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(LA PRENSA/ J, MEMBREÑO)

“No imagino mi vida sin el Estelí ni el futbol”

Tras compilar una exitosa carrera como jugador del Real Estelí, Otoniel Olivas tomó las riendas del club norteño en el 2002 y desde su mandato ha ganado cuatro campeonatos nacionales, convirtiéndolo en el segundo club más ganador del país. Ahora el estratega apunta a un reto más ambicioso, la Liga de Campeones de la Concacaf. […]

  • Tras compilar una exitosa carrera como jugador del Real Estelí, Otoniel Olivas tomó las riendas del club norteño en el 2002 y desde su mandato ha ganado cuatro campeonatos nacionales, convirtiéndolo en el segundo club más ganador del país. Ahora el estratega apunta a un reto más ambicioso, la Liga de Campeones de la Concacaf.

Otoniel Olivas, Director Técnico del Real Estelí

1992, se disputaba la final del Campeonato Nacional de Futbol. Caciques de Diriangén y Real Estelí protagonizaban el último capítulo del torneo.

Era una batalla total, los norteños con su primera oportunidad de ganar el título y los laureados diriambinos eran los grandes favoritos que tenían la obligación de cumplir como los monarcas del futbol que representaban en el momento.

Nadie, ni siquiera los propios periodistas de la época, imaginaron que los estelianos darían una prodigiosa sorpresa y que sentarían la rivalidad eterna con los Caciques.

Era un duelo emocionante, donde se dejó el alma, hubo corazón y un espectáculo del buen futbol. La final de ese entonces se definiría por la vía de los penaltis.

Nadie olvidará al hombre que cobró el primer tiro por el Estelí, el defensa central Otoniel Olivas. Era sólo el esteliano, el balón y el arquero Julio Villalta. Las barras dejaron de existir, era el momento de concentrarse.

“Hice de cuenta que no había nadie en el estadio, miré hacia el marco y el balón entró sin problemas, sentí una increíble sensación”, recuerda Olivas como si estuviera justo en aquel juego.

Villalta fue derribado y la mejor arma de los Caciques, Marvin Narváez, falló el penalti decisivo.

“Lo más simpático fue que Narváez se burló de mí, antes que definiera el penalti, pero al final él falló por su equipo. Ésa fue una final inolvidable para mí, el primer campeonato del Estelí, ese partido es el que no podré olvidar, creo que llegaré a anciano y siempre hablaré de esa final”, comenta Olivas muy emocionado.

Hoy Olivas ya no es aquella muralla de acero que lo consolidó en uno de los mejores defensores del futbol nica. Sus arrugas ya son notorias en su rostro, aunque preserva un excelente estado físico para sus 39 años de edad y mantiene intacto su buen humor y manera tajante y directa de expresarse. Tampoco viste el uniforme, ni tiene puesto los tacos de jugar futbol. Ahora se puede ver desde el banquillo dirigiendo al equipo de toda su vida.

Un hombre cargado de emociones, casi explosivo se puede ver en los partidos. Tiene que guardar la calma. ¿Quién dijo que es fácil ser técnico? Cargar con la crítica del público, la de los medios, eso es complicado, pero estos aspectos parecen ser superados y casi se han vuelto parte de la vida diaria del estratega esteliano.

“La gente cree que las cosas desde el banquillo son fáciles, pero no lo es. Uno debe ser tolerante, con el equipo rival, con los mismo árbitros, con los jugadores, la barra, la directiva, existe mucha presión, sobre todo cuando no hay títulos ”, explica Olivas.

¿Qué tan complicadas se vuelven las cosas desde el banquillo técnico?

Desde allí todo es diferente. Si no ganás trofeos, así como llegás te vas, tenés la misión de ganar, no existe otro resultado.

En sus inicios nadie pensó que ganaría títulos para el Estelí.

Es más, todo mundo decía que no era capaz de hacer nada y es que la percepción de haber sido buen jugador a ser buen técnico se cumplen rara vez y eso dio pauta a que se cuestionara mi comienzo como técnico del club.

Pero antes del Estelí, ¿tuvo alguna experiencia como técnico?

Sí, cuando era jugador dirigía equipos infantiles, tomé muchos cursos para entrenador. Incluso estuve en Honduras acompañado con el “Primitivo” Maradiaga, tuve buenos maestros, a prendí mucho.

¿Cómo surge la propuesta de entrenar al equipo?

Luego que me retiré como jugador, Francisco Velásquez me ofreció la oportunidad, a él le agradezco toda su confianza y apoyo, porque creyó en mí y en mi capacidad de dirigir al Real Estelí. Así fue como llegó la propuesta.

Cuando decidió retirarse, ¿por qué lo hizo? Tenía 32 años ¿pensó en que las fuerzas se agotaron?

Siempre he dicho que uno debe retirarse cuando está bien y no cuando está destruido. Sentí que mi nivel como jugador estaba bajando, la edad, el esfuerzo físico, influía y llegó el momento. Me marché bien y dejé mi historia en el Estelí y en el futbol nacional.

¿En algún momento de su vida de técnico ha pensado declinar a su cargo?

Ser técnico es difícil, y como toda persona uno tiene momentos complicados, pero que se superan. He estado como técnico del Estelí desde el 2002 y siempre estoy allí, batallando. El éxito que ha tenido el Estelí no es sólo por mí es un trabajo en conjunto.

Trabajo en conjunto, ¿cuál es el secreto de ese éxito en colectivo?

No existe una fórmula concreta, uno la construye. El Estelí es un proyecto que inicié y continúa siéndolo, es un esfuerzo de la directiva, del equipo técnico, de los jugadores. Siempre se ha tomado muy en cuenta mi opinión en la junta directiva, si por ejemplo necesito a un jugador de diversas características ellos lo consiguen, tengo un gran respaldo y eso ayuda mucho a este proyecto.

Ha podido sobrevivir a las directivas. Generalmente el técnico y el directivo no suelen tener la misma opinión.

Pues he tenido la suerte que las distintas presidencias que ha tenido el Estelí me han dado su voto de confianza y yo les he respondido con resultados concretos. De lo contrario ya hubiera salido.

¿Qué tan complicado es mantener un buen ambiente en un grupo de jugadores de temperamentos diferentes?

Siempre trato a mis jugadores por igual. Ellos saben que pueden encontrar un amigo y que no me vean como el jefe, para nada; mis jugadores son como mis hijos, pueden confiar en mí.

¿Hasta qué punto sus jugadores diferencian entre el amigo y el técnico?

Cuando es momento de celebrar, celebramos, cuando es tiempo de trabajar se trabaja, mis jugadores están claros de eso y no confunden las cosas. Yo soy su amigo, pero tampoco permitiré actos de indisciplina que puedan estropear el trabajo que se hace en el juego.

Como técnico de club ha respondido a la altura. ¿No se ha propuesto ser técnico de la Selección Nacional?

En realidad siempre estoy disponible para ese cargo, pero el llamado no se ha hecho.

¿Cree que tiene la capacidad?

Lo he demostrado, sólo se debe confiar.

Fue convocado como asistente para la selección en las eliminatorias para el Mundial, ¿no le gustó la experiencia?

Fue muy buena, y me gustó que me tomaran en cuenta, incluso me acaban de llamar nuevamente, pero ahora debo preparar al Estelí para el torneo internacional que se nos viene en agosto.

La liga de Campeones de la Concacaf es un reto ambicioso y difícil

Sabemos que no será fácil, pero nos hemos medido con equipos muy fuertes y le hemos jugado de tú a tú, no nos dejamos intimidar ante los rivales.

Pero el campeón de Canadá será el rival. Toronto FC y Montreal Impact son equipo de nivel muy bueno.

Lo sabemos, por eso hemos reforzado al equipo con dos extranjeros y traído a Armando Collado y de regreso está Rudel Calero, estas adquisiciones nos dará un equilibrio en cuanto a la estatura de los jugadores y en el juego aéreo.

Vencer a cualquiera de estos dos equipos canadienses sería un logro descomunal, lo hicieron una vez, eliminando al Real España de Honduras, pero éste es más complicado

Lo sé, y es una meta ambiciosa, pero uno nunca debe menospreciar en el futbol. Este deporte suele ser sorpresivo e impredecible y nosotros podemos dar la sorpresa.

¿Cree que puede lograrlo?

¿Por qué es imposible? Está difícil, y sé que no somos favoritos para ganarle a los canadienses, pero nada es imposible. Se debe pensar en positivo, éste es un reto grande para el equipo y se debe encarar con la frente en alto y buenas estrategias.

DUn hijo empedernido del Real Estelí

Detrás del Estadio Independencia en Estelí habitaba un niño que solía andar en chinelas, correteando de un lado a otro con sus amiguitos con un balón de futbol.

Ése era Otoniel Olivas. El niño alto y flaco que buscó suerte en el beisbol, pero que no corrió con mucho éxito.

Olivas vivió desde su infancia detrás del estadio de futbol de la ciudad norteña. Su casa sigue ahí en el mismo lugar.

“Jugué de centerfielder y de tercera base, pero en ese tiempo todo mundo quería jugar beisbol y un puesto para mí no era seguro, así que una vez en el colegio se armó un equipo de futbol y así comenzaron mis primeras andanzas en el futbol”, relata Olivas.

¿Inició como defensa o en otra posición?

Al inicio jugué como delantero y luego en la segunda división y jugando con el Estelí me ubicaron como lateral defensivo y luego ya entré en rigor a la defensoría central y ahí me quedé.

¿Qué delanteros recuerda que eran difícil de frenar?

Hubo varios y muy buenos, por ejemplo recuerdo a los goleadores de la época, Livio Bendaña Jr., José María Bermúdez, César Rostrán y muchos otros que en este momento se me escapan, pero eran muy buenos.

¿Y cómo se las arreglaba para pararlos?

No era fácil, pero uno tenía sus maneras (sonríe).

¿Cómo era enfrentarse ante estos delanteros ágiles?

Cada vez que llegaba el partido, me decía “hoy me enfrento a tal jugador”, uno siempre trataba de dar lo mejor y hacer lo imposible para sacar de órbita al rival. Fueron buenos tiempos.

Fue llamado a pertenecer a una selección centroamericana, es considerado uno de los mejores defensas que ha tenido el futbol nica ¿nunca ambicionó jugar en equipos internacionales?

Jugué con el Atlético Indio de Honduras por un año, pero mi vida era el Estelí, no me siento bien en otro equipo, mi vida es este equipo.

Por lo que me dice no se imagina fuera del Estelí, ni del futbol.

Sé que algún día dejaré el banquillo técnico, pero del equipo nunca me alejaré. En cuanto al futbol es todo para mí, no imagino mi vida sin el futbol.

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