Transportistas salvadoreños protestaron ayer con cruces y féretros contra las extorsiones y la violencia que afecta a este sector, que en lo que va del año ha sufrido la muerte de 122 conductores, ayudantes y empresarios a manos de los pandilleros. Los trabajadores del volante se apostaron con ataúdes frente a la Catedral de San Salvador para recordar a sus muertos. Las pandillas obligan a los dueños de unas 11 mil unidades de transporte a pagar “renta” o extorsiones que oscilan entre los dos y los diez dólares al día. La protesta se da justo un día antes de que el Ejército salga a patrullar las calles como parte de un plan del Gobierno para frenar la violencia en El Salvador.
LA PRENSA/AP/LUIS ROMERO