- Un vistazo por la obra escultórica de los grandes maestros del arte nicaragüense, su trayectoria y formas de ver el mundo por medio de la talla en madera, hierro y piedra
El escultor Genaro Amador Lira, a inicios de 1940, fue el primer director de la Escuela Nacional de Bellas Artes en Nicaragua, y una de sus preocupaciones fue el impulso de la escultura, con influencia europea, clásica, manierista y de modernidad brancusiana, que siglos antes, con la colonia, venía labrándose camino con la figura humana; el monumento al prócer, la imagen sacra, y la ornamental urbanística.
Dando paso a la formación de un inventario de cristos crucificados, vírgenes, santos, ángeles; generales y héroes; tallados en madera, barro, yeso o armado de cemento; constituyendo nuestra imaginería religiosa y oficial exhibida en las iglesias, cementerios y casas de los señores y devotos, las cuales habían desplazado por el encargo oficial, clerical y la cultura conquistadora, la monumental e inigualable estatuaria precolombina y mesoamericana.
Fernando Saravia, realista
El escultor y maestro Fernando Saravia, vinculado con Genaro Amador Lira y Rodrigo Peñalba, en los años cincuenta ya había explorado en pequeñas tallas experimentales, en madera y metal, con una tendencia a un abstraccionismo brancusiano, y al realismo naturalista, predominante.
En 1968 realizó el alto relieve mural del Cristo en la iglesia Santo Domingo, siendo apoyado en los dibujos por el maestro Rodrigo Peñalba; y el monumento al deportista que está en lo alto del pórtico del Estadio Nacional.
Entre sus obras notables se pueden enumerar la estatua del fundador de la orden de los jesuitas San Ignacio de Loyola, en la entrada de la UCA; la escultura del Agateyte en la entrada de Chinandega; la escultura de José Dolores Estrada, en San Jacinto. La Virgen en la capilla del colegio de La Asunción de Managua, y su famosa Vía Sacra, un impresionante conjunto de 14 estaciones pétreas de 5×3.5 metros cada estación; de ambas piezas sólo subsisten algunos fragmentos.
El 23 de febrero de 1990 le fue entregada la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío, y en los primeros años de este siglo el Premio Nacional de Humanidades 2002.
Sus principales discípulos fueron Noel Flores, Arnoldo Guillén, Leoncio Sáenz y Orlando Sobalvarro, hoy notables escultores activos del arte escultórico monumental, no de la levedad, efímeros o conceptual, sino de peso pesado libra x libra, en metal, talla de piedra o armado en concreto.
Actualmente Saravia reconoce a sus últimos alumnos, Erasmo Moya, Miguel Ángel Espinosa, y Eddy Luz Tellería; quien ha trabajado la escultura en madera de pequeño formato.
Artistas y esculturas urbanas
El arquitecto Mario Favilli diseñó la escultura monumental de Rubén Darío con su fuente, en el Parque Central de Managua, la que fue develizada un 24 de septiembre de 1933.
Algunos artistas están empecinados en trabajar diversos formatos en marmolina de San Juan de Limay, entre ellos está el escultor de Estelí, Freddy Moreno, quien ha destacado por sus grandes formatos.
Por su parte al escultor Frank Orozco se le conoce la monumental escultura del soldado en metal, en homenaje a los héroes de la revolución, que se encuentra en la esquina opuesta del cine González. Dicha escultura sufrió graves daños en su estructura inferior en los años noventa, por grupos vandálicos que intentaron tumbarla.
En tanto Casanova Ellis Francis estudió y se graduó en el prestigiado Instituto Nacional de Artes de Cubanacán, en Cuba. Realizó una estatua en bronce, de muy buen acabado, realista del general Sandino, y varias versiones en pequeño formato, así como una de Rubén Darío, una escultura de bulto redondo en la técnica de vaciado en yeso con pátina aplicada, colocada a la entrada de este municipio.
Otra de sus esculturas es La Madre, de 200 centímetros de alto por 157 centímetros de ancho por 150 centímetros de largo, inaugurada en 1998, en el Día Internacional de la Mujer.
Bernard Dreyfus realizó un diseño constructivista y geométrico, ubicado en el Centro Financiero Lafise, su forma es una especie de monolito cuadrado, con imágenes surrealistas.
Por su parte Leoncio Sáenz realizó otro monolito cuadrado, de mayor tamaño, unos diez metros, en homenaje a los héroes de Batahola, en la entrada del Centro de Convenciones Olof Palme.
Federico Matus esculpió la estatua de la rebeldía indígena contra Pedrarias, El Aperreamiento, escultura en homenaje al Cacique Tapaligui, la que fue ubicada en León Viejo, trabajaron en equipo Ricardo Gómez, Alberto Torres, Sócrates Martínez y Ediluz Tellería. También trabajó en fibra de vidrio en los sarcófagos escultóricos de los obispos José Osorio, Francisco de Mendavia y Antonio Valdivieso.
Recientemente Sócrates Martínez, con la colaboración artística de Sergio Serrano, Salvador Gutiérrez, Helmut Bustos y Solinka Miranda, armaron la estatua, en tonos blancos, de José Santos Zelaya, recientemente inaugurada por los liberales, que lo ven como su padre ideológico, dicha escultura de arcilla, cemento blanco y mármol molido, y de casi cuatro metros de altura, está sobre una base de arcos de otros tres metros.