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Cartas al Director

Cartas al Director Paz “Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz”. “Operación Danto” El mayor fraude en la historia de Ni- caragua sucedió en las elecciones municipales 2008, me atrevo a decir que esto lo venían confabulando desde que Daniel Ortega tomó posesión […]

  • Cartas al Director

Paz

“Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz”.

“Operación Danto”

El mayor fraude en la historia de Ni-

caragua sucedió en las elecciones municipales 2008, me atrevo a decir que esto lo venían confabulando desde que Daniel Ortega tomó posesión del poder en el año 2006, él quería imponerse de cualquier forma y lo logró. El CSE que está al servicio del señor Ortega ya estaba más que advertido de lo que harían, al igual que los CPC y otras instituciones gubernamentales, la “Operación Danto” fue hecha con el fin de destruir documentación, actas de escrutinio, y todo lo que a ellos no les favoreciera, desde poner lapiceros que manchaban en muchas JRV, no firmar las boletas o poner firmas distintas, esas cositas que parecen tontas era una estrategia para la anulación de muchos votos, claro al igual que no mostrar las actas con el resultado final de votos, y que los medios digitales y electrónicos fallaran a la hora que se realizara el conteo, bueno los que estaban a la cabeza de esto eran Jasser Martínez, Lenín Cerna, Evertz Cárcamo y otras personas que trabajaban en el CSE y Ministerio de Gobernación.

Todos ellos uniformados no permitían la entrada al Centro Nacional de Cómputos de nadie que no fuera FSLN, hacían llamadas misteriosas por celular, en fin una serie de artimañas que ya estaban preparadas, pero me pregunto ¿cómo es que este Gobierno que tanto criticaba a los gobiernos neoliberales de corruptos, acaso ellos han actuado con transparencia?, ¿cómo es que hablan de paz y reconciliación, cuando imponen la ley de las piedras y los palos para entorpecer las protestas cívicas?, ¿si dicen que hay libertad de expresión por qué cerraron el programa del señor Jaime Arellano, y sacan del aire a Radio Corporación y 15 de Septiembre?, la verdad no sé cómo pueden criticar tanto a los demás si ellos están peores queriendo imponer una dictadura peor que la del gobierno de los Somoza. Que demuestren que el amor es más fuerte que el odio, pero con verdaderas acciones de paz, respeto y tolerancia hacia los demás, eso sí es el verdadero amor.

Rebeca Landeros Pereira

Ley del miedo

Después de todos los intentos de atemorizar con palos, morteros, pasamontañas, piedras, etc. a quienes no apoyan sus “chanchullos”, cada vez está aún más claro, que las causas de estas acciones son el miedo a dejar de tener el poder; la última es una más de todas las que han venido cavando la propia fosa del FSLN ¿por qué se va a dejar de sesionar en la Asamblea Nacional, “hasta que haya mejores condiciones”, desde la fecha en que los diputados a favor de la democracia van a presentar un proyecto de ley para anular las pasadas elecciones municipales? ¿Será que no hubo fraude? Y si lo hubo ¿quién lo hizo?

María Luisa Dumont

Peligra la democracia

La comunidad internacional se encuentra preocupada por el deterioro de la democracia en Nicaragua, pero a lo que aspira es recordarle a Daniel Ortega, aunque infructuosamente, que sepa comportarse como un estadista, como presidente de un país donde todos queremos vivir en paz y donde no todos tienen que seguir sus muy personales pasiones. Nadie intenta desestabilizarlo, ninguna conspiración se está fraguando en su contra. Es su delirio patológico.

Se trata al contrario de una crítica generalizada y una protesta cívica por la forma temeraria y arrogante con que conduce la suerte, a corto y largo plazo, de seis millones de nicaragüenses. Es el mismo Ortega el que desestabiliza su gobierno y conspira contra toda la población en cada acto demencial desde 2007, como espejo de los años ochenta y el despropósito de gobernar desde abajo en los noventa. Un gobierno de minoría que ha diseñado, con seis meses de anticipación, un gigantesco fraude electoral, se merece el repudio frontal de nacionales y extranjeros. También hemos visto violencia callejera al estilo nicolasiano en las calles.

Las recientes serviles insinuaciones de Hernán Estrada, Procurador General, quien carga el título de doctor en Derecho y si su salario sale del lomo de todos los nicaragüenses laboriosos y que quieren trabajar en paz, ¿cómo se atreve a pronosticar una hecatombe al insinuar que de la libertad de expresión no quede piedra sobre piedra? Pareciera que en el orteguismo hay una competencia por frases de antología. Entonces, ¿qué razonamiento podemos esperar de esos peones de la dictadura, armados de machetes, garrotes y armas de fuego, dispuestos a reproducir los delitos sangrientos que a diario llenan los noticieros?

Los orteguistas de la cúpula y sus cómplices son los manipuladores profesionales en cada relajo y los de abajo, desde la Independencia, son los peleles de siempre. Lo que necesita Nicaragua es remover a toda la insaciable clase política que ha consumido las energías del pueblo y lleva al país de retroceso. Esto como único camino posible para redimir la democracia con justicia y equidad para todos.

Porfirio J. Gómez

Victoria pírrica

El fraude, llámese robo descarado, anunciado y esperado, en contubernio con el Poder Electoral y con premeditación, alevosía y ventaja del Ejecutivo, es la más burda arbitrariedad y la más criminal monstruosidad antidemocrática de los últimos tiempos en la historia de Nicaragua. Se han burlado de la mayoría de la población que fue a votar contra la dictadura. Es bochornoso, indignante y causa estupor que los diputados, procuradores, magistrados, funcionarios y caudillos se escondan y protejan bajo el manto de la institucionalidad, avalando y defendiendo unas elecciones donde hasta el más ingenuo e ignorante puede probar que hubo fraude en todo el territorio nacional.

Son hipócritas y sacrílegos los que irrespetan a la Conferencia Episcopal y símbolos religiosos de la mayoría de los ciudadanos.

¡Mentirosos! Los que hablan de reconciliación, amor y paz pero se toman las calles y amenazan con todo tipo de armas, o esconden al coordinador de la reconciliación quien no ha hecho llamado alguno a sus ovejas; hablan de tolerancia, legalidad y patriotismo, ofreciendo cárcel o muerte a los diputados opositores representantes del pueblo que los eligió con sus votos, simplemente por rechazar un proceso electoral amañado e ilegítimo cuyo único remedio es anularlo. A estos señores les debemos recordar que es una obligación moral y patriótica de los congresistas defender ese pueblo que los escogió y velar por los derechos ciudadanos establecidos en nuestra Constitución.

Alberto A. Paz Tenorio

Luto por Nicaragua

Estoy de acuerdo con el artículo de la doctora Cecilia, publicado el pasado jueves, titulado “De luto por Nicaragua”, porque definitivamente ese luto lo llevamos todos en el corazón porque la Patria está de duelo. No nos queda sino recordar lo que afirmó Rubén, el visionario, cuando escribió (en su poema A Colón): “Al ídolo de piedra reemplaza ahora / el ídolo de carne que se entroniza / y cada día alumbra la blanca aurora / en los campos fraternos sangre y ceniza”, para concluir: “Cristo va por las calles flaco y enclenque,/ Barrabás tiene esclavos y charreteras,/ y las tierras del Chibcha, Cuzco y Palenque / han visto engalonadas a las panteras”.

Silvio Avilez Gallo

Crisis económica

Durante el período 1979-1990, Ortega Saavedra y los nueve comandantes de la Revolución Popular Sandinista, provocaron la ruina de Nicaragua copiando el modelo marxista-leninista de desarrollo. El primero que se dio cuenta que eso no era adecuado fue el propio Vladimir Lenin, máximo dirigente del gobierno soviético cuando estableció la Nueva Política Económica (NEP), cancelado por Iósiv Stalin, secretario general del Partido Comunista.

Ahora, Ortega Saavedra en un período de crisis económica global, cuando es menester mantener los mercados abiertos de Estados Unidos para los productos de exportación, ataca como en los mejores tiempos de su primera dictadura al “imperialismo yanqui” y se entrega en brazos de un sistema rescatado del basurero de la historia por Hugo Chávez, Socialismo siglo XXI. Venezuela no comprará la carne ni los granos básicos producidos por Nicaragua, por la sencilla razón que a Chávez no le interesa mejorar las condiciones de vida de su pueblo, sino proyectarse como un líder continental en función de su ego personal.

Roberto Escobedo Caicedo

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