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Chat e idioma español

Chatear no sólo es un pasatiempo, sino un depredador del idioma Aunque la palabra chat y chatear ya están registradas en la última edición del Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD), eso no significa que se escriba tan mal en la mayoría de ellos. Los invito a visitar Internet y entrar en cualquier chat al azar. […]

  • Chatear no sólo es un pasatiempo, sino un depredador del idioma

Aunque la palabra chat y chatear ya están registradas en la última edición del Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD), eso no significa que se escriba tan mal en la mayoría de ellos.

Los invito a visitar Internet y entrar en cualquier chat al azar. Da vergüenza, la mayoría de las personas escriben mal, casi parecen seres analfabetas que estudian sus primeras letras.

En los llamados Hi5, la cuestión es peor, el dueño de la página hace su perfil, donde consta que es licenciado o máster, no sé cuántos diplomados y todo eso “adornado” de miles de errores ortográficos y de redacción.

Cuando de mensajes por celular se trata, ahí ni se diga. En escala jerárquica de lo peor, nadie les discute el primer lugar. Los mensajes de textos por celular son “lo más extremo” en cuanto a disparates del idioma.

Alguien le manda a mi hija un mensaje que dice así: “xq no$ . k Massiel”. Ella me traduce: “Por qué no pagaste, besos, Massiel”. La k significa kiss, beso en inglés.

Dígame usted, cómo será que a veces ni ellos mismos saben qué les mandaron a decir.

Creo que en un plano familiar, coloquial podemos hablar con más fluidez, utilizar expresiones populares, diminutivos, apodos, etc.

Cuando usan su celular para chatear pueden usar sus propias abreviaturas, pero eso no significa que ése sea el estilo de redacción que emplearán en otros contextos. En el ámbito profesional o académico debemos ser muy cuidadosos.

El error está ahí, siempre. Casi nadie escapa a un gazapo. Por eso debemos ser más cuidadosos, no podemos confiarnos y hay que revisar muchas veces, deletreando las palabras, porque las falla de digitación son las más comunes.

Una vez me dijeron en el Museo Hemingway, en La Habana, que este escritor norteamericano, Premio Nobel de Literatura, revisó como 37 veces el final de Adiós a las Armas. ¿Qué quedará para nosotros que no tenemos su talla intelectual? Tal vez debamos corregir 74 veces una página.

Lo importante es recordar los contextos y usar apropiadamente el idioma. Nuestros mensajes de textos, nuestros correos electrónicos deben escribirse con corrección y calidad. Al final ahí, en ese mensaje, vamos viajando nosotros mismos. Eso somos, es nuestra imagen la que está cuestionándose en ese texto feo, lleno de errores, ininteligible. Eso somos.

Cuidemos nuestro idioma, cuidemos nuestra imagen, estemos más atentos y defendamos nuestro idioma español, para que los depredadores con las nuevas tecnologías, los esnobistas y los que quieren estar con el último alarido de la moda no olviden que utilizan un idioma con una hermosa tradición, que robustece su frondosidad, gracias a los jardineros que abonan, podan y resiembran su tronco para que siga lozano, a pesar de las plagas y los cazadores furtivos.

Hablemos del idioma

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