Turbas orteguistas impunes atacan a jóvenes en sede policial

Por Lucydalia Baca

El abuso y la impunidad de los grupos de choque del gobierno quedó una vez más en evidencia, luego que una lluvia de piedras dirigida a un grupo de jóvenes que pacíficamente protestaba contra el fraude electoral, destrozó los vidrios que están en el acceso principal de la sede policial de Managua, ubicadas en Plaza El Sol, sin que las autoridades detuvieron a uno sólo de los vándalos.

El ataque ocurrió mientras un grupo de jóvenes entonaba el Himno Nacional y leía un pronunciamiento contra el fraude masivo perpetuado hace un año por el partido gobernante en los comicios municipales.  La intención de los opositores era llegar hasta la sede del Consejo Supremo Electoral, sin embargo, ante la presencia de las turbas, optaron por quedarse a pocos metros de ahí, frente al edificio de la Policía Nacional, mejor conocido como Plaza el Sol.

Ante el ataque, los jóvenes buscaron refugio en el edificio policial, sin embargo, esto no frenó a las turbas orteguistas que lanzaron una lluvia de piedra, destrozando las puertas de acceso del complejo y causando además daños en techos y paredes, todo ante la vista y paciencia de cientos de oficiales uniformados que trabajan en dicho lugar. El ataque se repitió en el menos tres oportunidades. 

Una vez que los orteguistas cesaron sus acciones vandálicas, la propia directora de la Policía Nacional, primera comisionada Aminta Granera, salió de su despacho a conversar con los jóvenes, quienes le reclamaron por la actuación de sus agentes ya que ninguno hizo nada por protegerlos.

Granera respondió a los señalamientos indicando que “son situaciones difíciles”, pero que no volverían a ser atacados ya que ordenaría que un grupo de antimotines se encargara de protegerlos por si deseaban continuar con sus protestas.  No obstante, la jefa policial no encontró argumentos para responder a los fuertes cuestionamientos de los jóvenes que la reclamaban su incapacidad para detener a los agresores, quienes dañaron la propiedad pública.

La primera comisionada ofreció a los opositores que si deseaban continuar con la protesta, que se quedaran frente a las instalaciones policiales con la única petición de que no obstruyeran la entrada al edificio. Sin embargo, los afectados le respondieron que no podían confiar en la seguridad que les estaba ofreciendo, puesto que sus agentes no eran capaces siquiera de resguardar sus propia instalaciones. Aminta Granera respondió con silencio.