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Dionisio Marenco: “Siento como que hubiera muerto mi hermano”

Una amistad de 45 años está rota. Daniel Ortega y Dionisio Marenco se conocieron en la universidad y han trabajado juntos hasta hoy, cuando la política los ha distanciado. Marenco relata los orígenes de esa amistad y los detalles de esa ruptura

“¿Por qué habrá cedido ‘El Gordo’ esto?”, le preguntó Daniel Ortega a Nicho Marenco una madrugada que bajaban por la cuesta de El Crucero. Venían de la casa hacienda El Chile, del entonces presidente Arnoldo Alemán y eran los días en que se cocinaba el pacto entre el Frente Sandinista y el Partido Liberal Constitucionalista.

A pesar que era un toma y daca, el Frente Sandinista nunca esperó que Arnoldo Alemán les concediera la posibilidad del volver al poder reduciendo el porcentaje para ganar en primera vuelta al 35 por ciento de los votos. Y por eso, la pregunta insistente de Ortega esa madrugada, según el testimonio de Dionisio Marenco uno de los negociadores en las reuniones más secretas de ese pacto.

“Te voy a contar un detalle inédito: cuando estábamos con lo de la segunda vuelta, la primera parada del Frente fue se elimina la segunda vuelta. Volvemos al sistema anterior. Ni m… dice Aleman, segunda vuelta se mantiene. ¡Porque ése es su candado! Cualquier ciudadano sabe que en Nicaragua, al menos hoy, la correlación de fuerzas políticas indica que el Frente no las tiene consigo para ganar en primera vuelta. Entonces ‘El Gordo’ (Alemán) tenía esa tranca. Pero ‘El Gordo’ tira una propuesta que quiere poner dos cámaras, senado y diputados. ¿Para qué? Para que haya más experiencia, para que así se pongan los patriarcas de los partidos a trabajar… Él dice que pasa a ser senador vitalicio. Aquí está la clave de esta cosa. Arnoldo lo que quiere es una continuidad política que le permita su presencia ahí y que le dé inmunidad para cualquier acusación. Todo lo que iba siendo motivo de discusión se iba poniendo aparte e íbamos avanzando en lo que nos íbamos poniendo de acuerdo. Al final, Jaime Morales Carazo diseña la fórmula: se baja a 35 por ciento siempre y cuando la distancia entre el primero y segundo lugar sea más del cinco por ciento. Que al final quedó como un guante hecho a la medida a lo que ocurrió en la elección última”.

“Veníamos bajando de El Crucero, una madrugada, de la casa de Aleman cuando Daniel me pregunta: ¿Por qué habrá cedido ‘El Gordo’ esto? Ni sigás preguntando nada, le digo, firmemos ya ese 35 por ciento, que ésa es la fórmula que nosotros necesitamos. ¿Pero por qué habrá hecho eso? La diputación… Sencillamente eso fue. ¡Y así funciono! Si Alemán no se ha empecinado en ir a la Asamblea Nacional de presidente, y no se ha empecinado en estar hincando a Bolaños, Bolaños no lo persigue. Bolaños no le hubiera abierto ningún juicio. Bolaños le ofreció embajadas, le ofreció mil cargos a Alemán con tal que se saliera de ahí y Alemán no hizo caso. Y eso forzó el juicio, y el bonche…”

La amistad y la política se fueron a pasear un día, pudo más la política que la amistad que se tenían. Ésa es la historia de Daniel Ortega y Dionisio Marenco. Y fue la historia de Ortega y Carlos Guadamuz, de Ortega y Herty Lewites.

Marenco y Ortega se conocieron en 1963, cuando el uno era estudiante de Ingeniería y el otro de Derecho. Marenco fue considerado siempre un “danielista”, a tal punto que fue él y Ortega, quienes representaron al Frente Sandinista en las reuniones más secretas del pacto liberosandinista. Y fue Marenco el candidato de Ortega para la Alcaldía de Managua.

“Es como cuando se te muere un hermano”, dice Marenco, en su despacho de Alcalde, lamentando la amistad rota. Sólo le quedan cuatro meses a su Administración, y luego la gran interrogante: ¿Buscará como su antecesor Herty Lewites la candidatura presidencial del Frente Sandinista? Esa posibilidad es la que parece subyace bajo el público enfrentamiento que hoy existe entre Ortega y Marenco.

::: ¿En los años sesenta Ortega y usted eran amigos o personas que se identificaban ideológicamente?

Yo no era del Frente, en esa época. Después de eso, cuando él sale libre en el 74, después del asalto de Chema, yo no lo veo porque se fue para afuera, y nos volvemos a encontrar hasta el año 78, en Costa Rica, cuando yo llego exilado. Y ahí me quedé trabajando con él hasta julio del 79.

::: ¿Qué hacía usted en los comienzos de la revolución?

Yo fui el primer ministro de Construcción y Transporte. Estuve en el primer gabinete de la revolución.

::: ¿Pero qué tan fuerte fue la amistad de Dionisio Marenco y Daniel Ortega? Porque hay amistades de diferentes niveles.

Dudo mucho que haya 15 personas en el Frente que hayan conocido a Daniel Ortega desde el 63. Durante el gobierno tenemos una relación, él era jefe de Estado y yo era ministro… Una relación un poco diferente a los otros (ministros) porque teníamos mucha más confianza…

::: Iba a su casa…

No, no, no. Es que Daniel no tiene vida privada social normal…

::: ¿No se toma sus tragos de vez en cuando?

No, no. Lo hemos hecho dos o tres veces en la historia. Una vez en su cumpleaños, una vez en la vida que yo he visto que lo celebra, otra vez que comimos en un restaurante y otra vez que comimos en otro restaurante, y cuando coincidimos en algún viaje, que yo no he viajado mucho con él. Pero él no tiene una vida social actividad, así como vos ves a Arnoldo Alemán que desayuna con un tipo, almuerza con otro y cena con un grupo, y ésa es una rutina de todos los días del gordo Alemán.

::: ¿Y cómo se divierte?

Yo creo que se divierte en reuniones y en actos públicos. Ésa es su vida. Ahora ha bajado mucho el gas…

::: En algún momento debe ver alguna película, leer algún libro…

Imagino que sí, pero no sé cómo lo hace. Imagino que en la noche, porque él duerme muy poco.

::: ¿Y entre sus familias hubo contacto?

No, no, no. Una vez en lo que yo tengo de conocimiento. Una vez llegó su familia de visita a mi casa. Fue un poco antes de la campaña de Alcalde. No hemos tenido relación personal porque yo pienso que no la tiene con nadie. Él es muy aislado. Muy aislado en su vida privada. Su grupo de amigos más fuerte fueron los que estuvieron presos con él de 67 al 74: el difunto Guadamuz, Manuel Rivas Vallecillo, Lenín Cerna, Jacinto (Suárez) estuvo preso pero no es tan cercano a él, Polito Rivas… Es un hombre de muy pocos amigos. Ni con su propio hermano Humberto tiene una relación familiar normal…

::: Herty Lewites decía ser muy amigo de Ortega.

Era muy cercano. Fuera del grupo de presos, la persona más cercana a Daniel Ortega era Herty Lewites.

::: ¿No es raro que Guadamuz y Lewites, dos de sus mejores amigos, luego se le hayan enfrentado?

Sí, es una coincidencia, que estas personas hayan roto con él a nivel de pleito, de hostilidad abierta.

::: ¿Y usted no se siente en esa misma situación?

No, yo nunca tuve esa intimidad.

::: Pero si hay un distanciamiento.

Ahora hay un distanciamiento muy grande. Este año yo no he hablado ni una sola vez con Daniel Ortega.

::: ¿Qué es lo que está pasando? A Nicho Marenco siempre se le consideró una ficha danielista.

Eso vino a raíz de la pérdida de las elecciones. Cuando nosotros perdimos las elecciones con la señora Chamorro, en el Frente hubo como una especie de reacomodamiento de las aguas. Realmente se dio una separación de gente muy cercana a él, como Sergio (Ramírez) por ejemplo. Sergio era su vicepresidente y confidente más cercano. Esa separación se produce, incluso políticamente. Joaquín Cuadra también se separa un poco, su propio hermano Humberto… Con el caso de Herty fue diferente… Yo pienso que ocurrió hasta el final, porque yo traté de acercarlos a ellos cuando se comenzaron a dar los problemas, y Herty decía que Daniel no le devolvía las llamadas… Parece que Herty ya había montado su propio andamiaje y Daniel estaba molesto con eso. Ésa es la sensación que a mí me dio. Cuando se produce esa recomposición del Frente yo estoy cerca, trabajando con él y pasó esos 16 años. Prácticamente nos habíamos quedado solos, pero yo me refiero al equipo de trabajo pequeño en la Secretaría del Frente. El pacto lo trabajamos prácticamente sólo los dos, la negociación con Alemán. Ésa la comenzó Humberto (Ortega) con Jaime Morales pero luego me incorporaron a mí por el lado del Frente y Alfredo Fernández por el lado de Alemán, porque Alfredo y yo somos amigos, y la negociación, el corazón de la negociación secreta, la manejamos entre cinco: Jaime (Morales), Alemán, Alfredo (Fernández), Daniel, y yo. Lo que ahí se acordaba después se llevaba a la Asamblea Nacional para su ratificación pública. Pero la negociación fue muy larga, 30 reuniones, una cosa así… Y nunca se filtró ninguna. A eso se puede atribuir que digan que yo era muy cercano a él.

::: Incluso, en el grupo que enfrentó a Herty Lewites cuando el comenzó a disentir, ahí estaba Dioniso Marenco.

Sí, sí. Yo choqué con Lewites porque a mí no me gustó la forma en que él hizo eso. Yo ahorita estoy marginado completamente de la actividad del Frente, pero vos no encontrás una sola declaración mía atacando al Frente, yo no tengo interés en atacar al Frente… Preferiría que se pudiera recomponer la situación interna en el sandinismo, porque me parece que el sandinismo es una fuerza grande que le da estabilidad al país.

::: ¿No encuentra parecida su situación actual a la que tuvo Lewites en su momento?

La diferencia con la de Herty es la siguiente: él quería, se movió, porque tenía ambición política. Él lo discutió con Daniel Ortega eso.

::: Pero sus intenciones las hizo públicas hasta el final. Al principio se lo guardó.

Pero yo sí lo sabía porque él me lo dijo a mí.

::: Igual. Nicho Marenco ha dicho que si a él le proponen ser Presidente acepta.

Ah, pero eso lo dije hace una semana. ¿Cómo voy a decir que no? Si digo que no, entonces me dicen que soy alguien que no quiere cooperar… Yo no tengo interés. Si a mí me dejan escoger yo no escojo eso. No me gusta. La vida política pública nunca fue una motivación en mi vida. Herty sí. Herty era un hombre público. Le encantaba.

::: ¿Entonces por qué el distanciamiento con Daniel Ortega?

Yo creo que a él lo molestó aquello que dije de la Casa Presidencial. Ahí comenzaron las cosas, cuando él dijo: “Zapatero a tus zapatos”.

::: Pero ése es un incidente muy pequeño para explicar tanto distanciamiento.

No debería producir eso, pero así ocurrió. Después ya vinieron otras tensiones… Puede ser que se haya añadido el factor de la señora Murillo, que es un factor muy importante. Ella tiene una manera de operar un tanto complicada, un tanto acaparadora, diría yo.

::: ¿Había algún antecedente de tensión entre Nicho Marenco y doña Rosario Murillo?

No. Yo la conocí a ella en Costa Rica. Nunca he tenido ni un sí ni un no con ella.

::: La lectura pública es que hay un distanciamiento porque Dioniso Marenco amenaza el liderazgo de Daniel Ortega.

Si la visibilidad de Nicho Marenco es muy alta, o si la aceptación en encuestas o en tipos de opinión es buena, y eso les molesta al Presidente o la Presidenta, eso es algo que yo no sé… Sería una especulación de mi parte.

::: Pero usted conoce muy bien a Daniel Ortega para saber si le irrita o no que le hagan sombra a su liderazgo.

Fijate que yo no pensaba esto. Hasta ahora… A lo mejor es que él está pensando en reelegirse. Eso lo vamos a saber pronto, porque si él quiere reelegirse, antes de que termine el año vos vas a ver movimientos en la Asamblea Nacional. Hay rumores de eso.

::: ¿Y en el Frente Sadinista es pecado aspirar a ser líder?

Es que no ha habido…

::: Herty Lewites quiso ser… Hasta se reformaron los estatutos para excluirlo.

Lo que pasa es que con Herty hubo agua subterránea. A mí Herty me dijo que había hablado con Daniel Ortega y que Daniel Ortega le había dicho que le iba a entregar la estafeta a él. Herty estaba trabajando bajo un plan.

::: ¿Y eso es pecado?

No, no. Analicemos los hechos. Si eso después le gusta o no le gusta a Daniel, ésos son otros cien pesos. Pero Herty comienza a conspirar…

::: ¿Es pecado en el Frente Sandinista que otra persona diferente a Daniel Ortega quiera ser el candidato o el dirigente?

No debería ser. Sería una aberración. Debería ser algo normal estatutariamente. Si él quiere reelegirse, tenés un elemento de juicio que te dice “aquí tenés un problema”. Si él no quiere reelegirse habría que ver cuál es el método de sucesión que él quiere.

::: ¿Personalmente le ha afectado este pleito?

A mí me ha afectado solamente una cosa: cuando la señora Murillo dijo que yo era un traidor. Eso no me gusta porque no soy un traidor. No he traicionado a nadie.

::: ¿Mi pregunta era más bien si ese distanciamiento con su amigo Daniel Ortega lo ha afectado personalmente?

Es como cuando tenés un hermano y se te muere. Yo tengo tres hermanos muertos. Uno recuerda con cariño a sus hermanos, pero bueno, se murieron… Si él no quiere ser amigo mío, pues, qué vamos a hacer.

::: Muchos cercanos a Ortega aseguran que este Daniel Ortega es distinto al que conocieron.

Él está actuando muy encerrado, muy ensimismado. Aparte de ser muy parco, muy tímido, poco comunicativo socialmente en privado, ahora lo está doblemente, como si estuviese cercado. No podés fácilmente acceder a él.

::: Pero, a veces da la impresión de tener una actitud paranoica, ve enemigos por todos lados y ataca furiosamente.

Él está a la defensiva. Es la “paz romana”. Acabar al enemigo antes que se le ocurriera atacar. Lo césares invadían La Galia porque La Galia podía después ser tu enemigo y atacar, y así nació el imperio romano. Algo de eso está ocurriendo. Le está haciendo mucho daño a él. Le está haciendo mucho daño al Frente. Le está haciendo mucho daño al país. Hay agresividad innecesaria.

::: ¿Y este distanciamiento, insisto yo, ha tenido su efecto en la Administración de la comuna?

Ahora, al final está teniendo. La gente tiene, sobre todos los cuadros de dirección sandinista, porque aquí tengo gente de todo, ellos comienzan a decir “nos van a correr porque estamos con Nicho, viene una barrida de todos los nichistas” y eso te baja el rendimiento de la gente. Estos tres meses que faltan van a ser mi problema más complicado. ¿Como gobernar a funcionarios que puedan ser sometidos a presión?

::: ¿Usted ve bien a Alexis Argüello como su sucesor en la Alcaldía?

Preferiría no contestarte esa pregunta porque le tengo un enorme cariño a Alexis. Tiene que conservar el mejor equipo de ingenieros que está ahora de ingenieros o traer uno nuevo, que va a ser muy difícil…

::: En el supuesto que ganara Argüello. ¿Le ve chance a Montealegre?

Matemáticamente hablando, Montealegre tiene más chance que Alexis, sin embargo las encuestas están saliendo muy apretadas. Quiere decir que Montealegre de alguna manera ha perdido algún tipo de fuerza. Las últimas cifras que yo he visto indican un gran volumen de gente que no sabe, no responde, y eso significa que el ciudadano no está muy convencido de lo que está pasando. La sacada del MRS y el Partido Conservador es mala. Y es mala para el Frente, porque siempre le conviene que haya muchos contrincantes. Yo mismo gané porque llevaba muchos contrincantes. Si Alejandro Fiallos y Pedro Joaquín Chamorro hubieran ido juntos yo no gano. ¡Ni un solo distrito! Lo liberales unidos son una fuerza más grande que nosotros. Ahora ¿van a dejar correr a Montealegre? Ahí hay unos juicios pendientes. Eso no está bien. La campaña está muy politizada, muy envenenada y eso no ayuda a la construcción de una sociedad democrática y a la construcción de una cultura municipal.

::: ¿Y al Frente le interesa una sociedad democrática?

En teoría sí. En la práctica parece que no.

::: ¿Nicho Marenco se siente orgulloso de haber sido uno de los artífices del pacto?

Si no ha sido por ese pacto, el Frente Sandinista ¡nunca! hubiera ganado las elecciones. Por lo tanto, el trabajo que se concibió para que el Frente pudiera regresar al poder fue exitoso. Ahora, si vos una vez que regresás al poder hacés bien o mal las cosas, ya son cosas que yo no puedo predecir.

Si vos te ponés en el momento en que ocurrió eso, o antes, cuando nace el MRS… ¿Cuántos diputados le quedaron al Frente? De 40 se quedaron dos. 38 se fueron al MRS. Cualquier analista que mire esas cifras te dice, “póngale la tapa al pomo”. Todo el andamiaje político, en el Consejo Supremo Electoral, en las cortes, el Frente estaba en cero, no tenía un solo representante. Y recuerdo que yo le decía a Daniel Ortega: “Ni se nos ocurra ir a una elección si no tenemos al menos un magistrado en ese Consejo porque no van a joder”. Y ahí comenzamos, a ver cómo se podía recomponer eso.

Como no había manera de hacer eso, porque había nombramiento que tenían períodos de tiempo, por eso es que se escoge el método de ampliación. Y al ampliar la Corte y el Consejo Supremo Electoral, ahí ya entran los sandinistas y los liberales.

::: Si el Frente Sandinista estaba tan mal como dice, ¿cómo es que convencen a Arnoldo Aleman que les dé el oxígeno que necesitan, si se supone que él era su enemigo natural?

Dame crédito a mí… (Se ríe) Hicimos un buen trabajo…

::: Usted puede estar orgulloso de los resultados que el pacto tuvo para su partido. ¿Pero para el país? El pacto es responsable de muchas de las cosas que usted actualmente critica.

Te lo voy a poner al revés: ¿qué pasa si Daniel Ortega hace un gobierno como dijo en su campaña? Vengan para acá todos, primero voy a llamar a los amigos sandinistas que están separados, que sea en serio, recomponer la fuerza sandinista. Comenzó muy bien reuniéndose con los empresarios, y los empresarios encantados, de pronto en el plano internacional comienza la cosa a enroscarse… Colombia, ahora que se van a salir de la OEA y vos vez un panorama tenso por todos lados, por puro gusto. Eso es lo que yo no entiendo. Daniel podría estar haciendo un gobierno salvaje, con la ayuda que está dando Venezuela.

::: ¿Qué posibilidades hay que Nicho Marenco sea candidato a la Presidencia de la República por el Frente Sandinista?

Bueno, ahí me sacaron ustedes una caricatura que estoy con telarañas y todo. (Se ríe) Ese Manuel Guillén es una amenaza pública. (Se ríe). Es bandido. Ahí está reflejado un hecho real. Yo dije, si me lo ofrecen, con gusto. Pero antes yo había dicho que no, que no ando buscando, que no lo deseo. Hay que ver cómo evolucionan las cosas. Faltan además tres años.

::: Mi pregunta es si va a dar la pelea para cambiar las cosas o no.

Si hay condiciones que no te gustan en el Gobierno actual, vos tenés dos opciones: me meto a tratar de cambiar eso o simplemente digo “no se puede”. Mi respuesta es no sé… Yo creo que no ha llegado el punto de maduración. Tengo confianza que haya algún tipo de reajuste porque las cosas así como están no pueden seguir.

::: Si no es Daniel Ortega el próximo candidato, ¿quién más puede serlo en el Frente Sandinista?

Doña Rosario Murillo. (Se carcajea) ¿O no puede ser? Le estás negando los derechos a la Primera Dama. Tenés a Bayardo (Arce), tenés a Tomás (Borge), a Lenín Cerna, Edwin Castro, Wálmaro (Gutiérrez), (José) Figueroa, Carlitos Fonseca, un montón… Son muchachos buenos que yo les veo perfectamente potencialidad presidencial. Lo que sucede es que se pegan conmigo porque soy el más visible.

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