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Cartas al Director

Cartas al Director Democracia “La democracia necesita una virtud: la confianza. Sin su construcción no puede haber una auténtica democracia”. Rumbo al caos Es una pena que el señor presidente Daniel Ortega no se dé cuenta que es un perdedor, que está llevando a este país más al caos, creando más resentimiento social, ya que […]

  • Cartas al Director

Democracia

“La democracia necesita una virtud: la confianza. Sin su construcción no puede haber una auténtica democracia”.

Rumbo al caos

Es una pena que el señor presidente Daniel Ortega no se dé cuenta que es un perdedor, que está llevando a este país más al caos, creando más resentimiento social, ya que es lo que se ha visto en las masas del FSLN, que están haciendo daño por donde van pasando, dañando vehículos, casas, al país, etc. ¡Y lo peor es que Ortega no da la cara!, ¡no se pronuncia!, por supuesto que no lo va a hacer si es el protagonista principal de este vandalismo, poniendo a la orden las múltiples camionetas Hilux, y buses, puestas en todas las rotondas.

¿Dónde está la democracia que predican?, si sólo ellos tienen el derecho de hacer sus manifestaciones, sólo ellos se creen dueños de las calles. ¿Por qué no dejan a otros partidos hacer sus marchas? ¿Acaso no son nicaragüenses también? ¿Acaso no pagan sus impuestos?, y a propósito de eso, apuesto que muchos ciudadanos que no son sandinistas aportan más al país, que muchos sandinistas, ya que todos son unos desocupados, y lo digo porque lo veo en las rotondas y semáforos de Managua, no hay menos de 20 personas todos los días de la semana.

Y lo peor aún es que ante los ojos del mundo no dicen los sandinistas, si no dicen los nicas.

Johanna Sotelo

Abuso a la democracia

¡Cuando la causa es justa la lucha se

vuelve un deber! Ahora más que nunca, los nicaragüenses no debemos dar paso atrás, en estos momentos cuando vemos la violencia en contra de los medios independientes, quienes han sufrido una violación y ultrajes a sus derechos de comunicar libremente, es cuando toda la población de toda Nicaragua debe apoyar esta causa justa, unirnos y combatir juntos para poder erradicar estas situaciones de violencia e intolerancia que el Gobierno por medio de sus turbas están recetando a nuestro digno pueblo.

El miedo que nos quieren inculcar no podrá imponerse ante el espíritu de liberalismo que poseemos nosotros los nicaragüenses. Basta ya de abusos y de ultrajes a la democracia. Unidos jamás seremos vencidos. Mi apoyo incondicional a los medios de comunicación y a toda la oposición a este gobierno antidemocrático.

Luis Mayorga

Repetir elecciones

Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, como ciudadanos que son, tienen derechos civiles y políticos y, por lo tanto, pueden opinar sobre el devenir político nacional. Como genuinos representantes de la Iglesia católica que propicia la paz entre los hombres y mujeres de buena voluntad, no pueden permanecer cruzados de brazos ante tanta violencia patrocinada por los más altos funcionarios de un gobierno que se llama de paz, unidad y reconciliación nacional.

Pero ¿qué reconciliación lograrán con piedras, garrotes, machetes, morteros, hondas y armas de fuego? Además, todo es producto de un fraude masivo a nivel nacional practicado por el FSLN y sus cómplices del Consejo Supremo Electoral en los recientes comicios municipales. Éstos deben declararse nulos y repetirse con presencia de observadores nacionales e internacionales. Si al diputado sandinista Gustavo Porras le disgusta la Conferencia Episcopal, ¿qué nos dice de las acciones del cardenal Obando y Bravo?

Eleonora Carrasco Peña

Seguridad para todos

Recientemente escuché declaraciones de mi respetada amiga Aminta Granera, Primera Comisionada de la Policía Nacional. Con su acostumbrado aplomo y estilo agradable, expresó: “Esta situación es sumamente compleja para la Policía. Estamos tomando todas las medidas para garantizar el derecho a la vida”. Objetivamente, esta declaración es desorientadora y engañosa.

Lo que se le pide a la Policía no es que garantice el derecho a la vida, sino el derecho de ciudadanos pacíficos a manifestarse pacíficamente en una marcha autorizada por la Policía y cuyo recorrido y hora estaban perfectamente establecidos. En ese caso, el deber de la Policía es garantizar la seguridad para que los manifestantes ejerzan el derecho que les garantiza la Constitución. Por lo tanto, lo que la Policía debía haber hecho es mantener apartados a los activistas danielistas que se estaban reuniendo en determinados lugares armados de piedras, palos y morteros, para impedir a los pacíficos ciudadanos ejercer su derecho.

Eso es lo que la Policía no quiso hacer el pasado martes y tampoco el día anterior en la carretera, ni el pasado domingo en León ni tampoco en la primera manifestación de León, donde agredieron a los manifestantes y a la propia Policía. Esas turbas estaban jefeadas por el propio candidato del FSLN a alcalde de León, hoy derrotado claramente por el pueblo leonés.

Lo que aquí está en juego es el siguiente principio esencial en todo Estado de Derecho y para la moral privada y pública: el primer derecho humano es el derecho a cumplir con el deber. Por lo tanto, puesto que la Policía tiene el deber de proteger a la ciudadanía ninguna orden, ni siquiera del titular del Ejecutivo puede impedirle y menos prohibirle a la Policía cumplir con ese deber. En este caso, es claro que la primera comisionada Granera debía haber obedecido a la Constitución y no a un funcionario, aunque éste sea el Jefe del Ejecutivo. Lo que debe prevalecer es el mandato constitucional y no la orden de violarla.

José Esteban González Rappaccioli

Sin ídolo

Sin duda alguna, Alexis Argüello es y será siempre un orgullo para los nicaragüenses, como boxeador. No creo que nazca otro como él. Fue un atleta muy disciplinado, un verdadero ejemplo para la juventud. Fue llamado muy merecidamente “El Caballero del Ring”, pues jamás le dio un golpe prohibido a ninguno de sus contrincantes y se destacó por su limpieza como peleador.

Tampoco hubo problemas de pleitos por alguna duda en alguna pelea (tal vez porque todas las terminaba por la vía del nocaut), aunque estoy seguro de que no había posibilidad de duda, ya que no había cómo. El hombre ganaba limpiamente.

Lo extraño del caso es: ¿cómo pudo nuestro gran campeón cambiar tanto y en contra de sí mismo? El comportamiento de Alexis va en contra de toda lógica y el pueblo que otrora lo aclamaba, ahora lo repudia y no es para menos. Los ídolos tienen que estar al lado del pueblo, pero él ha cambiado a sus chapiollos por la nueva oligarquía y hasta habla de reconciliación sin siquiera conocer su verdadero significado. ¿Es acaso reconciliarse con quien te hizo daño? ¿Es acaso reconciliación masacrar al pueblo con las turbas del nuevo dictador?

Campeón: ¿por qué no ganar esta última pelea con dignidad, aceptando la voluntad popular y no la imposición del régimen dictatorial de turno? Levanta la cabeza Alexis, y no te dejes llevar por la fantasía de una oscura belleza. ¿O es que vale más la cobija de los nuevos amos que el cariño de tu pueblo? Piénsalo, aún es tiempo para rectificar, en aras de la democracia.

Ramón Pineda

Despidos en Madriz

La mayoría de los nicaragüenses estamos enfrascados en conocer los verdaderos resultados de las elecciones del pasado 9 de noviembre, y no nos hemos dado cuenta que mientras eso ocurre muchos empleados públicos están siendo avasallados por el simple hecho de haber tomado una decisión de dignidad como buenos nicaragüenses, tal es el caso de muchos hermanos que trabajan en el Gobierno en el departamento de Madriz, que fueron obligados a votar con contraseña, con la amenaza de que si no lo hacían estaban despedidos, un ejemplo clásico es el de muchos trabajadores del Silais-Madriz, que fueron presionados a votar por el oficialismo y no lo hicieron y hoy están siendo amenazados con despidos o ya fueron despedidos.

Mientras muchos reclaman por sus votos quien defiende a estos trabajadores, en la época neoliberal a ningún sandinista se le obligó a que asistiera a las portátiles de los gobiernos de turno, mucho menos a votar por ellos, y porque ahora que ellos están en el poder y que hablan de amor y reconciliación, lo único que sale de sus bocas y corazones es odio, contra aquellos compañeros de trabajo que a los largo de 16 años no recibieron ninguna ofensa. Mientras peleamos nuestros votos en Managua, muchos empleados públicos están siendo corridos en el departamento de Madriz.

Nicasio Arauz

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