VERAPAZ, El Salvador/AFP
Los equipos de socorro y numerosos voluntarios removían este lunes en El Salvador toneladas de lodo y escombros en busca de decenas de desaparecidos tras las fuertes lluvias que provocaron inundaciones y desprendimientos de tierra, matando a 136 personas.
Las principales labores se centraban en el departamento de San Vicente, en el este, donde se enclava el municipio de Verapaz, a unos 70 km de la capital, el más afectado por tres días de lluvias causadas por una baja presión y el paso por la región del huracán Ida, que no impactó directamente El Salvador.
Los cuerpos de socorro buscaban en el departamento a 72 desaparecidos, de ellos 60 en Verapaz.
Ayer, la Asamblea Legislativa decretó “estado de calamidad pública y desastre nacional”, así como tres días de duelo. El presidente Mauricio Funes, que la noche del domingo se anticipó a decretar estado de emergencia nacional, recorrió la zona devastada y se acercó a Verapaz para constatar el estrago de las aguas que borraron del mapa los barrios de Las Mercedes y San Antonio. Funes destinó 150 millones de dólares para hacer frente a la catástrofe.
“El problema aquí para localizar los cadáveres es remover este caudal de piedras y árboles”, declaró a la AFP Carlos Ernesto Arce, de 27 años, un habitante de Verapaz, otrora un pueblo pintoresco de unos 6,800 habitantes y hoy inundado de lodo.
El departamento con mayor cantidad de muertos es San Salvador con 63, San Vicente (40), el resto de víctimas las concentran La Paz, Cuscatlán y La Libertad. Las torrenciales lluvias también dañaron 1,835 viviendas, aunque 209 quedaron totalmente destruidas, al igual que 18 puentes.
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