ORLANDO/FLORIDA/EFE
Una persona murió y otras cinco resultados heridas ayer en un tiroteo en Orlando, Florida, provocado, según la policía, por un ingeniero que había sido despedido hace dos años, en un incidente que volvió a causar alarma y terror en Estados Unidos.
A las dos horas del tiroteo la Policía detuvo a Jason Rodríguez, de 40 años, como el sospechoso del incidente que se produjo en las oficinas de la empresa Reynolds, Smith and Hills, una compañía de ingeniería y arquitectura.
Rodríguez, de origen puertorriqueño, fue despedido en 2007 dentro de un proceso de reducción de empleos en la empresa, lo que motivó su enfado.
“Dejaron que me pudriera”, señaló Rodríguez cuando era trasladado por la Policía y cuando fue preguntado por un periodista de televisión por qué lo
había hecho.
El suceso en Orlando se produjo poco después del mediodía y prácticamente 24 horas después del tiroteo, registrado en la base militar de Fort Hood, en Texas, cuando el comandante Nidal Malik Hasan, un psiquiatra especializado en estrés postraumático, abrió fuego de manera indiscriminada a un grupo de soldados.
LLEGÓ Y DISPARÓ
Jason Rodríguez se presentó en las oficinas de Reynolds, Smith and Hills, donde había trabajado hasta junio de 2007 en diversas tareas de ingeniería y arquitectura, y disparó contra los empleados.
En principio, la Policía informó que dos personas habían resultado muertas y cinco heridas y, posteriormente, se confirmó el fallecimiento de una persona.
Tanto la persona fallecida como los cinco heridos son empleados de la empresa Reynolds, Smith and Hills.
Tras conocerse el tiroteo, decenas de agentes rodearon el edificio y tras identificar al sospechoso, éste fue detenido dos horas después en la casa de su madre sin oponer ninguna resistencia.
Un empleado de la firma de ingeniería, que tiene once oficinas en Florida, señaló al diario Orlando Sentinel que cuando fue despedido Jason Rodríguez hizo comentarios negativos y mostró de diversas formas su frustración.
Posteriormente, trabajó durante cuatro meses para el Departamento de Obras Públicas del Condado de Orange como un inspector de ingeniería, pero fue también despedido.
ESTABA EN LA QUIEBRA
Su situación económica fue empeorando y el pasado mes de septiembre Jason Rodríguez, divorciado y con dos hijos, se declaró en bancarrota.
Hasta el día de ayer el sospechoso, que obtuvo una licenciatura en Ingeniería por la Universidad Politécnica de Puerto Rico, no había tenido ningún problema con la ley.
“Rodríguez fue despedido de su empleo en el 2007 y hoy (ayer) regresó disparando dentro de la oficina de Reynolds, Smith and Hills”, precisó Val Demmings, jefe del Departamento de Policía de Orlando.
Los agentes policiales interrogaron al sospechoso para determinar si tenía “un objetivo en particular”.
MUCHOS HUYERON
Al estallar el hecho, a eso del mediodía, varias personas huyeron despavoridas del edificio, relataron testigos a canales locales de televisión. Algunos narraron que estuvieron escondidos bajo sus escritorios durante el episodio.
Gerry Gilgo, quien trabaja en el piso donde ocurrió el incidente, dijo a The Associated Press que iba a encontrarse en los ascensores con una colega para almorzar.
“Ella me gritó: ¡Disparan, disparan! ¡Regresen a sus oficinas!”, dijo Gilgo.
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