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Cartas al Director

Cartas al Director Poder “La causa real que ha hecho perder el poder a los hombres ha sido siempre el haber llegado a ser indignos de ejercerlo”. Esperanza La realización por parte del régimen de Daniel Ortega y su Consejo Supremo Electoral (CSE), de un fraude electoral burdo, evidente y violatorio de la voluntad y […]

  • Cartas al Director

Poder

“La causa real que ha hecho perder el

poder a los hombres ha sido siempre el haber llegado a ser indignos de ejercerlo”.

Esperanza

La realización por parte del régimen de Daniel Ortega y su Consejo Supremo Electoral (CSE), de un fraude electoral burdo, evidente y violatorio de la voluntad y el voto popular, en las pasadas elecciones municipales, lo ha ubicado en una situación de total desprestigio internacional y pérdida total de credibilidad a nivel mundial.

Sin embargo, la reacción, rechazo y resistencia del pueblo nicaragüense ante dicho fraude ha mostrado que en Nicaragua está lejos de perderse la esperanza de rescatar al país de las manos de esa dictadura, y reencauzarla por el camino de la democracia y el desarrollo.

Ya antes, a pesar de todo un proceso excluyente y represivo por parte de los orteguistas para intimidar a la población y que no asistiera a las urnas, los votantes fueron a depositar su voto, por ser una conquista ganada por los nicaragüenses después de tantas luchas. El liderazgo democrático de Nicaragua también ha dado muestras de gran madurez y visión, y hoy enfrentan de forma unificada el intento de imponer de nuevo el modelo autoritario y dictatorial que Nicaragua y el mundo rechazan por estar fuera de época.

La esperanza por recuperar la democracia de Nicaragua está lejos de perderse.

José Dávila

El que debe es el que teme

El dicho popular “el que no la debe no la teme” es sabio y del agrado de las personas honestas y transparentes, pero sumamente molesto para los que sólo quieren alcanzar victorias a punta de palo y mentiras.

Después de las elecciones las personas más honestas de este país no dudan en afirmar que lo que menos ha brillado es la transparencia. Se señalaron muchas irregularidades pero es preciso destacar las perversas intenciones de algunos de los magistrados del Consejo Supremo Electoral.

Los magistrados dijeron que no aceptaron observadores nacionales e internacionales porque ellos de antemano habían descalificado al Consejo Supremo Electoral, que era prueba de que están parcializados y que lo único que podían esperar de ellos es que deslegitimaran las elecciones. Un argumento inconsistente no sólo porque ya existían desde antes de las elecciones muchísimas irregularidades, sino porque también habían otras alternativas perfectamente viables para demostrar la transparencia. ¿Por qué no solicitaron a la Iglesia católica y a las Iglesias evangélicas que ayudaran en esta tarea? ¿No hay personas imparciales de gran honorabilidad y honestidad en Nicaragua? Al no hacerlo, los magistrados del CSE mostraron que sus intenciones eran otras.

¿Por qué tanto temor a revisar las actas originales del CSE y los partidos en contienda y compararlas ante la presencia de observadores nacionales e internacionales? Tenemos derecho a saber la verdad, a pedir cuentas y a conocer la gestión de los servidores públicos, porque sus cargos se los deben a todo el pueblo que los eligió.

En este momento histórico, una gran cantidad de personas pide a los magistrados del Consejo Supremo Electoral se aclare todo lo actuado en las recientes elecciones municipales. Esto implica una gravísima responsabilidad moral para ellos, pues de no hacerlo y dejar que las cosas sigan sin aclararse, puede traer gravísimas consecuencias para toda la familia nicaragüense, ya que están en juego los valores más fundamentales, tales como la paz, la dignidad y el respeto a la persona humana, la libertad, la democracia, la familia, etc.

Dios les pedirá cuenta de cómo están ejerciendo su autoridad. Jesús dijo a Pilatos: “No tendrías ningún poder sobre mí si no lo hubieras recibido de lo alto” (Juan 11, 19). A Dios no se le puede engañar.

Sergio Soler

Kelsen

Me parece acertado y muy bien esquematizado el artículo que se publicó en LA PRENSA sobre el cono de Kelsen. Sin embargo encuentro un poco de confusión o de cierta astucia imparcial del jurista que lo escribió, al establecer que el Supremo Tribunal debe en su momento dictar recomendaciones para que sean incorporadas en una Ley de Nulidad de las Elecciones Municipales.

La Ley no regula procesos administrativos y una vez hecha la declaratoria de nulidad de las elecciones, sea por ley o por acto administrativo (el CSE se encuentra facultado a hacerlo), los actos sucesivos no tienen razón jurídica de realizarse, por ende su nacimiento no se produce por la interrupción jurídica que sufren a causa de una Ley o de la resolución administrativa que en su caso el CSE dicte. Los actos administrativos son propios de los órganos y dependencias del Estado y son invalidados o suspendidos sólo mediante los recursos que la Ley dicta para ello, lógicamente siguiendo los cauces estipulados en la Ley.

Miguel Argüello

Ayuda de Chávez

Del análisis de las declaraciones públicas del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y del de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, se llega a la conclusión que el primero fue consultado por el segundo acerca de los riesgos del fraude que cometería en los pasados comicios municipales, contando con la descarada complicidad de los magistrados del Consejo Supremo Electoral.

Los dos mandatarios evaluaron la posibilidad de sufrir sanciones económicas de la comunidad cooperante, por lo que el histriónico gobernante venezolano le prometió a su colega nicaragüense que si se materializaban, él le suministraría el dinero que dejara de percibir dentro de los programas de cooperación no reembolsable.

Ambos gobernantes están en una carrera por la reelección continua, sin valladares constitucionales. Chávez va en los primeros meses del 2009 por las enmiendas a la Carta Magna y Ortega Saavedra recurrirá a toda clase de halagos para eliminar de la Constitución Política el articulado que prohíbe la reelección continua.

Roberto Escobedo Caicedo

Momento de los jóvenes

La juventud merece un mejor espacio en la conducción y toma de decisiones. Ese liderazgo tendría que ser forjado necesariamente fuera de las actuales corrientes ya trasnochadas. En el caso del sandinismo, por ejemplo, lejos de la variable corrupta y opresora.

La juventud tiene que ejercitar cada vez mejor su cerebro. Pensar y proponer. Actuar con escepticismo. Y aunque el sistema educativo no ha entrenado para eso, hay que sacar fuerzas de la levadura de la que están hechos. Sólo la juventud podrá hacer los cambios.

Cuando vemos a los viejos corruptos haciendo uso de sus viejas mañas y con sus consignas cansadas y la retórica robótica, comprendemos el valor de la juventud.

Jorge Huete

Trampa

El somocismo ya no existe, ya todos los Somoza (que gobernaron) están enterrados. Pero es caer en la trampa de la izquierda, tirarle una toalla a Daniel Ortega y al sandinismo y todas sus barbaridades.

Lo que dice erróneamente Mauricio Díaz (en su artículo “Las trampas”, publicado en LA PRENSA de ayer martes 16 de diciembre) “facilitar un mayor control fáctico del poder al Presidente en ejercicio. Facilitaríamos su pretensión de regresarnos a las condiciones existentes antes de Esquipulas II y peor aún, a la época de la dictadura somocista”.

Error grave de Mauricio Díaz. Las condiciones existentes antes de Esquipulas II corresponden al gobierno tiránico de Daniel Ortega y la Dirección Nacional sandinista, a partir del 19 de julio 1979, al más terrible gobierno que ha tenido el país, un millón de veces más corrupto y criminal que el de los Somoza, que dieron a Nicaragua la época más próspera que ha tenido.

El gobierno de Somoza no puede ser peor a lo que existía antes de Esquipulas II.

Julio Ignacio Cardoze
Miami

“Mi punto de vista”

Informamos por este medio a los lectores de LA PRENSA en general y en particular a los de la columna Mi Punto de Vista, del periodista Freddy Potoy, la cual se publica todos los miércoles en las páginas de Opinión, que por motivo de vacaciones del columnista no se publicará en ésta y las siguientes ediciones. Mi Punto de Vista se publicará de nuevo hasta en el mes de enero entrante.

El editor

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