SAN SALVADOR/ACAN-EFE
El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, descartó hoy que pueda buscar su reelección en 2014 o cualquier paralelismo con Nicaragua, donde una sala de la Corte Suprema de Justicia allanó el camino para que el mandatario de ese país, Daniel Ortega, opte nuevamente al cargo.
“Yo no he expresado mi voluntad de buscar la reelección, existe un articulo en la Constitución que claramente dice que el período presidencial es de cinco años y eso no se puede reformar”, dijo Funes en una conferencia de prensa.
Funes salió así al paso de declaraciones de analistas locales que compararon la situación que afrontó la semana pasada la Asamblea Legislativa de El Salvador, donde 12 diputados opositores disidentes conformaron una bancada y entraron en la directiva de ese poder, con lo sucedido en Nicaragua.
El pasado 19 de octubre, seis magistrados sandinistas de la Sala Constitucional del alto tribunal nicaragüense declararon inaplicable un artículo de la Constitución que impide la reelección continua de un jefe de Estado y limita a dos el número máximo de mandatos.
El mandatario sostuvo que “cada actuación de un gobernante responde a la realidad que la hace posible, de modo tal de que lo que ha ocurrido en Nicaragua no tiene por qué ocurrir en El Salvador”.
“Ni estamos hablando de las mismas instituciones partidarias, ni estamos hablando del mismo presidente, ni estamos hablando del mismo órgano judicial, son circunstancias completamente diferentes”, complementó Funes.
“En los 14 meses en que se prolongó mi campaña, no faltaba analistas que aseguraban de que mi presidencia, en caso de ganar yo las elecciones, respondería a los intereses del presidente (venezolano Hugo) Chávez y trasladaban mecánicamente lo que se hacía en Venezuela que aquí ocurriría y yo lo he demostrado que no es así”, añadió.
El jefe de Estado se preguntó “cuál es el temor” frente a una posible reelección, cuando “no existe una solicitud expresa, ni tendría acompañamiento de ninguna fuerza política para reformar la Constitución”.
Funes, de la ex guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), asumió el pasado 1 de junio un mandato de cinco años, tras superar a la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA, derecha), que gobernó el país en las dos últimas décadas.