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Cartas al Director

Cartas al Director Gobiernos “Los pueblos débiles y flojos, sin voluntad y sin conciencia, son los que se complacen en ser mal gobernados”. ¿Regresará Zelaya ? Después de escuchar a los presidentes, o sus representantes, de los países que pertenecen al Alba y el Grupo de Río, me pregunto ¿cómo se atreven en el nombre […]

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Gobiernos

“Los pueblos débiles y flojos, sin voluntad y sin conciencia, son los que se complacen en ser mal gobernados”.

¿Regresará Zelaya ?

Después de escuchar a los presidentes, o sus representantes, de los países que pertenecen al Alba y el Grupo de Río, me pregunto ¿cómo se atreven en el nombre de la democracia a hablar por nuestros pueblos y tomar decisiones que nos afectan a los nicaragüenses o a los hondureños más directamente, pero también a los del resto de estos países? ¿Cómo saben ellos que todos estamos de acuerdo con sus declaraciones o las medidas antojadizas que han tomado?

Nadie nos ha preguntado a los nicaragüenses si estamos de acuerdo o no, y por qué, respecto a lo que ha pasado en el hermano país de Honduras. El cierre de las fronteras y sobre todo las insinuaciones hechas por el Presidente venezolano en Managua, de lanzar una guerra contra Honduras, nos afecta a los nicaragüenses que no tenemos por qué poner sangre nuestra en un conflicto que sólo atañe y debe ser decidido por los hermanos hondureños, y el cual fue suscitado por Zelaya al violar la Constitución de su país.

¿Se les ha preguntado a los hermanos hondureños si desean que vuelva Zelaya a gobernar su país? Dudo mucho que la respuesta fuera positiva ya que desde hace bastante tiempo éste se ha ganado la antipatía de la mayoría de su pueblo con sus ilegalidades. Los que han realizado dizque manifestaciones de protesta en Honduras a favor de Zelaya son agitadores al estilo de las turbas que el FSLN nos ha lanzado cuando los demócratas hemos querido manifestarnos, porque la gran mayoría del pueblo hondureño se ha quedado en sus casas.

Es conocido por todos que la mano del presidente Chávez está detrás de todo esto, por sus ambiciones políticas y su obsesión de expandir su famoso Socialismo del siglo XXI, el cual sólo problemas ha traído a Nicaragua y lastimosamente los otros presidentes, incluyendo a Ortega Saavedra, quienes ejecutan sus órdenes al pie de la letra.

Cuando Zelaya vuelva a Honduras (de acuerdo a lo que desean los presidentes que se reunieron en Managua) seguro con este hecho se le aumentará el poder y el injerencismo de Chávez en la región y, por ende Zelaya se va a sentir con más poder para seguir violando a Constitución y estrechar más los espacios libertad de los hondureños. ¿Vendrán entonces esos presidentes a alzar sus voces también por nosotros? ¿Se han dado cuenta ellos que las “multitudes” que estaban en la carretera Norte y las rotondas esperando su llegada para vitorearlos eran empleados públicos forzados a asistir so pena de perder sus empleos.

Los nicaragüenses debemos abrir los ojos y ver que ninguno de esos presidentes que estuvieron en Managua y fueron “democráticamente electos”, ha pensado en sus electores. Solamente piensan en sus intereses personales y en su afán de protagonismo. Por lo tanto, es hora de que los nicaragüenses nos manifestemos contra sus declaraciones y sus decisiones porque “sólo el pueblo salva al pueblo”.

Rita Gutiérrez

Destitución de Zelaya

Soy hondureña, y como la mayoría de los hondureños estoy de acuerdo con la destitución del ex presidente Manuel Zelaya, este hombre que con mentiras y patrañas quería cambiar nuestra Constitución cuando nosotros estamos regidos por ella, y era ilegal lo que él quería hacer.

Los hondureños queremos vivir en democracia y con Zelaya iba a ser imposible. Nuestro Congreso y la Corte Suprema de Justicia tomaron la decisión correcta de sacarlo del país. Y la gente que está a favor de él es porque ha sido comprada y no saben específicamente las intenciones que tenía este señor para con el pueblo, que eran similar a las de los gobiernos de Venezuela y Cuba.

Como ciudadana hondureña no quiero vivir y ni viviré una dictadura como las que se viven en estos países. Quiero que el mundo se entere de la verdad y no de las farsas que este señor ha dicho con las cuales tienen engañadas a la ONU, a la OEA y a los países que integran el Alba.

Scarlett Hernández

El “Flaco Explosivo”

Murió el “Flaco Explosivo”. Aquél que llenó de emoción a los jóvenes que deseaban en qué creer, aquél que dio motivos para portar la Bandera azul y blanco y decirle al mundo “¡Aquí está Nicaragua! ¡Nicaragua vive!”, sobre todo en esos días cuando una nube negra cubría nuestro territorio y la sangre bañaba nuestras montañas ahí estaba Alexis con su puño de hierro diciéndole al mundo que los nicas tenemos espíritu indoblegable. ¡Cuánto hubiese deseado un Alexis en mi adolescencia!

Alexis, la gloria deportiva, opacó su brillo bajo la sombra roja y negra y era nuestro héroe. Intentó nublar esa imagen con su apoyo a un gobierno totalitario. Pero aún así su luz siguió brillando a pesar de los escándalos por droga… a pesar de todo… era boxeador no político.

Adiós a Alexis y que Dios en su sabiduría le asigne un lugar en su justicia, porque en la nuestra ya tiene su espacio indeleble. Alexis siempre estará en nuestros corazones de lagos y volcanes…

Luis Alberto Lira Merlo

¿Suicidio de Alexis?

Es sospechoso el suicidio de Alexis Argüello. Esto deja más interrogantes que respuestas. ¿Ha aparecido alguna carta con su firma autógrafa donde explique las razones que lo llevaron a tomar tan fatal determinación?

El clásico suicidio es con un disparo en la cabeza, para paralizar instantáneamente las funciones cerebrales. Pero un tiro en el corazón es una forma rara de suicidarse, sólo recurrieron a este sistema los altos jefes japoneses de la Segunda Guerra Mundial, temerosos de ser juzgados como criminales de guerra y que no tenían el valor de recurrir al haraquiri ritual, pero antes llamaban a un médico para que les marcara con tinta el lugar exacto y perforar el corazón.

¿Fue una pasada de cuentas disfrazada de suicidio? ¿Qué han declarado los vigilantes que prestaban servicios de seguridad en la residencia de Alexis Argüello? ¿Había perdido toda utilidad ante quienes lo instrumentalizaron? ¿Estaba recibiendo tratamiento psicológico o psiquiátrico?

Juan Rodríguez Dávila

Alexis Argüello

La muerte del tricampeón y Alcalde de Managua, Alexis Argüello, representa un duro golpe no solamente para el deporte nicaragüense, sino que también para todo nuestro pueblo por haber sido una gran gloria nacional, independientemente que haya figurado en sus últimos años de vida como político y no como deportista.

Alexis será siempre recordado por sus compatriotas como el hombre que siempre puso en alto el nombre de Nicaragua en todas sus peleas fuera del territorio patrio, ¡hasta siempre flaco explosivo!

Salvador Pérez González

¿A quién reclamar?

No me extrañó el contenido de la carta

del señor Bayardo Quinto, publicada el pasado 20 de junio y titulada “¿A quién reclamar?”, porque es más de lo mismo que siempre escribe, es decir, sólo escribe en defensa de Ortega y el FSLN. Pero esta vez se pasó de la línea y ofende la inteligencia del lector por lo absurdo de su defensa. O se está haciendo el tonto o verdaderamente le falta inteligencia.

Según este vocero defensor de Ortega, la marcha efectuada en Masaya el pasado 7 de junio, por la Unión Ciudadana por la Democracia, en reclamo a Ortega y sus aliados del FSLN, por el notorio y escandaloso fraude electoral, exigiéndole el recuento de votos y la revisión de las actas de los comicios electorales municipales del pasado noviembre, no es a Ortega a quien deben reclamar, sino al Poder Electoral, es decir al CSE. Pero todos sabemos que el CSE obedece ciegamente las órdenes del jefe-Ortega.

Ellos no se atreverían a actuar por su propia cuenta en algo tan serio como un fraude electoral. Ellos obedecen por miedo o por dinero, por lo tanto, ¿a quién cree el confundido vocero de Ortega que está engañando, al decir que el reclamo por el fraude debe hacerse al Poder Electoral como culpable?

Ni el pueblo nicaragüense le cree, ni los señores donantes internacionales, que con todo su derecho y sabiduría han suspendido la ayuda a un Gobierno que no respeta el Estado de Derecho, la gobernabilidad, la institucionalidad democrática, ni los derechos humanos de los nicaragüenses.

Esmeralda Cardenal

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