor humano del que han carecido en la última etapa de sus vidas.

Un total de 55 personas son albergadas en el asilo de ancianos de Chinandega, cuyas edades oscilan entre los 80 y 90 años.

Es por esa razón que dos mujeres, Yoya López y Mary Lou de Chiong, con el apoyo de un grupo de personas en Miami, se han dado a la tarea de recaudar fondos a través de una cena y rifas de boletos aéreos y canastas con víveres, en un evento que por segundo año consecutivo realizan en el Restaurante El Novillo, en Miami.

Los recursos serán destinados a mejorar las condiciones de vida de los ancianos.

LA INICIATIVA

La iniciativa surgió hace dos años luego de visitar el asilo de ancianos, y constatar el deterioro en la infraestructura del edificio, que de no recibir mantenimiento podría colapsar y provocar una tragedia.

“La mayoría de las organizaciones benéficas aquí en Miami que ayudan en Nicaragua, están enfocadas a los niños que tienen muchas necesidades, pero los ancianos son bien olvidados, especialmente en este asilo donde sus familias los llegan a dejar y nunca más los vuelven a ver; se les avisa cuando han muerto y ni siquiera llegan a enterrarlos, así es que el asilo asume hasta los gastos del entierro. Entonces, por qué no facilitarle la vida a estos ancianos para vivir en mejores condiciones, con dignidad y respeto. Estos ancianos no tienen futuro, solo unos días para vivir regularmente bien”, expresó López.

MUCHAS NECESIDADES

Con los fondos recaudados el año pasado, la dirección pudo comprar un vehículo en que hoy puede realizar las compras para el abastecimiento del asilo y trasladar a los ancianos enfermos al hospital, y además se logró realizar algunas mejoras al edificio.

Pero aún hay muchas necesidades por resolver. Con los fondos recaudados en la cena, planean cambiar parte del techo, dándole continuidad a la reparación del edificio, instalar abanicos, comprar una cocina industrial, forrar toda la cocina con cedazo para mejorar las condiciones de higiene y ampliar la capilla, para que los ancianos tengan un lugar de oración.

CUIDADOS HASTA QUE FALLECEN

Fray Francisco Solórzano Rodríguez, director del asilo, dijo que debido a que estos ancianos son abandonados por su familia, la administración asume el cuidado, alimentación y las medicinas hasta el momento en que fallecen.

“La mayoría sufren enfermedades, algunos padecen afecciones en los pulmones por los trabajos que desarrollaron en su juventud; otros, problemas del corazón, en la columna, hipertensos, diabéticos y otros que presentan enfermedades propias de la vejez. Son problemas de salud que vamos tratando con ayuda del hospital, la Cruz Roja y con la realidad nuestra”, dijo el director del asilo.

Señaló que la ayuda que reciben del Gobierno es mínima y de manera irregular, ya que la entrega no se hace efectiva todos los meses; sin embargo, logran mantenerse gracias a la solidaridad que reciben en Miami y del pueblo de Chinandega.

Para fray Solórzano, la situación de las personas de la tercera edad es muy diferente a la de los niños, porque la mayor cantidad de ayuda se enfoca en apoyar más a la niñez. “Es que el menor tiene un atractivo, en él se ve el futuro, mientras el anciano aburre, estorba y lo van aislando, pero es algo maravilloso el poder descubrir el sentido caritativo de poder ayudar a un anciano”.

El asilo de Chinandega permanece en manos de los frailes franciscanos desde hace 15 años.

Fray Solórzano dice que la Orden Franciscana lo recibió en condición precaria, con problemas económicos y de infraestructura.

“Desde entonces nos hemos hecho cargo. El proyecto de ayuda en Miami nace debido al problema económico que enfrenta Nicaragua, y aunque siempre hay personas que apoyan, ya no podemos darnos el lujo de estar esperando que nos den ayuda allá; es por eso de venir a Miami con los amigos, los nicaragüenses que tienen el corazón muy noble, para que esta causa siga adelante”.

El religioso informó de la creación de un comité para realizar la colecta todos los años, la que estará acompañada de algunas eucaristías en diferentes parroquias “para servir en la parte social y en la espiritual también”.

Fray Solórzano pidió a los nicaragüenses en Estados Unidos apoyar a los ancianos en Nicaragua.

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