El presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Antenor Rosales, reconoció que es factible reducir a la mitad —es decir a unos 860 millones de córdobas— las metas de recaudación de impuestos con la Ley de Concertación Tributaria que impulsa el Gobierno, ya que dicho monto es “el compromiso fundamental” asumido en el programa económico firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por otro lado, Rosales admitió que EE.UU. y Alemania, dos de los mayores accionistas del FMI, se abstuvieron de votar el lunes durante las revisiones dos y tres del programa económico, examen que el país finalmente logró aprobar y que le permitirá obtener este año 90 millones de dólares de los organismos financieros multilaterales.
El proyecto de Ley de Concertación Tributaria y el proyecto del Presupuesto General de la República del 2010, los cuales el Gobierno remitió a la Asamblea Nacional en octubre pasado, son dos de los principales compromisos que el país debe cumplir.
Esto debe ser cumplido a más tardar el 31 de diciembre para continuar dentro del programa económico con el FMI y presentarse a la cuarta revisión, posiblemente en el primer trimestre del próximo año.
Rosales dijo que la nueva legislación fiscal necesita ser consensuada entre empresarios, trabajadores y Gobierno, para que pueda ser discutida y aprobada en la Asamblea Nacional, consciente que la oposición y los empresarios han rechazado los términos de la misma por ser inviable.
“La reforma tributaria debe estar en correspondencia, en materia de recaudaciones, a los montos y metas a las que nosotros nos comprometimos en la carta de intenciones del programa económico. Efectivamente el proyecto de Ley de Concertación Tributaria debe, en la Asamblea Nacional, aproximarse al 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto, que es el compromiso fundamental que tenemos con el FMI”, declaró Rosales.
En ese sentido, estimó que la recaudación viable sería de alrededor de 860 millones de córdobas, muy por debajo de los 1,800 millones de córdobas que pretende la propuesta de ley que el ministro de Hacienda y Crédito Público, Alberto Guevara, presentó el pasado 15 de octubre junto al proyecto del Presupuesto del 2010.
Rosales dijo que ese monto, es de decir los 860 millones de córdobas, “es lo que deberíamos concertar los nicaragüenses, eso de forma categórica lo expreso”, subrayó en conferencia de prensa.
Este monto podría “facilitar las conversaciones” para la aprobación del proyecto de Ley de Concertación Tributaria.
UNA GRAVE SEÑAL
Nicaragua logró aprobar el lunes las revisiones dos y tres del programa económico realizadas por el directorio del FMI, pero sin el apoyo de Estados Unidos y Alemania, que se abstuvieron.
“Lo entendería como que no hubo objeción a que se produjera la aprobación —del examen de Nicaragua—, es la lectura que le daría a esa posición. Al final (el resultado) fue positivo, 22 sillas ( países que forman parte del directorio del FMI) dijeron que sí”, declaró Rosales al ser consultado al respecto.
Declinó ligar las posiciones de Estados Unidos y Alemania a la crisis política interna nacional porque dijo que “en cuestiones políticas el BCN trata de distanciarse”.
Sin embargo, el diputado liberal y presidente de la Comisión del Exterior del Parlamento, Francisco Aguirre, dijo que las posiciones de Washington y Berlín deben ser una señal de alerta para el Gobierno, tras el reciente atropello a la Constitución Política por la decisión de seis magistrados sandinistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), de intentar despejar el camino para la reelección continua del presidente Daniel Ortega.
Aguirre, quien laboró por 28 años en organismos financieros internacionales, refirió que en alrededor de 100 revisiones a diversas economías del mundo sólo conoció dos casos en los que grandes accionistas de estos organismos se abstuvieran: Chile y Zimbabue.
“Que Estados Unidos, el mayor accionista de FMI, se abstuviera de votar, así como Alemania, que es uno de los cinco mayores accionistas, no es normal. Es una señal de alerta amarilla”, dijo Aguirre.
Para el 2010 el sector empresarial de Nicaragua tendrá que prepararse para fortalecer las finanzas del Seguro Social con un aporte, vía cotizaciones, de 300 millones de córdobas, confirmó el presidente del BCN, Antenor Rosales. Para tratar de mitigar este golpe, sostuvo que los trabajadores tendrán que “poner de su parte” al aceptar sólo un ajuste del salario mínimo, en lugar de los dos que al año contempla la legislación vigente.
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