- Adaptando su tecnología a segmentos que nadie atendía, la brasileña Linx lleva sus software a toda América Latina
São Paulo
Dicen que uno muestra su elegancia cuando es capaz de transitar naturalmente tanto en un local humilde como en otro de lujo. Si aplicásemos eso a empresas el Grupo Linx sería un buen modelo.
Esta empresa brasileña de sistemas de gestión empresarial, más conocidos como ERP (por sus siglas en inglés), desfila con la misma clase tanto en el Shopping Iguatemi, uno de los más lujosos de São Paulo, donde tiene el 50 por ciento de participación de mercado, como en Bom Retiro y Brás, dos tradicionales barrios de clase media baja, que congregan confecciones populares, la mayoría de ellas de inmigrantes coreanos y judíos, y donde muchos comerciantes sudamericanos compran ropas para vender en sus países.
“Colocamos dos oficinas de relaciones, una en Bom Retiro y otra en Brás, y fuimos venciendo poco a poco la resistencia de los comerciantes para comprar un software que ellos consideraban caro e innecesario”, dice Nelson Lana Castello Branco, gerente de marketing y alianzas estratégicas de Linx, un grupo de tecnología que conquistó su espacio en dos ramos bien específicos: el textil y el de vestuario.
A ellos ofrece soluciones que van desde la compra de la materia prima, recepción, gestión de inventario, logística de transferencia de ese producto hasta la tienda y el sistema de pago con el consumidor final, a través de terminales de crédito y débito discados y dedicados.
“Se trata de típicas empresas sin control de stock eficiente y en las que la gestión era hecha con la punta del lápiz”, dice Castello Branco. “Pero les ofrecimos la posibilidad de realizar toda la operación contable en una única pantalla, que les permite saber cómo negociar la reposición de piezas y hacer la integración de stock, contable y fiscal”.
Este trabajo de concientización le permitió conquistar 20 por ciento de market share de los negocios en estos barrios, entre empresarios tradicionales y testarudos, la mayoría de ellos coreanos. La cuenta que les abrió las puertas de ese mercado fue la que les mostraba que en 12 ó 18 meses recuperarían la inversión, que puede variar entre US$5,000 y US$17,000, según el número de tiendas y terminales. Y les funcionó.
VESTIR EMPRESAS
Ya con clientes más modernos la empresa no tuvo tantas resistencias. Las soluciones de Linx atienden las operaciones logísticas y contables de marcas famosas en Brasil como Cia. Hering, Forum, Ellus y TNG, así como de las filiales de marcas internacionales que están en el país, como Puma, Asics, Zara, Calvin Klein, Versace y Salvatore Ferragamo.
A pesar de su nombre, sus software están basados en Microsoft y no en Linux. Y ya tiene más de mil clientes, la mayoría en Brasil, pero también en Argentina, Chile Colombia, México, España y Portugal.
La empresa —fundada hace 22 años— crece a un ritmo de entre 25 y 30 por ciento anual, el doble del promedio del mercado de ERP, y debe cerrar 2007 con una facturación de US$18 millones. Figura además entre las 100 mayores empresas de servicios corporativos de IDG Brasil, y entre las 200 mayores empresas de TI del anuario Informática Hoje, dos publicaciones especializadas.
Una de sus experiencias más desafiantes fue la implementación de su software en la Cia. Hering, una de las mayores empresas brasileñas de vestuario, presente en más de 170 puntos de venta exclusivos, sin contar su red de franquicias. Pero un año después de su instalación Cia. Hering ya sentía una mejora de 40 por ciento en la eficiencia de distribución de productos en las tiendas y una reducción de 67 por ciento en los llamados de mantenimiento del sistema.
“Conseguimos automatizar la visión del desempeño de los puntos de ventas, además de flexibilizar las operaciones con la adopción de nuevas reglas que simplificaron el flujo de informaciones y agilizaron procesos de control y decisión”, dice Marcelo Camelo, director de Informática (CIO) de Cia. Hering y responsable por la modernización de la tecnología en esta empresa de 127 años. La solución permitió la estandarización del sistema de los puntos de venta, integrando datos entre el frente de la tienda y la retaguardia de los sistemas corporativos.
Fueron instalados los sistemas LinxPOS (responsables por toda la operación de venta y gerencia de caja de la Terminal), LinxPOS Mánager (que cuida del mantenimiento de la tienda), y el ERP Linx Global Fashion, con los módulos Administrativo y Financiero, Retaguardia de Tienda y Contabilidad, este último en la matriz de Blumenau (Santa Catarina), y en la oficina central, en São Paulo.
“La alianza con Linx nos hizo repensar aspectos importantes en nuestro negocio y hasta 2009 tendremos todas nuestras informaciones concentradas en un sistema de inteligencia de comercio, que nos dará una visión completa del futuro del negocio”, dice Camelo.
Otro caso interesante fue el de la alemana Puma, que comenzó su relación con Linx a mediados del 2003, alquilando un módulo de facturación y control de stocks. No pasó mucho tiempo y el vicepresidente mundial de TI, Kurt Walther, visitó Brasil para analizar otras opciones de ERP, donde uno de los principales competidores es la gigante alemana SAP. Walther acabó optando por la implantación del sistema brasileño, que opera en la empresa hasta hoy y que fue ampliado a la operación América Latina, centrada desde Chile.
Fue a través de negocios, como este, como Linx comenzó a crecer internacionalmente, no sólo en América Latina, sino también en España y Portugal, donde ya tiene oficinas de atención.
Uno de sus clientes latinoamericanos más importante es la cadena colombiana de accesorios de cuero, Mario Hernández, con la que trabaja desde 2004 y que está implantando soluciones de puntos de venta LinxPOS en sus tiendas en México. Para ello, Linx adaptó el software a las exigencias fiscales mexicanas y colombianas, y personalizó las funcionalidades necesarias para atender los procesos de fabricación y comercialización de artículos de cuero. “Con la experiencia en Brasil es muy fácil adaptarse al mercado latinoamericano”, dice Castello Branco, de Linx.
Pero el éxito de la empresa en el sector textil y su don de fluir en diferentes situaciones, ambientes y países, le ha abierto caminos en grandes empresas que no se dedican a la moda, como la firma de lozas y sanitarios Deca, la cadena de cines Cinemark, y grandes tiendas como Casas Bahia o el retail electrónico Submarino. Por lo visto, los sistemas de Grupo Linx, saben sacar buenas medidas y vestir cualquier modelo.