MIAMI/AFP
El huracán Ida no fue directamente responsable de los deslaves e inundaciones que dejaron 140 muertos en El Salvador, sino un frente de tormentas que ingresó a ese país desde el Pacífico, dijo a la AFP un meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes estadounidense (CNH).
“El huracán Ida no fue responsable directo de la grave situación en El Salvador”, dijo Dennis Feltgen, meteorólogo y portavoz del CNH, con sede en Miami. “Al mismo tiempo que Ida hubo otro sistema de tormentas ingresando al país desde el Pacífico que provocó fuertísimas lluvias (…) El Salvador no fue directamente impactado por Ida”, agregó Feltgen.
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El huracán Ida pasó durante el fin de semana por Centroamérica con vientos de hasta 160 km/h y afectó además Nicaragua y Honduras, antes de tocar la península mexicana de Yucatán, donde no causó grandes daños.
Debilitado en una tormenta tropical, Ida alcanzó este martes la costa estadounidense en el Estado de Alabama (sur), con vientos máximos de 75 km/h, informó el CNH.
El meteorólogo salvadoreño Walter Vanegas confirmó a la AFP la responsabilidad del frente de tormentas proveniente del Pacífico como causante principal del desastre climático.
“Las lluvias que se registraron en el país fueron provocadas por una baja presión que se semiestacionó al suroeste de El Salvador sobre el océano Pacífico. Pero también los remanentes de nubes que dejó el huracán Ida en la región influenciaron aportando humedad”, dijo Vanegas.
Según este especialista, las lluvias provocadas por el sistema de baja presión, junto con los “remanentes de Ida”, se concentraron en mayor medida sobre la franja costera y en la zona central y parte del oriente de El Salvador, que fue donde se registraron los mayores daños.
Según Vanegas, para este martes se esperaba que el país “regrese a las condiciones atmosféricas propias de la época, registrándose vientos” producto de una “cuña anticiclónica” proveniente de Estados Unidos.
De momento las lluvias han dejado al menos 140 fallecidos en El Salvador, así como más de 13.000 refugiados en albergues de siete departamentos del país.