- Realizará la travesía en el lago, desde San Jorge hasta San José del Sur, en la Isla de Ometepe
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CORRESPONSAL/ RIVAS
Con la presencia de autoridades civiles, representantes del Ejército, la Policía e invitados especiales, ayer se inauguró oficialmente el nuevo ferry de la Alcaldía de Altagracia, El Rey del Cocibolca, la embarcación más grande que navega entre San Jorge y el Puerto de San José del Sur, en la Isla de Ometepe.
La capacidad de esta enorme embarcación es de mil pasajeros, además de seis camiones grandes, o en su defecto de 14 a 18 vehículos pequeños, indicó el alcalde sandinista de Altagracia, Crecencio Ruiz Oporta. En este barco, el pasaje es 10 córdobas más barato que en otros ferry.
Esta embarcación, que costó más de 566 mil euros, ya puesta en el Gran Lago, cuenta con permiso temporal de navegación, mientras se hacen todos los trámites correspondientes del permiso definitivo y concesión de ruta.
“La embarcación ya pasó las pruebas de revisión técnica y cumple con todos los requisitos de seguridad de navegación, sólo falta que traigan el documento de cese de bandera, puesto que el barco está registrado en Sierra Leona y según convenios internacionales una embarcación no puede tener dos nacionalidades”, señaló Hugo López, subdirector de la Dirección General de Transporte Acuático (DGTA).
ORGULLOSO POR EL REY
La administración del barco será asumida por la Empresa Municipal de Altagracia, Sociedad Anónima (Emasa), la que según Ruiz Oporta será la responsable de que el barco sea rentable.
“El barco es rentable, ya lo hemos comprobado de sobra con los viajes de prueba que hemos hecho”, manifestó el alcalde Ruiz Oporta, quien dijo sentirse orgulloso por la meta lograda.
HOLANDÉS, HIJO DILECTO
Ruiz Oporta aprovechó para contar la historia de cómo se hizo para obtener dicho barco (traído desde Holanda) y señaló que por eso fue víctima de acusaciones que pretendían perjudicarlo y hasta dijo que en par de ocasiones han atentado contra su vida.
El Alcalde declaró hijo dilecto de Altagracia al holandés Hans Meeuwes, quien apoyó a la municipalidad para la compra y obtención del barco.
Este ciudadano sirvió de guía a las autoridades de Altagracia y hasta ayudó a buscar el barco en aquel país.